‘I want to go and write music that announces to you that you can feel something. I don’t want to tell you what to feel, but I just want you to have the possibility of feeling something’
Hans Zimmer
Un soundtrack puede decir tanto como un diálogo, un plano. La música al fondo de una escena puede definir lo que vemos, cómo reaccionamos a lo que vemos. Porque a veces escuchar, significa ver.
El cine es, actualmente, un terreno audiovisual. Audio/Visual. Por supuesto, es innecesario debatir que el eje primordial del llamado séptimo arte es lo visual. Sin embargo, a veces olvidamos el poder de la otra mitad del término. No precisamente el sonido de una película, sino la música de una película.
Frank Darabont, director (The Shawshank Redemption, The Green Mile) dijo: ‘Sin música, no tienes emoción en una película, y eso es de lo que se tratan las películas’. En resumen, el cine es emoción. Con los años he ido entendiendo que para ver cine no sólo hay que saber observarlo, hay que oírlo. En concreto, hay que escuchar al cine.
A continuación, te presentamos una lista de bandas sonoras originales que se volvieron pieza clave dentro de sus películas, elevándolas. Dos elementos, narrativa y música, que una vez se encuentran, pasan a convertirse en una sola cosa. Un solo relato contado en dos diferentes dimensiones.
Ascenseur pour l’échafaud (Elevator to the Gallows) (1958) dir. Louis Malle
Música de Miles Davis
Lo que podría quedarse como un bueno, sin duda, pero estándar filme de crimen, se siente totalmente único por la presencia de la banda sonora creada por el mítico Miles Davis. Trompeta, saxofón, piano, contrabajo y batería se acoplan a lo que sea que la escena requiera. Un tema acelerado, rebelde, vivo y lleno de juventud, un compás quedo y misterioso, o una melancólica trompeta para acompañar a Jeanne Moreau por las calles francesas, para sentir y padecer junto a ella. La fórmula de Malle de misterio-amor-drama sube hasta el último piso del ascensor gracias a Davis.
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Il buono, il brutto, il cattivo (El bueno, el malo y el feo) (1966) dir. Sergio Leone
Música de Ennio Morricone
La filmografía de Sergio Leone siempre ha encontrado una alianza fundamental con su música. De hecho, Leone una vez dijo: ‘Siempre he dicho que mi mejor escritor y guionista es Ennio Morricone’. El bueno, el malo y el feo es la cumbre de esta relación. Y es que Morricone no escribió para Leone, sino Leone para Morricone. El director le pidió al compositor que iniciara con la música inclusive antes de que éste tuviera un guión. Ya en producción, Leone solía poner el soundtrack para los actores, y unx puede verlo. Las acciones, los ánimos, los gestos, van de la mano de lo que uno está oyendo. Las notas de ‘The Ecstasy Of Gold’ empiezan a escucharse, y la flama del spaghetti western refulge como nunca.
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Suspiria (1977) dir. Dario Argento
Música de Goblin
Ver Suspiria de Argento es una experiencia total. Al inicio, el sonido y la música no dan tregua más que en contados, cortos momentos. Explosivo y abrumador, unx pronto capta en lo que se ha metido. La banda de rock progresivo Goblin grabó una versión del soundtrack previo a que película se hiciera. Cuando esta estuvo lista y editada junto a la música, se dieron cuenta de que nada concordaba. Goblin volvió al estudio y experimentaron con todo tipo de sonidos; utilizando instrumentos como el tabla (de la India), el buzuki, y un sintetizador moog, la banda trajo a la vida una banda sonora que emuló el misticismo y la intensidad de la trama.
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Blade Runner (1982) dir. Ridley Scott
Música de Vangelis
Blade Runner es, probablemente, el ejemplo puntual de cuando el compositor se entiende con la película. La película es un relato futurista lleno de máquinas y tecnología que en realidad se siente tan frío y recóndito como el pasado. Sobre todo, a pesar de su etiqueta sci-fi, Blade Runner es y habla sobre lo humano. Y la música creada por Vangelis, productor y músico griego, se siente tal cual. El combo entre sintetizadores e instrumentos como el saxofón que unx creería no va con el estilo de la historia, hacen cercana la narrativa al espectador. Vangelis ayuda a mantener el corazón de Blade Runner bombeando a lo largo de su duración. Cuando Rutger Hauer entrega su icónica línea ‘Todos estos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia’, la música, sutil, bellísima, acompañando a la actuación de Harrison Ford, hace que se enchine la piel.
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The Lion King (1994) dir. Roger Allers y Rob Minkoff
Música de Hans Zimmer
Si alguien dice ‘El rey león’, uno piensa ‘Hakuna Matata’. Es justo. Otrxs pensamos en Mufasa, y en Scar diciendo aquel siniestro ‘Que viva el rey’. Una de los clásicos de Disney más encantadores, se transforma en un drama épico gracias a la composición a cargo de Hans Zimmer. Con la pesadez e intensidad de ‘To Die For’, y después la pureza y la esperanza arraigada en ‘Under the Stars’, Zimmer hace de una película animada para niños, una película animada para todxs. Este soundtrack le dio a Zimmer un Óscar, el primero de su carrera.
