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Cazzu en Guadalajara: de las cenizas al fuego, y del trap a latinaje

Cazzu en Guadalajara Cazzu en Guadalajara

El fenómeno social que desató Cazzu en México es digno de admiración y reconocimiento.

Más allá de un nombre que ha sufrido acoso y escrutinio público, en el escenario vimos a la chica originaria de Fraile Pintado, Argentina. Observamos a la madre de una nena de tan solo dos años. Nos deleitamos con la presencia de la escritora, intérprete y creadora de Latinaje (2025), un proyecto que combina la vanguardia de los ritmos urbanos con las raíces de los sonidos tradicionales.

Un álbum que revolucionó la manera de contar historias, un disco que dejó atrás el trap y abrazó con orgullo la cultura latina, una experiencia que este 16 de octubre sacudió la ciudad de Guadalajara.

Cazzu en Guadalajara: Que disparen

Después de dos conciertos en el Auditorio Nacional, la expectativa frente a la compositora argentina era tan alta que se creía imposible superarla. Sin embargo, las luces rojas de los cuernitos de diablo se podían ver desde al menos cuatro calles antes de llegar al recinto.

La vibra festiva que inunda el Auditorio TELMEX cada vez que alguien importante pisa su escenario era palpable: risas, cotilleos, ilusiones y, sobre todo, unión eran algunos de los aspectos más destacables que se podían apreciar en el lugar.

Sin exagerar, Cazzu logró algo que pocos músicos consiguen: reunir diferentes mundos en un mismo espacio. En un mundo globalizado donde poco a poco se rompen las etiquetas, aún podemos identificar a ciertos grupos como los reggeroneros, rockeros, poperos y, antes, exclusivamente los traperos. Latinaje, más allá de abandonar su esencia, fue una puerta para que más grupos sociales, estilos y gustos conocieran el potencial de la Jefa.

Un espectáculo más allá de lo esperado: luz, arte y pasión en escena

Pocos minutos antes de las 21:00, el auditorio estaba casi lleno. Aunque algunos asistentes entraron una vez que había comenzado, ya que es común que los dejen esperar, Julieta Emilia Cazzuchelli demostró ser, ante todo, bastante puntual.

A las 21:15, las luces iluminaron una choza improvisada; frente a ella, una sola mesa y una silla. El sonido del violín inundó la sala, y sentada con micrófono en mano, la nena trampa estaba lista para asombrar a todos.

El show inició con un aura serena y melancólica al son de ‘Ódiame‘. Desde lo alto, una luz iluminaba parte del escenario mientras las letras y melodías fluían de sus labios. No tardó mucho en ponerse de pie y ser acompañada por sus bailarines, quienes al ritmo del tango desfilaban por la tarima, danzando y festejando.

Pasaron unos minutos entre canciones y alabanzas del público, cuando de repente Cazzu desapareció de la vista de todos y la choza se dividió en dos, dejando ver a la cantante en un escenario completamente diferente, ambientado como un restaurante mientras sonaba Mala Suerte. Ahí fue cuando los presentes comprendieron que el show había comenzado de verdad.

Entre mímicas, canciones y actuaciones, la Jefa ofrecía una obra de teatro completa que retrataba a la perfección el carisma y despecho que transmite Latinaje.

Paralelamente, Cazzu mostró el talento que la consolidó como la jefa del trap, ya que temas como ‘Nena Trampa‘, ‘Mucha Data‘, ‘Nada‘ y ‘Peliculeo‘ encendieron las gradas del TELMEX.

Bailarines sobre las mesas, pequeñas pausas de actuación al estilo de una película muda, coreografías y gritos del público: pasaba tanto en el escenario que era difícil procesar la emoción que gradualmente aumentaba.

Del personaje a la intimidad

Después de una hora, todo se intensificó más. Cazzu salió del escenario, pero sus bailarines se quedaron para dar una última demostración, lanzando confeti y billetes de papel mientras recibían aplausos del público. Al finalizar, la palabra ‘Fin’ se proyectó en pantalla, dejando a algunos desubicados.

Pero claramente, esto no era todo. La producción regresó a oscuras para retirar el montaje y dejar a la vista la banda sonora, unas cuantas flores y matas como decoración.

Frente a esto, Julieta apareció nuevamente con vestimenta diferente y dijo: ‘Hola Guadalajara, ¿me tardé mucho en saludar?’. Los gritos y aullidos del público la hicieron reír, dando inicio a su interacción con los asistentes.

Cantó ‘La Cueva‘ después de agradecer por la presencia y el recibimiento, haciendo el momento aún más emotivo y significativo.

Del personaje a la intimidad

Si pudiéramos resumir el show de Cazzu en Guadalajara, podría decir que se divide en dos partes: la primera, una interpretación teatral en la que crea un personaje más rudo y dominante. La segunda, Julieta Cazzu personal, más relajada e interactuando con el público.

Cuando llegó el momento de escuchar Inti, los globos amarillos, las luces y los soles se alzaron en un acto bello que conmovió a todos, mientras agradecía desde el escenario con lágrimas en los ojos.

Julieta bromeó con sus fans, platicó entre canciones e incluso compartió micrófono con una de ellas para cantar una fracción de ‘Chapiadora‘. Sorprendió a todos al interpretar algunas canciones de Jenni Rivera, confesando que eran sus favoritas.

Poco a poco se acercaba el final de la noche. Aunque avisaba que quedaba poco tiempo, la mayoría decidió ignorarlo y seguir gritando la letra de ‘La Otra‘.

El baile, la fiesta y la alegría desbordaban la sala. Cuando sonaron los primeros acordes de ‘Menú de degustación‘, todos supieron que se acercaba el cierre.

Casi al finalizar, Cazzu ayudó a algunos asistentes a subir a la pasarela para bailar a su lado. Una explosión de confeti cubrió las primeras filas mientras los gritos del público se intensificaban. Tras despedirse, salió del escenario con calma.

El confeti cayó, las luces de los cuernos de diablo se apagaron y la multitud se dispersó, a la espera de la próxima visita de la Jefa.

Fotos de Edly Jastrow (@tears.over.beers.x).

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