06: ‘CALL ME IF YOU GET LOST’, la bitácora de Tyler, The Creator de todo lo aprendido y el concepto del mixtape

Tyler, The Creator ha seguido un esquema impuesto por él mismo desde hace un par de años: Lanzar un álbum cada dos años, y aunque más que un simple lanzamiento musical, éste viene acompañado de una diferente manera de desenvolverse y mostrar su multifacética personalidad de fácil adaptación a cualquier concepto o idea que se le presente. Disciplina y constancia. Así nomás.

La justificación de lo anterior lo podemos abordar -desde la perspectiva del ojo común a.k.a. mainstream– por el IGOR (2019), álbum que lo catalogó dentro de la élite del rap mundial y hasta de la producción inspirándose directamente por Pharrel Williams y Kanye West; muchos hablan de que este trabajo lo hizo merecedor del Grammy a mejor álbum de rap, pero dejémonos un rato de cosas y paremos de determinar a los Grammys como algo que realmente merece reflectores.

No por hater, sino por las delimitaciones del monopolio cultural que suponen estos premios, además de que IGOR (2019) ha sido lo más alejado al rap que ha hecho Tyler. Lo que sí estuvo bueno fue que gracias a la presea, Tyler se dio a conocer aún más fuera de su nicho de rap o quienes lo seguían desde Odd Future, obteniendo un alcance nunca antes visto en su carrera, y que aparentemente supo aprovechar dos años después.

Aunque no demerito realmente el trabajo artístico de Flower Boy (2017) y el IGOR (2019), porque son excelentes discos, sin precedentes, además dos los dos responsables de que hoy en día Tyler, The Creator sea considerado lo que es considerado por el mismo público y la crítica.

El camino del héroe

Lo que nos trae acá es el resultado de distintas exploraciones con anteriores trabajos; los más adeptos consideran a Wolf (2013) como el mejor trabajo de Tyler como rapero -hablando desde el hip hop-, y a los dos últimos discos como una cátedra del neo-soul y R&B alternativo. Estamos de acuerdo con ello. Pero la convergencia entre ambos estilos es marcable se da aquí, en CALL ME IF YOU GET LOST (2021).

La pregunta que muchos nos hacemos es: ¿Cómo Tyler, The Creator evolucionó de un rapero misógino, violento y homófobo a una de las figuras más representativas del hip-hop contemporáneo actual y de la cultura LGBT+? Considero este el camino del héroe. Dirían por allí en reseñas del películas «el cliché del villano que se vuelve héroe», esto en base a un autodescubrimiento y descubrimiento del mismo mundo.

Primero un homófobo, líricas por las cuales sería duramente criticado y «cancelado» hoy en día, pero que en Flower Boy (2017) e IGOR (2019) Tyler se abrió ante el mundo y dejó ver su lado más introspectivo, empatizando con más público, no mayor de los 30 años generalmente -y por lo que se ve en estos grupos de Facebook donde se alaban a raperos contemporáneos-.

Baudelaire

Como cada disco, Tyler nos presenta a un nuevo personaje: Tyler Baudalaire, un joven enamorado de una chica que sigue aún con su novio. Esta muchacha quiere a Baudalaire por las sensaciones que le hace sentir, pero no quiere dejar a su pareja porque aún lo quiere. Confusión pura.

Esta narrativa del triángulo amoroso es prácticamente la misma a la narrada en IGOR (2019), lo que le resta puntos. Lo que sumaría es que el argumento romántico está más presente. Un discurso simple pero que nos sirve, pero hasta allí. El pináculo lírico de este argumento se aprecia de sobremanera en ‘WILSHIRE‘

Hablo de CALL ME IF YOU GET LOST (2021) como una especie de mezcla entre las dos personalidades que ha tenido Tyler desde sus inicios solistas hasta el álbum antecesor a este: Por un lado un violento y obsceno, por el otro un joven incomprendido y lleno de inseguridades. La esencia más pura del Wolf (2013) y Goblin (2011) se presenta particularmente en las líricas explosivas y confrontativas, mientras que las instrumentales mayormente ambientales se encargan de llevar la esencia de Flower Boy (2017) e IGOR (2019) a este nuevo trabajo.

También Tyler menciona su acercamiento a la fama y el alcance que tiene hoy en día en el disco, pero no de forma ‘humilde’, más como un alardeo, levantándose el cuello como dicen. La puritita esencia Tyler de antes.