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Mononoke-hime (La princesa Mononoke) (1997) dir. Hayao Miyazaki
Música de Joe Hisaishi
Basta escuchar ‘The Legend of Ashitaka’, el primer track de Princess Mononoke, para saber la aventura que uno está por vivir. Las odiseas creadas por Hayao Miyazaki, encantadoras, humanas, vivas, han sido acompañadas en varias ocasiones por la música de Joe Hisaishi. La princesa Mononoke es, quizás, la que más épica. La rebeldía, la audacia, la determinación de San y Ashitaka, la magia, la grandeza de Moro y El Espíritu del Bosque, están presentes en cada nota escrita por Hisaishi. La canción ‘Ashitaka and San’ es una de las más encantadoras en toda la colaboración entre Miyazaki y Hisaishi.
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Titanic (1997) dir. James Cameron
Música de James Horner
Si uno escucha con cuidado, hay momentos en la música de uno de los más grandes romances del cine que te toman por sorpresa. Para Titanic, James Horner quería alcanzar cierta atemporalidad. De ahí, la un tanto inesperada combinación de orquesta, violenta, flautas, música irlandesa y sintetizadores. Es indudable que la ilusión, el romance entre Jack y Rose, y la tragedia inminente no se sentirían iguales sin la banda sonora de Horner. ‘Rose’ es una de las más grandes cartas de amor, escrita en un track de poco menos de tres minutos. ‘Unable to Stay, Unwilling to Leave‘ musicaliza el momento en el que Rose, ya en un bote salvavidas, vuelve al barco en busca de Jack; la rápida, fácil aceptación de saber que, ocurra lo que ocurra, la manera correcta de enfrentarlo, es junto a Jack.
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Under the Skin (2013) dir. Jonathan Glazer
Música de Mica Levi
El cine de terror es uno de los que más sale ganando cuando el sonido es el correcto. Y cuando la música es también la correcta, el producto final tiende a ser impecable. Under the Skin de Jonathan Glazer es un viaje tortuoso, y la banda sonora hecha por Mica Levi tiene demasiado que ver. Levi tuvo al centro de su trabajo instrumentos de cuerda, principalmente la viola, a veces distorsionados y llevados a extremos aterradores que crean un paisaje sonoro tan angustioso como su contraparte visual. Mica trabajó de cerca con Johnnie Burn, ingeniero de sonido de la película, compartiendo continuamente versiones actualizadas de sus trabajos, lo que permitió que sonido y música no pelearan por los reflectores, sino que entraran justo cuando se necesitaran el uno al otro.
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Interstellar (2014) dir. Christopher Nolan
Música de Hans Zimmer
Recientemente volví a ver Interstellar, y noté que el nudo en mi garganta lo había provocado no la imagen, sino la música. Etiquetado por muchos como uno de los mejores soundtracks de la década del 2010, el score de Interstellar es uno de los ejemplos más claros, fuera de los musicales, de cómo la música de una película puede convertirse en un personaje, un narrador. La música nos habla de los personajes, quienes son y también de los lugares que habitan. Habla de la urgencia, la importancia y la razón de sus acciones. Nos hace compartir la búsqueda. Una gran parte del corazón, la inmensidad y la trascendencia de Interstellar viene de lo hecho por Hans Zimmer. Un órgano de iglesia es el instrumento núcleo de la banda sonora, uno que Christopher Nolan describe como una fuente de religiosidad y humanidad que la película necesitaba.
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Challengers (2024) dir. Luca Guadagnino
Música de Trent Reznor y Atticus Ross
Sin duda, el más escandaloso desaire de las nominaciones a los Óscar 2025, verdaderamente difícil (o imposible) de entender. Y es que la dirección de Luca Guadagnino, y la musicalización de la dupla Trent Reznor y Atticus Ross hicieron sexy el tennis. La solicitud de Guadagnino sobre el soundtrack fue realmente específica: ‘Quiero que sea un personaje… Debe ser inevitable. Debe ser un propulsor. Quiero que la audiencia sienta que puede bailar en sus asientos como si fuera un maldito rave. Que sea agresivo. Quiero que la película sea divertida’. Y ciertamente eso es lo que Reznor y Ross hicieron. El dance y el techno llevan el ritmo del partido jugado entre Zendaya, Josh O’Connor y Mike Faist a lo largo de 132 minutos. Es como si la música te retara a dejar de mirar, y ella gana, porque no hay forma de hacerlo.
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Adicional a las ya mencionados, por acá otros soundtracks que juegan un rol importante dentro de las películas en las que están:
- Psycho (1960) Música de Bernard Herrmann
- Thief (1981) Música de Tangerine Dream
- The Thing (1982) Música de Ennio Morricone
- Merry Christmas, Mr. Lawrence (1983) Música de Ryuichi Sakamoto
- Twin Peaks: Fire Walk with Me (1992) Música de Angelo Badalamenti
- The Shawshank Redemption (1994) Música de Thomas Newman
- Janghwa, Hongryun (A Tale of Two Sisters) (2003) Música de Lee Byung-woo
- Memoirs of a Geisha (2005) Música de John Williams
- Dune (2021) Música de Hans Zimmer