Así vivimos Vive Latino 2023

Texto por Ariadna Escamilla (@vrnton).
Fotos sábado cortesía de OCESA y domingo por Carlos Enciso (@krynowek).

Meses de especulación, altas expectativas y hasta el cartel filtrado. La peregrinación hacia la 23a edición del Festival Iberoamericano de Cultura Musical Vive Latino comenzada hace rato al fin alcanzó la anhelada cúspide. Dos días de fiesta y cinco escenarios distintos; los grandes de la escena nacional, íconos internacionales y las promesas del mañana. Música, comedia, lucha libre, amplia oferta para el paladar y demás amenidades. Sobre la mesa se puso la baraja completa, y Ciudad de México estaba lista para entregarse por completo.

Pa’ todos hay

Sábado 18, la apertura; una cartelera de más de 30 actos. Siempre impredecible, siempre revoltoso, el clima capitalino hizo de las suyas y como si fuera mal chiste una nube negra se paraba de forma exclusiva sobre el Foro Sol en el Autódromo Hermanos Rodríguez. Una lluvia moderada acompañó al movimiento inicial del festival, pero los ánimos no decayeron. Existía la esperanza colectiva de mejora y, afortunadamente, el ambiente cedió.

Para cuando el español Sen Senra saltó al escenario Claro música las cosas habían mejorado, y mientras Christian cantaba ‘Que ya no importa nada, no ves que voy dando tumbos persiguiendo tu calor’ los rayos de sol terminaban por atravesar los ya débiles nubarrones. Reyno, Lila Downs y Carla Morrison fueron otros de los nombres que se bañaron con el cariño del público en el atardecer del día.

Viejos conocidos. León Larregui y Austin TV abarrotaron el Escena Indio con sets de una hora que agradaron tanto a la fanaticada más acérrima como al escucha casual. A la par pero del otro lado del circuito, los ingleses alt-J, cargando con luces y visuales que elevaron una presentación ya de por sí energética, hicieron vibrar al público con ‘In Cold Blood’, ‘Left Hand Free’ y la favorita ‘Breezeblocks’.

El reloj marcó las 21:30. ‘La vida es un gran baile’ y el Foro Sol es un salón. Rubén Albarrán y compañía iluminaron la noche y el Escenario Indio. Con historia en el Vive, Café Tacvba llegó a reafirmar su estatus como una de las bandas más emblemáticas del festival y de México. La conexión entre los músicos y las miles de almas que acudieron a verles puede ser calificada de mágica. Entre Café y el público mexicano siempre habrá cariño del más puro, del más chingón.

Acompañados de orquesta en vivo, los Tacvbos le dieron un sabor especial a las canciones con las que han construido una trayectoria de más de 30 años. Clásicas como ‘El Ciclón’, ‘La Chica Banda’ y ‘Las Batallas’ fueron recibidas y aplaudidas con ánimo vehemente. Por supuesto, la voz de Meme del Real entonando ‘Eres’ como si la vida le dependiera de ello no podía faltar.

Cuando se escuchó el ‘Paparupapa eu eo’ el Foro explotó, y cada línea de ‘El Baile y el Salón’ alcanzó el cielo a través de millares de voces. ‘Ojala que llueva café’ fue el cierre de una presentación más que Café puede anotarse como triunfo, y a la vez, como prueba de que podrán pasar los años, pero la raza los pasará junto a ellos. Café Tacvba y sus tacvbos, por mucho rato más.

Pa’ despedirnos bien, hicieron aparición el Alemán en el escenario principal, y Miranda! y Carín León en el Escena Indio y el Claro música respectivamente, con sets que dejaron un buen sabor de boca al final del día uno del Vive (a pesar de uno que otro retraso en los horarios).

El nacido en Los Cabos representó alto y digno al rap mexicano entregándolo todo en canciones como ‘Categoría 5’ y ‘Bombas’ con Ximena Sariñana de invitada especial. Directo de Argentina, Ale Sergi y Juliana Gattas sacaron repertorio nostálgico de lujo para viajar en el tiempo. Perfectamente, exactamente, cómo dice cierto himno. Y de Sonora pa’ la CDMX, Carín puso a bailar, cantar y doler con obligadas como ‘’, ‘Que Vuelvas’ y, por supuesto ‘La Boda del Huitlacoche’.

Va lo pesado

Si el sábado fue un ir y venir, moverse de escenario a escenario y batallar entre mares de gente, el domingo 19 venía a ser una odisea mayor, de la buena y de la mala. 40 actos musicales distintos moldeaban la cartelera a lo largo del día. Mucho que ver, todavía más que correr. Ahora no había que cubrirse de la lluvia, sino de los rayos inclementes del sol. Unas por otras, tal vez.

Todo ya en marcha, a las tres de la tarde los queridos Tokyo Ska Paradise Orchestra pusieron a bailar a todos por igual; como ellos mismos dijeron ‘La música no tiene fronteras. El ska no tiene fronteras’. Con un cambio de escenario nos movemos del ska al rock dosmilero que uno nunca verdaderamente abandona. Allison vino a reanimar los sentimientos de prepa y las épocas del MySpace. ‘Rómpase el Vidrio en Caso de Emergencia’ con mosh pit incluido, ‘Matar o Morir’, ‘Baby Please’, ‘Aquí’ y ‘Memorama’ hicieron recordar, tanto arriba como abajo del escenario, muy, pero muy buenos tiempos.

