Dark Mode Light Mode

El ritmo de la vida: cómo la música brasileña da alma al universo de Ovo de Cirque du Soleil

Cirque du Soleil OVO Cirque du Soleil OVO

En Ovo, el espectáculo no solo se mira: se escucha. Detrás de cada baile, actuación y destello de luz y color, se encuentra una banda sonora que transforma esta función del Cirque du Soleil en una experiencia sensorial inolvidable. Compuesta por el brasileño Berna Ceppas, la música de Ovo se convierte en el corazón de las emociones y diálogos de los insectos que habitan en su universo.

El Cirque du Soleil con Ovo se presenta en la Arena Monterrey del 16 al 19 de octubre, trayendo consigo una producción sorprendente con sonido, color y movimiento que reflejan la vitalidad y diversidad de la selva tropical.

Luego de asistir al espectáculo y recorrer el backstage el primer día de sus funciones, puedo confirmar el ecosistema fascinante de Ovo, donde más de 100 personas de diferentes nacionalidades (artistas, técnicos y músicos) se juntan para lograr esta experiencia perfectamente sincronizada que mantiene viva la magia tanto en el exterior como en el detrás de cámaras.

Un carnaval sonoro dentro de la arena

La esencia musical de Ovo nace de la energía tropical de Brasil. Ceppas combina ritmos como la samba, el funk y la bossa nova con elementos electrónicos y orquestales, creando así esta banda sonora que vibra con frescura y sonidos reales de insectos. Esto no es casualidad, ya que la gira fue creada por una directora brasileña e inspirada en la fauna y flora latino-brasileña, lo que se refleja en la sonoridad cálida del espectáculo.

Tres de los siete músicos del elenco también son brasileños, y esa raíz se nota desde el inicio. La apertura, con una melodía parecida a la de la película Río (2011), evoca el Carnaval, los tambores de la samba y la celebración de la vida. Cada tema se ajusta al ambiente: una pieza alegre introduce el nacimiento del “huevo”, mientras que una melodía sombría, con tonos naranjas y percusiones graves, anuncia la llegada de otros insectos.

A veces la música suena graciosa, como un guiño dramático al estilo de Drácula. Otras veces se vuelve melancólica, como en el momento del llanto de uno de los personajes, donde un violín desafinado traduce la emoción pura en sonido.

Una orquesta que vive detrás del escenario

En Ovo, la música no es una pista grabada: siete músicos tocan en vivo desde el backstage, atentos a cada movimiento del elenco y, sobre todo, a la reacción del público. Durante mi visita, pude observar cómo ajustan la duración de los temas, los silencios y las intensidades según el ánimo de la audiencia. Si el público se muestra más entusiasta, se alargan los compases; si una acrobacia necesita más aire, el ritmo se adapta al artista.

Esa flexibilidad convierte la música en un lenguaje emocional compartido entre artistas, músicos y espectadores. Ovo se comunica a través del sonido, donde los artistas expresan sentimientos y pensamientos sin pronunciar una palabra. No hay diálogos hablados, solo sonidos de insectos, melodías y colores que se entrelazan para narrar la historia.

Cuando la música cuenta una historia sin diálogos

Más allá de la espectacularidad visual, Ovo es un relato sobre la vida y su ciclo natural. Cada canción impulsa la historia y acto de cada insecto, culminando con la canción final en la que todos los personajes regresan al escenario para celebrar el renacer.

En tiempos donde el entretenimiento visual domina, Ovo nos recuerda que la música sigue siendo el alma del espectáculo. En cada nota, el Cirque du Soleil reafirma con Ovo que la emoción más profunda no solo se ve, sino que se escucha y que incluso los insectos pueden cantar su ritmo de vida.

Si te interesa la banda sonora de Ovo, ¡puedes encontrar su playlist en Spotify! El show también llegará a la Arena VFG de Guadalajara del 05 al 09 de noviembre y al Palacio de los Deportes de la Ciudad de México del 12 al 23 de noviembre.

Texto por María Rojas (@maria_dla24).
Fotos por Isaac Romero (@isaacrmnz).

Previous Post
Día de Campo 2025

Día de Campo 2025, sinónimo de un domingo sin bajón

Next Post
Fracctal 002

Descubre Fracctal 002, la fiesta de Cassini: fiesta de disfraces y performance musical

Anuncio Spotify