Recuento del Vive Latino 2024, el festival con más tradición en México

Texto por César Sánchez (@julzjulzjulz) y Alddo Fernández (@notalddo).
Fotos por Mon de León (@monlikesmusic) y Erick Rivera (@erickmute).

El festival con más tradición por excelencia en México y el más longevo también, Vive Latino, se vivió por primera vez fuera del Foro Sol y aunque en principio resultó extraña su reubicación tras 25 años, volvió a confirmarse como la celebración anual de la música latinoamericana.

El Autódromo Hermanos Rodríguez desde hace 14 años es la casa del Corona Capital, desde 2017 también es hogar del EDC –el festival más importante de música electrónica en la CDMX–, vio nacer al Emblema y, tras dos ediciones en el Foro Sol, en 2019 el Flow Fest también se mudó a la Curva 4.

Y con una nueva ubicación que ofrece un espacio más abierto, mayor oferta gastronómica y cultural. De hecho, hasta se percibió en el aire un cambio en el público de no sentirse tan apretado y sobre todo en la calidad de la producción, ya que el sonido de los escenarios se escuchaba superior a años anteriores, aunque quizá algo tenga que ver el nuevo patrocinador Amazon.

Sábado, festejo a la diversidad

Con la primavera asomándose en el horizonte, la 24ª edición del Vive Latino irrumpió en el calendario musical, trayendo consigo la promesa de una experiencia inigualable. El 16 de marzo el festival arrancó con una mezcla vibrante de debuts emocionantes, esperados regresos, y una atmósfera cargada de ritmos que puso a bailar a todos.

Celebrando la riqueza del rock latinoamericano e internacional, este día asistieron aproximadamente 80,000 personas (según datos de OCESA). Para sus 24 años de historia, esta edición tuvo lugar por primera vez en el Autódromo Hermanos Rodríguez. Además de los shows musicales, el festival amplió su oferta de entretenimiento con espacios como una carpa dedicada a la comedia y un ring de lucha libre, añadiendo diversidad a las experiencias disponibles para los asistentes este año.

El esperado retorno de Belanova, Fito Páez y Panteón Rococó al escenario capturó la anticipación de la audiencia, señalando algunos de los momentos cumbre del sábado. Además, la edición 24 resaltó por su diversidad musical, desde el cierre de la gira internacional de Jorge Drexler, pasando por una electrizante selección de punk rock con leyendas como Billy Idol y Bad Religion hasta la presentación de talentos emergentes como Sgt Papers.

La presencia internacional se sintió fuertemente con actos como Gogol Bordello, Portugal. The Man, y Greta Van Fleet, complementada por talentos locales como Sussie 4, Sonido Gallo Negro, y Santa Fe Klan, enriqueciendo la experiencia con una mezcla perfecta de géneros y orígenes. Estas actuaciones definieron el espíritu del primer día del festival reflejando la esencia vibrante y diversa del Vive Latino.

La actuación de Belanova en el Vive Latino fue un regreso triunfal que marcó uno de los momentos más memorables del día. Este icónico trío de electro-pop, originario de Guadalajara y compuesto por Denisse Guerrero, Édgar Huerta y Richie Arreola, se subió al escenario por primera vez en seis años, entregando una actuación que quedará grabada en la memoria de los asistentes.

La noche se llenó de emoción con miles de fans cantando éxitos como ‘Me Pregunto‘, ‘Niño‘, ‘Baila Mi Corazón‘ y ‘No Me Voy A Morir‘, este último en una colaboración estelar con Mon Laferte. La presencia escénica de Guerrero, vestida con un velo de novia y sosteniendo un ramo de rosas rojas, fue el preludio perfecto para ‘Rosa Pastel‘, canción con la que cerraron su espectáculo.

Cortesía de OCESA

Por su parte, Fito Páez encendió el Vive Latino con su inconfundible carisma y talento, marcando su regreso al emblemático festival con un grito que resonó entre los asistentes: «¡Vive Latino, vive mundial!». Sentado al piano, deleitó al público durante una hora con una selección de sus éxitos más queridos, como ‘Dos días en la vida‘ y ‘Ciudad de pobres corazones‘, creando un ambiente de euforia colectiva.