Por la tarde el Escenario Indio se vistió de gala. De regreso en el Vive después de unos años de ausencia, Los Pericos no dejaron que la lluvia acabara con el buen ánimo e hicieron sonar ‘Jamaica Reggae’, ‘Pupilas lejanas’ y algunos covers como ‘Trátame Suavemente’ y ‘Tatuajes’. Los Bunkers sintieron de nueva cuenta todo el amor que les tiene México y con un setlist para revisitar los viejos éxitos y presentar lo más reciente pusieron a bailar a un verdaderamente abarrotado Foro Sol.

Horas más tarde (después de la presentación de cierto cuarteto del que hablaremos más adelante), Enjambre sacó la casta por México e hizo que el todavía colmado foro entonara rolitas del ayer como ‘Visita’, ‘Intruso’ y ‘Dulce Soledad’.

Cerca de la medianoche comenzó la que sin duda fue una de las mejores presentaciones de esta edición de Vive Latino: Kase.O con su Jazz Magnetism, celebrando el décimo aniversario de dicho disco. Sonaron ‘Como el Sol’, de Violadores del Verso, ‘Pura Droga Sin Cortar’, ‘Pavos reales’ con la participación de McKlopedia, ‘Mitad y Mitad’ y, por supuesto, ‘Renacimiento’. Kase se le entregó a México, y México a Kase. Todo en nombre del erre-a-pe.

Después de tanto, había que terminar con bombo y platillo. Pesado abrió fuerte con ‘A chillar a otra parte’ para un público al que no le costó nada cantar hasta que doliera la garganta. Clásicos de Pesado, covers y hasta mariachi para que letras como la de ‘El Rey’ pegaran más. El Vive puede presumir de haber cerrado su edición 2023 bien y bonito.

Thank you for all the pretty colors in this city

Pues qué decir, algunos se merecen sección especial. Se lo han ganado.

En el instante en que los Bunkers se bajaron de tarima se crearon huecos en todo el Foro Sol. Baños y barras de trago se llenaron en un ritual de preparación, y con la misma velocidad con la que habían desalojado, la gente volvió a abarrotar plancha y gradas del recinto. Poco pasada la media hora ningún alma más podía pasar. Ocho en punto de la noche las luces se apagaron, nacieron los gritos, y tres figuras tomaron lugar en el escenario. Batería, bajo y guitarra despertaron, y lo esperado por meses comenzó.

Chad Smith, Flea y John Frusciante (completando la vieja alineación), calentaron motores y crearon entrada para que Anthony Kiedis saltara a escena con ‘Around the World’ seguida de ‘Dani California’. Bastó un solo «Gracias, México» de la boca de Kiedis para que todo el mundo se volviera loco. Si del Vive se ansiaba algo, era a estos cuatro.

El regreso de los Red Hot Chili Peppers a México tuvo sus altas y bajas. Todo se sentía especial por la creciente emoción desde que se anunció el cartel. Ver a Frusciante de nuevo era el sueño anhelado de muchxs y el guitarrista cumplió con creces; en repetidos momentos del set parecía que el escenario era de él y de nadie más.

Smith golpeando con fuerza, Kiedis tratando de interactuar de tanto en tanto con el público y Flea con los brincos y el carisma que tanto lo caracterizan. ‘Thank you for all the pretty colors in this city. So many pretty colors’ dijo el bajista chuleando a la ciudad.

Scar Tissue’, ‘Suck My Kiss’ y ‘By The Way’ se agradecieron con el alma. ‘Under the Bridge’ y ‘Californication’ brillaron, y sin embargo, nadie podría negar que unos cuantos éxitos reglamentarios hicieron falta en un setlist que pudo haber resultado más energético. Y aun así podría decirse que todo se perdonó con un increíble cierre al ritmo de ‘Give It Away’. Quedaron ganas, y ojalá los Peppers vuelvan pronto.

Comunión

Uno de los cimientos de Vive Latino es la hermandad a través de la música. El Vive surfea entre géneros y sonidos diferentes: una fraternidad muy chida ocurre tanto arriba como abajo del escenario. Es, como dicen, la música unida al grito de «¡Vive Latino!».

Como ya se vio, en esta edición sobraron colaboraciones: Morrison y Ed Maverick, los Tacvbos y los Bronces, Alemán y la Sariñana, Carín con Santa Fe Klan y Lila; Pericos ft. Carlita, Rubén y Miranda!, Pesado y Jonáz de Plastilina Mosh. Colaboraciones que de repente uno sabe cómo y por qué pasan, pero se agradecen. Le dan novedad y sabor a lo que ya se ha oído antes, le da chance a un público de descubrir otros sonidos. Y es que siempre sonará cursi, pero siempre será verdad: la música une. Y ojalá al Vive nunca se le olvide celebrarlo.