Una noche con Allah-Las: Surf, Sol y sonidos psicodélicos en la Ciudad de México

Texto y fotos por Mon de León (@monlikesmusic).

Todo comienza con un sombrero. El trazado de una sola línea que enmarca el escenario. Para lxs no iniciadxs, parece un boceto fugaz. Pero para aquellxs que conocemos a los Allah-Las, se convierte en el comienzo de lo que será un viaje a través del tiempo, una señal de que nuestras almas, muy pronto, se dejarán llevar por las olas psicodélicas que estos “hipsters” californianos crean con su música.

La banda que conoció su química mágica entre los estantes de discos de la tienda Amoeba en Hollywood aterrizó en la capital azteca con su psicodelia sesentera y su sabor a brisa marina californiana.

Las cuerdas de surf y rock psicodélico se proyectaron al fondo del venue y, como si fuera un hechizo, todxs quedamos bajo su encanto. ¿El secreto? La autenticidad. Ahí estaban, en la piel y los huesos de sus canciones, las referencias al garage californiano de los 60, las pinceladas que nos recuerdan a Crosby, Stills, Nash & Young y a The Byrds, pero con un sello único e inconfundible.

El encanto universal de los Allah-Las 

Ah, sí, ¿Recuerdan que mencioné un encanto particular? Bueno, resulta que no sólo cautivaron a los fans acérrimos. Entre las caras familiares del público, destellaba una en particular, Tony Dalton, o como ustedes y yo lo conocemos, Lalo Salamanca de Better Call Saul.

Él también fue parte de esta ola de ritmos y nostalgia. En un descanso, podía verlo desde la distancia, conversando y riendo con una cerveza en mano. ¿Y por qué no? Al fin y al cabo, la música no entiende de roles o de papeles, sólo de corazones y oídos dispuestos a sentir.

No importa si eres un actor famoso o una reportera que vino a documentar a través de fotos y crónicas, a los Allah-Las te hacen sentir que formas parte de algo único, y eso, amigos, es la verdadera magia de la música.

La noche es calurosa, como si México intentase igualar el clima veraniego del hogar de la banda, creando una simbiosis perfecta entre el entorno y la música. Inician la noche con ‘No Werewolf‘, una canción que establece inmediatamente su sonido retro, con ecos de nostalgia y sensualidad. El juego entre las notas melódicas y los ritmos languidos nos envuelven, y somos unx con la música, oscilando al ritmo de ‘Had It All‘.

Obstáculos superados y un adelanto de su próximo álbum

Miles, el frontman, nos comparte que este concierto casi no ocurre, por un problema con las visas. Pero aquí están, por amor a la música y a nosotros, sus fans. Nos deleitan con un adelanto de su próximo álbum. La canción se desliza por el ambiente como un suave vino tinto, y nos sumerge aún más en el universo de Allah-Las.

La noche se va llenando de melodías que hablan de sus influencias y de su pasión por explorar sonidos, son como una brisa de aire fresco en esta noche veraniega. 

El concierto llega a su fin con ‘Catamaran‘, su primer sencillo. La canción sigue siendo un himno de su estilo y su pasión por la música, y nos hace pensar en cómo han crecido y evolucionado desde su lanzamiento. El aplauso es ensordecedor, una despedida y un hasta luego, una promesa de que nos volveremos a encontrar en este mar de música y emociones.

Un viaje emocional y un agradecimiento a los organizadores

La noche con los Allah-Las fue un viaje, una travesía por las olas del sonido y las emociones. Nos recuerdan que una buena banda no necesita “dar un show” espectacular para hipnotizarte y llevarte a lugares recónditos de la mente. Todo lo que necesitan está en su música, en sus melodías, en su pasión. Y en nosotrxs, su público, que seguiremos surfeando esas olas con ellos, una y otra vez.

Gracias Hipnosis, por traernos esta banda una vez más a los escenarios mexicanos.