Sin embargo, el clímax de su actuación se vio abruptamente interrumpido cuando, preparado para cerrar con ‘Mariposa tecknicolor‘, uno de sus temas más celebrados, le informaron que debía finalizar su set, desatando la frustración de fans y del mismo Páez. A pesar del desencanto por no poder compartir esa última canción, el artista expresó su gratitud hacia la Ciudad de México en redes sociales, destacando la ironía de las restricciones que impidieron ese momento culminante, pero sin ignorar el brillo de una noche que, hasta ese instante, había sido perfecta.

Cortesía de OCESA

El distinguido compositor y cantante uruguayo, Jorge Drexler, encontró en el Vive Latino el escenario perfecto para poner el broche de oro a su extensa gira promocionando Tinta y Tiempo (2022). Después de recorrer el mundo durante casi dos años y ofrecer el show número 100, Drexler desembarcó en este festival para compartir una experiencia única repleta de música, literatura, ciencia y reflexión filosófica. Con una colección de éxitos, desde ‘El plan maestro‘ hasta ‘Bailar en la cueva‘, su actuación capturó la esencia de la «euforia chilanga», entregando cerca de una hora de pura magia musical.

Cortesía de OCESA

Con su emblemático punk rock, Bad Religion brindó una actuación que capturó la esencia del espíritu rebelde del Vive Latino. Curiosamente vestidos al estilo ‘godínez’ en un guiño irónico a la cotidianidad, la banda desplegó un show cargado de energía y diversión, arrastrando al público a una ola de entusiasmo. Entre el slam y vuelos de vasos de cerveza, temas como ‘My Sanity‘ y ‘No Control‘ resonaron como himnos de un momento inolvidable, subrayando la versatilidad y el fervor que caracteriza a este festival.

Billy Idol tomó el lugar de los Scorpions, transformando lo que podría haber sido una simple sustitución en uno de los momentos más espectaculares del festival. Su energía y maestría como showman brillaron a través de himnos como ‘Dancing With Myself‘ y ‘White Wedding‘. La actuación de Idol, aunque breve, dejó una marca en el Vive Latino, gracias también a los memorables riffs de Steve Stevens. Este inesperado cambio resultó ser un triunfo, convirtiéndo su presentación en una de las más destacadas y coreadas por el público.

Este sábado de Vive Latino 24 no solo fue un homenaje al rock latinoamericano sino también una plataforma para la diversidad cultural, evidenciando la riqueza y el dinamismo de la escena musical actual. Con actuaciones inolvidables y una atmósfera de euforia colectiva, este festival reafirma su lugar como un encuentro esencial para los amantes de la música en México.

Domingo, un cambio de era

El cierre del Vive Latino –al igual que el sábado– abrazó la diversidad y ofreció talentos musicales para todos los gustos y edades sin importar nada más que la satisfacción de vivir una experiencia del histórico festival.

A días de comenzar la primavera, el calor pegó fuerte incluso cuando cayó el sol pero eso no impidió a nadie cantar, bailar y disfrutar al máximo ya sea solo, con pareja o amigos todo lo que el festival tenía preparado para cerrar esta edición.

Tras su regreso a los escenarios luego de 18 años de ausencia, la icónica banda mexicana Ultrasónicas volvió a pisar un escenario del Vive Latino, fieles a su historia y recordando los antiguos toquines de sábado por la tarde en el tianguis del Chopo a finales de los 90 y principios de los dosmiles, con su característica irreverencia, rebeldía y polémica.

La agrupación mexicana ahora en forma de trío compuesta por Roxxxy Glam, Ali Gua Gua y Jenny Bombo, se presentó frente a un considerable público que fácilmente superaba los 30, y suele ser raro por ser a muy temprana hora, aunque la realidad es que nadie quería perderse este legendario retorno, el cual hasta la propia Jessy Bulbo veía casi imposible de suceder.

