07. Reseña Un Verano Sin Ti de Bad Bunny

2004. En entrevista para MTV, el rapero Ice Cube -ex miembro de N.W.A- declaró que no se visualizaba a sí mismo con una carrera como rapero después de los cuarenta años. Cuando le preguntaron las razones, se justificó bajo el argumento de que los ritmos que vienen de las calles necesitan de la fuerza arrolladora de la juventud para desarrollarse en su máxima expresión. 

‘’Cuando tienes más de cuarenta años, hijos, una esposa, un BMW y una casa en Beverly Hills, es difícil que te crean cuando rapeas sobre fiestas, batallas entre pandillas, despilfarro y desamores pasajeros. El Hip Hop requiere de rebeldía y la impertinencia que solo vives a tus 20’s. Son cualidades a las que ya les veo un final en mi vida; y no soy el único: observa a todos los de mi generación, a los que se montaban en el beat antes que yo: ¿cuántos de ellos tienen una carrera que todavía sea relevante?’’. 

20 de marzo del 2022. Daddy Yankee lanza un video en sus redes sociales en el que anuncia su retiro de la música tras 35 años de carrera. Billboard lo aborda para ahondar en las razones y el ídolo responde:

‘’Es hora de abrirle paso a la nueva generación. Son chicos que vienen con nuevos sonidos, con nuevos intereses. Yo ya hice lo que me tocaba hacer y nadie me va a quitar ese mérito; pero tampoco quiero llegar al punto en el que me saquen porque ya no hago nada emocionante por decir. Hay que ser respetuosos con nuestra propia fecha de caducidad’’. 

La primera entrevista que C. Tangana ofreció tras el lanzamiento de El Madrileño (2021) fue para La Vanguardia. Ante el cuestionamiento sobre el cambio radical de sonido, contesta:

‘’Tenía un disco de Trap puro terminado, literalmente estaba listo para salir. Tenía los videos, la promoción estaba a punto de dar inicio… Todo. Simplemente perdí el interés en sonar así. ¿Sabes? Acabo de cumplir 30 años. Las canciones sobre perseguir mi primer millón ya no tienen sentido en mi mundo. Llegó el momento de cuestionarse otras cosas. Artísticamente solo me interesa alguien que aspire a cambiar el universo con su obra, y es la clase de artista que quiero ser’’. 

En momentos diferentes de la industria; pero que tres figuras tan relevantes del espectro urbano tengan esas opiniones -y tomen tales decisiones- no es coincidencia; y aunque no lo parezca, esa misma conclusión es el principal estímulo detrás de Un Verano Sin Ti (2022), la placa más reciente de Bad Bunny.

Me porto bonito

La pandemia y el consecuente encierro generaron un vacío en el tiempo en el que discos que se publicaron en 2020 entraron en stand by hasta la reapertura de los clubes y las fiestas. Con todo y su éxito en las plataformas de streaming, es posible que YHLQMDLG (2020), Las Que No Iban A Salir (2020) y El Último Tour Del Mundo (2020) sean las promesas incumplidas que más expectativas generaron a su alrededor:  discos hechos para el perreo desperdiciaban su potencial entre la frustración de las pijamas y los cubrebocas.

Sin embargo, la manera de escuchar esa trilogía y el tiempo transcurrido permitieron que Bad Bunny llegara al lanzamiento de Un Verano Sin Ti (2022) más vigente que nunca, con dos certezas que lo situaron en la pole de la industria: La de saberse el artista más relevante de la actualidad y la de ser consciente de que se enfrentaría a las mejores condiciones posibles al momento del estreno… Un momento en el que el mundo lo estaría esperando para dar ‘’carpetazo’’ a la hecatombe.

Por eso, Un Verano Sin Ti (2022) es el disco más importante de Benito desde X100PRE (2019). Seis años de carrera y todos los récords del mundo después, no bastaba con sacar una compilación de éxitos para las pistas de baile. El objetivo -en realidad- era brindar una pista del camino que tomará para evolucionar y proteger su legado. Y es que ninguno de los amagues respecto a su retiro en la trilogía que precede a esta placa son circunstanciales: Bad Bunny lo asume como la analogía de la disyuntiva que lo pone entre la renovación o la muerte. 

Curiosamente, Un Verano Sin Ti (2022) es la muerte… Y la renovación.