El mixtape

CALL ME IF YOU GET LOST (2021) funciona como mixtape, pero no como LP. Quizá este álbum se vendió como un disco tal cual pero Tyler lo veía de otra manera, no lo sé. Lo que sí sé que este CALL ME IF YOU GET LOST (2021) está altamente influenciado por la fiebre del mixtape de los 2000s, esto por la ejecución y la narrativa sonora del disco y por la presencia de DJ Drama, actor fundamental para la cultura del mixtape.

Digo que no funciona como LP por la inconsistencia del disco, porque sí, es inconsistente, como disco, pero como mixtape es una maravilla. Antes hablaba de que Tyler tomó lo mejor de todos sus anteriores álbumes, poco de aquí poco de allá, pero faltó un disco por mencionar: Cherry Bomb (2015). ¿Qué toma Tyler de este trabajo accidentado? Dos cosas solamente.

La primera: La inconsistencia. Al ser una especie de «tributo» al movimiento mixtape, el álbum funciona como un conjunto de tracks, pero la narrativa conceptual que rodea cada trabajo de Tyler se siente distante en CALL ME IF YOU GET LOST (2021), como si no existiera o no estuviera trabajada de la mejor manera. En conjunto difícilmente se siente como un disco autosuficiente, cada canción en particular actúa de mejor manera.

¿Cuál es el problema de ser -aparentemente- un mixtape? Que muchas canciones se pierden o pasan desapercibidas por esta manera rara de mezclar el disco, es por eso que CALL ME IF YOU GET LOST (2021) funciona como mixtape, porque como álbum pierde un hilo conductor no solo argumental, sino de atmósfera o inmersión también.

La segunda: Las colaboraciones. En Cherry Bomb (2015) abundaban las colaboraciones, demasiado, excesivo. De esas veces que cansa la mirada leer todos los participantes de una canción. Sin embargo, estas funcionaban para no dejar decaer el disco; feats con Kanye West, ScHoolboy Q o Lil Wayne acompañaron a Tyler durante este raro espécimen de su carrera.

Lo mismo pasa con CALL ME IF YOU GET LOST (2021). La diferencia radica en que estas colaboraciones -donde aparecen nombres como Lil Uzi Vert, Teezo Touchdown o Pharrel Williams- no opacan a Tyler. Funcionan. Pese a ser un álbum en su mayoría colaborativo, resulta uno de los trabajos más introspectivos del rapero, descendiente de la escuela de sus dos anteriores trabajos.

Un Tyler más pulido

Hay un par de canciones que directamente son increíbles, como los acercamientos al jazz de ‘HOT WIND BLOWS‘, ‘MASSA‘ o el giro estilístico de ‘SWEET / I THOUGHT YOU WANTED TO DANCE‘. Un detalle que personalmente me dejó confuso y raro fue el final del disco. Éste cierra con ‘SAFARI‘, extraña manera de terminar el disco, poco concluyente -por no decir nulo- y anticlimático, cortando de tajo todo trayecto argumental que venía cargando difícilmente el disco.

Sin embargo, CALL ME IF YOU GET LOST (2021) es la contestación correcta y atinada de Tyler, The Creator para quienes creían que había dejado de lado todo el rap para enfocarse en su faceta más pop. Callando bocas. Su capacidad de rapeo y su delivery enfermizo de barras no se ha ido, y podríamos decir que se ha perfeccionado, sabiendo mezclarse con su más reciente versión «adecuada para todo público».

Tyler no se ha ido, sigue vigente gracias a su arduo trabajo sin descanso desde 2011. CALL ME IF YOU GET LOST (2021) es un disco poco convincente dentro de sí mismo, de esos trabajos que no escucharías de inicio a fin más de cinco o seis veces posterior al lanzamiento. Es más bien un disco de tracks, de hits, sin demeritar, claro.

A pesar de todo esto, hacía falta un disco así para todos los curiosos que teníamos la incógnita de cómo sería un Tyler que utilizara todas las vertientes de su proyecto, todo lo aprendido para realizar un trabajo que tuviera lo mejor de cada disco. Esto es lo más destacable de CALL ME IF YOU GET LOST (2021), y lo que quizá sea considerado como uno de top anual. Ya veremos cómo lo trata el paso de los meses.