Foto de Gritaradio

Antes de caer el sol, el segundo escenario más grande del festival recibió al trío regio de las hermanas Villareal Vélez, The Warning. Con una trayectoria ciertamente polémica para algunos, las hermanas lograron demostraron tener el talento para presentarse en un escenario grande

Su repertorio está compuesto en su mayoría por canciones interpretadas en inglés, aunque en su presentación incluyeron su nuevo sencillo en español titulado ‘“’Qué Más Quieres‘, el cual será parte de su próximo álbum titulado Keep Me Fed (2024). Como sorpresa, invitaron a Jay de la Cueva quien no necesita presentación y con quien tocaron en conjunto ‘Martirio‘ antes de terminar su show.

Foto por Carlos Mena

Honestamente, una de las sorpresas personales fue la presentación de Semisonic. Y aunque su talento está comprobado, era difícil saber cómo les iría en un festival latino donde las bandas anglosajonas noventeras suelen pasar desapercibidas.

Con gusto podemos decir que este no fue el caso, sino todo lo contrario. La carpa Little Caesars se llenó de adultos treintañeros para cantar con nostalgia al unísono himnos noventeros como ‘Secret Smile‘ o ‘Closing Time‘, los cuales forman parte de series como Charmed, Dawson’s Creek y comedias románticas gringas. (sí, te estoy viendo a ti Friends with Benefits con Justin Timberlake y Mila Kunis).

Cortesía de OCESA

Quizá la presentación más emotiva de la noche fue el show de la artista originaria de Xalapa, Veracruz, Silvana Estrada, y no es una opinión sino un hecho ya que todo su set fue todo un viaje en el que nunca dejó de agradecer al público su apoyo, y es que la energía percibida se sentía a flor de piel.

Cada una de sus interpretaciones fue un golpe certero al corazón. Silvana estaba tan conmovida que por momentos se le entrecortaba la voz al cantar casi al borde de las lágrimas e incluso debió repetir el inicio de su versión de ‘Clandestino‘, original de Manu Chao.

Previo a tocar ‘Si Me Matan‘, Silvana deseaba sumarse al reclamo femenino de igualdad en este mes de la mujer y se las dedicó a todas las mujeres: «La quiero cantar porque aún es marzo. Por un futuro donde los carteles de festivales de México y el mundo haya más mujeres, más músicas, productoras, arreglistas; ese es el mundo que yo quiero ver y nos merecemos todas, todos, todes».

Se dio un tiempo para interpretar ‘Cure for Me‘, y luego invitó al escenario a Kevin Kaarl para tocar ‘Al Norte‘, realizó su bellísimo cover de ‘Tom’s Diner‘, himno original de Suzanne Vega y para finalizar, invitó a Daniel, Me Estás Matando para interpretar ‘Tenías que ser tú‘.

Uno de los actos más esperados del festival era la presentación de Samuel T. Herring y compañía, y es que no existe forma de describir con palabras la energía y presencia que desprende el vocalista sobre el escenario. 

Puntuales, Future Islands abordó el escenario y la gente no se detuvo un segundo en parar de bailar ni gritar en la siguiente hora. Para la gran mayoría del público era la primera vez que veían a los originarios de Baltimore en vivo y se notaba su emoción en cada canción al cantar de principio a fin, desde que abrieron con ‘King Of Sweden‘ hasta cerrar con ‘Tin Man‘. 

Las lágrimas entre los asistentes aparecieron rápidamente y es que clásicos como ‘Seasons (Waiting On You)‘ y ‘A Dream Of You And Me‘ fueron el inicio de un show que a pesar de ser corto, sí sería catártico y emocional, por decir lo menos.

Fiel a su estilo, Samuel no canta las canciones sino las vive con pasión e intensidad como si fuera la primera vez que las interpreta. Sufre las letras como si reviviera aquellos episodios que lo llevaron a componerlas y ese sentimiento logra transmitirlo al público, situacion que actualmente pocos frontman consiguen.

Uno de los datos más curiosos de esta edición, es que esta fue la primera ocasión desde el nacimiento del Vive Latino en 1998 que la legendaria banda mexicana Maná pisó el escenario del festival con más tradición del país.

Recién iniciada su presentación, el icónico vocalista agradeció estar ahí: “Nos da un chingo de gusto estar aquí en nuestro primer Vive Latino”. A pesar de tocar previo a los Kings of Leon, los mexicanos parecían ser la verdadera clausura del festival porque atrajeron una cantidad enorme de asistentes al escenario principal. 