Para ello, se vale del álbum más largo de su carrera y en el camino logra lo que Drake jamás consiguió: Que un álbum de 23 canciones y más de una hora de duración sea entretenido de principio a fin. Un logro en absoluto menor si consideramos la manera en que se consume música en la actualidad.

Dividido por él mismo en Lado A y Lado B como si esto fuera 1975, la primera parte funciona como una síntesis de todos los recursos que lo llevaron a donde está: Frases cortas y sencillas pero memorables que giran en torno a situaciones que cualquiera que habite el mundo occidental ha vivido; colaboraciones transgeneracionales -entre el primer Disco de Plan B y el primer mixtape de Rauw Alejandro hay 15 años de diferencia, por ejemplo- y beats accesibles que se alinean con las matemáticas del dembow clásico. Totalmente autorreferencial del sonido Bad Bunny.

Por su parte, la segunda mitad está conformada por una serie de guiños a todas las posibilidades a las que Bad Bunny puede dirigirse cuando decida dejar el reggaetón. Incluso discursivamente, aunque no se desentiende del todo de temas relacionados con vínculos sexo-afectivos, exhibe varias de sus posturas sociopolíticas que solamente habíamos visto expresadas en declaraciones para la prensa o en su participación en la congregación independentista organizada por Ricky Martin y René.

Partamos de ‘El Apagón’, un track sobre el orgullo puertorriqueño que se ubica en el mismo ecosistema retórico de canciones de Calle 13, Álvaro Díaz, Coastcity y Buscabulla. De entrada, el título hace referencia a las fallas en el servicio de electricidad que aquejan a la isla luego de las reformas privatizadoras del presidente Ricardo Roselló tras el huracán María; posteriormente, procede a enlistar una serie de nombres propios que enaltecen el legado cultural de PR como respuesta al proceso de blanqueamiento de la música caribeña: 

‘’Ahora todos quieren ser latinos pero les falta sazón’’. 

Y cierra con un outro cantado por su novia, Gabriela Berlingeri, en el que se plantea una consigna de protesta ante la gentrificación de Puerto Rico que ha obligado a familias enteras a dejar su hogar de décadas debido al encarecimiento de la vida ahí, como consecuencia de la llegada de estadounidenses y europeos, todo rodeado por un instrumental que mezcla bomba -género folclórico de carácter seminal puertorriqueño- con EDM de los 2000s.

En ese mismo tenor se encuentra ‘Andrea’, colaboración con los ya mencionados Buscabulla, en la que se realiza una descripción general de los problemas implicados en la cotidianeidad de la mujer latinoamericana promedio. El mismo Benito ha explicado que si bien el título es un homenaje a Andrea Ruiz -mujer víctima de feminicidio cuyo caso consternó a todo el país debido a que ella hizo todo lo que estuvo en sus manos a nivel jurídico para evitarlo- la canción se trata de todas. En cuanto a duración, texturas y elementos, es la canción más anticlimática de toda su discografía; pero también la más propositiva, razón por la cual ha sido catalogada como la mejor de la producción por un sector considerable del público.

A nivel de identidad sonora, en Un Verano Sin Ti (2022), Benito muestra su adaptabilidad a géneros menos explosivos: R&B, alt rock, neo-soul, caribeño y confabula con proyectos que parecían lejos de su radar: Desde los mismos Buscabulla hasta The Marías y Bomba Estéreo; lo que sumado a toda su obra previa -principalmente lo mostrado en X100MPRE (2019)- nos pone frente al artista de reggaetón más versátil de su generación, que para intereses de los puristas, lo descarta como reggaetonero y lo establece como lo que realmente es: un popstar total.

Me fui de vacaciones

Un Verano Sin Ti (2022) carece de nasty bangers de las dimensiones de ‘La Romana’ o ‘Safaera’; pero con todo y su carácter transitorio, reformula la manera en la que escuchamos a Bad Bunny: Precisamente, para escucharlo primero y bailarlo después. No es una obra maestra; y sin embargo, lo consolida dentro de la estirpe de los que eventualmente se convirtieron en leyendas… Alguien que sin importar los triunfos masivos y la idealización desmedida, todavía tiene hambre de crecer. 

A partir de aquí, es probable que el Bad Bunny que conocíamos ya no exista; y en su lugar tendremos a uno tan aventurado como para lanzar un disco de post-punk en el momento menos pensado. Que el artista más importante de la actualidad sea latino -y además 100% independiente- es lo más emocionante que nos podía pasar.