El cuarto disco de la neozelandesa, Lorde, llegó, y Virgin (2025) representa más que el disco pop del verano. Resulta que este trabajo es un almanaque que reúne y revisita toda su discografía para comenzar una nueva etapa creativa.
Virgin (2025) llega cuatro años después de Solar Power (2021) y apenas doce años después de su disco debut, Pure Heroine (2013). Y es curioso el cómo en tan poco tiempo, y con apenas cuatro discos, Lorde es un emblema del pop
¿Cuál fue la esencia Lorde que hizo destacar tanto en sus inicios y ahora? Su honestidad y crudeza emocional femenina llegó en el momento indicado. Un momento donde estas narrativas comenzaron a florecer y entender a un público global de mujeres jóvenes tristes y melancólicas.
Y conforme fue creando estas narrativas, Lorde creció junto a sus fans. Y quizá estas letras ya no eran tan contextuales y ad hoc a las necesidades culturales. Pero ahí empezó el legado: el de explorar y conocerse a sí misma mientras millones conectan con ella.

Virgin (2025) y el nuevo comienzo de Lorde
A lo largo de los 34 minutos de duración del disco, Lorde explora todas sus etapas anteriores. Virgin (2025) pareciera como un disco antología donde abraza todas sus distintas etapas y entregara un manual de cómo fue ser Lorde y las identidades que forjó.
Y como su propia esencia, se siente todo melancólico, porque tal parece que este trabajo es el fin de una era y el inicio de otra. No para mal. Al contrario, para seguir creciendo y explorando nuevas matices.
Revisitar las viejas usanzas de Lorde en Virgin (2025) se siente nostálgico, pero ciertamente sanador, apelando por nuevas aventuras y narrativas.
Escucha Virgin (2025) de Lorde en plataformas digitales.