El cuarteto originario de Guadalajara sorprendió con un setlist que recorrió sus mayores éxitos de su carrera. Aún incluso quienes no siguen a la banda conocían alguna canción por lo icónicas en la cultura popular, como ‘El Muelle de San Blas‘, ‘Vivir sin Aire‘, ‘Bendita tu Luz‘ y ‘Rayando el Sol. Además, recordaron a Carlos Santana con ‘Corazón Espinado‘, aquél clásico realizado en conjunto en 1999.

Y finalmente, para cerrar esta edición del festival aterrizaron de la Feria de León los hermanos (y primo) Followil de Kings of Leon. Si bien el show fue recibido con entusiasmo por los asistentes al corear todas las canciones, sí se sintió un poco desangelado con la elección y orden de las canciones, incluso por momentos faltó un poco de intensidad e interacción con el público, el cual fue nulo.

Problema aparte de la banda, hubo algunas fallas con las pantallas laterales del escenario que no se encendieron por completo hasta el último tercio del espectáculo y en consecuencia, se oyeron los silbidos por algunos momentos.

La realidad el setlist dejó satisfechos a –casi– todos al abarcar literalmente toda su discografía compuesta por sus ocho álbumes e incluso su siguiente producción Can We Please Have Fun (2024) a estrenarse en mayo. Sonaron clásicos como ‘Molly’s Chambers‘ de su álbum Youth & Young Manhood (2003), el himno que es ‘Taper Jean Girl‘ de su segundo disco, la emotiva ‘Pyro‘ y hasta su más reciente sencillo ‘Mustang‘. 

Y por supuesto, no podía faltar a esta celebración los temas con los que alcanzaron el punto más alto de su carrera, ‘Use Somebody‘ y ‘Sex on Fire‘, ambos de su disco más premiado –aunque siendo totalmente honestos y críticos no es el mejor– Only by the Night (2008).

Foto de Stephania Carmona / Sopitas

Un concepto conocido pero evolucionado

Hay quienes dicen que el Vive Latino ya no es lo que fue; muchos afirman que perdió el rumbo del rock al orillarse a explorar géneros y estilos diversos como, al menos recientemente, hip hop, electrónica, corridos, alt-rock y demás. Pero Vive Latino, como su propio nombre lo dice, es un encuentro de culturas del mundo a través de la música.

Particularmente estamos en el momento adecuado para visibilizar eso, y además la curandería del festival realmente se adaptó a las exigencias del público. Ahora los festivales en México optan por una mezcolanza de culturas y sonidos, quizá para albergar cuanto más género se pueda debido a la hiperestimulación de los consumidores. Actualmente el mismo escucha de Junior H puede escuchar Semisonic, Panteón Rococó, Ralphie Choo y Yves Tumor.

También esta edición del Vive Latino marcó pauta en cuanto una nueva generación de headliners. Que Café Tacvba, Molotov o Caifanes siguen ahí, pero en algún momento se irán, y afortunadamente nos percatamos de los próximos nombres que hasta ya aparecieron en letras grandes.

Casos como Silvana Estrada, Sabino, Kevin Kaarl, Junior H, Santa Fe Klan o José Madero dan confirmación de un salto generacional. Son artistas que por sí solos logran hazañas impresionantes, además de marcar tendencias sonoras e inspirar a generaciones enteras, como en su tiempo lo fueron aquellos artistas históricos.

Vive Latino sigue siendo el festival que conocimos, en sustancia, pero en forma evolucionó y cambió, y aunque quizá no lo hizo junto a su fiel público, sí está atrayendo nuevos asistentes motivados por conocer y comprender el mundo actual a través de la música.

Más que un festival, el Vive Latino se posiciona una vez más como un catalizador de encuentros, donde la música trasciende barreras y teje conexiones inquebrantables entre artistas y audiencias. A medida que las luces se apagaban y los ecos del festival se desvanecían, queda claro que la experiencia Vive Latino es una cita imprescindible, nos quedamos muy emocionados por lo que traerá el festival en los próximos años.