Si describo a un artista mutante y multifacético, que mezcla sensibilidad y audacia y que es una de las imágenes más representativas del bedroom pop sabemos que nos referimos a rusowsky.
Si describo un fondo amarillo brillante con una silueta negra de un gorila en estilo 2D en formato 1:1; sabemos que nos referimos a su álbum debut DAISY (2025).
Si describo puestos de merch fake con camisas con la frase: “baby nos besamos en todas partes” y llaveros con el cuerpo de Hannah Montana y la cara del Ruso; sabemos que nos referimos a que el concierto de Rusowsky está en puerta.
Si describo cientos de personas con camisetas amarillas, con shapka-ushankas, lentes de sol, una fila enorme que abarcaba cinco cuadras; sabemos que nos referimos a un show muy aclamado, que terminó siendo sold out.
Y, si describo juventud, creatividad, melancolía y la atención de miles de personas que cantaron y encontraron consuelo a través de la música en vivo, donde las pantallas se pintaron de amarillo con visuales de gorilas, gatos, memes y estética 2yk; nos remontamos al show de Rusowsky el pasado viernes 10 de octubre en las instalaciones del C4 Concert House.
Biromba, biromba, biromba
El concierto comenzó puntualmente a las 21:00 y fue cuando Rusowsky se hizo presente con una emblemática peluca rubia. Un guiño visual que se convirtió en parte de su identidad escénica y de la energía del show.
Durante hora y media el público se dejó envolver por un viaje sensorial que navegó entre los paisajes sonoros de DAISY (2025). Además de tocar algunos de sus temas más emblemáticos, como ‘LOTO‘, ‘mwah :3‘, ‘pikito‘, ‘brujita‘ y ‘VALENTINO‘.
Cada rincón del foro vibraba al ritmo de la música. Y el público se mantuvo entregado al momento de corear, brincar y sentir cada tema a flor de piel.
A lo largo del concierto, los visuales acompañaban y reforzaban cada canción, creando paisajes de luz y color que potenciaban la experiencia sensorial.
Todo hacía un match perfecto para crear un espectáculo lleno de intención, donde la música no solo se escuchaba, se vivía en cuerpo y alma.
Biromba, biromba, biromba
Rusowsky también reinterpretó en Guadalajara algunas de sus piezas con versiones instrumentales y minimalistas, siguiendo la estética de sus sesiones en Tiny Desk y GALLERY.
Estos interludes ofrecieron un respiro íntimo y emotivo. Crearon un espacio donde la experimentación sonora se volvía casi tangible. El público podía apreciar cada matiz, cada susurro y cada silencio. Como si las canciones cobraran una nueva forma de resignificar las emociones de las canciones.
Rusowsky se despidió entre luces cálidas y visuales envolventes. Y dejó claro que su música no solo se escucha: sino que se siente, se vive y se recuerda.
rusowsky en Guadalajara: cántame al oído
La combinación de intimidad, experimentación y energía colectiva convirtió la noche en un momento inolvidable. Reafirmando además que cada presentación suya es más que un concierto, es una oda a los altibajos emocionales.
En esta presentación no solo se celebró el debut de DAISY (2025). También reafirmó que Rusowsky sigue consolidándose como uno de los nombres más innovadores y prometedores que logra transmitir emociones y explorar nuevos territorios sonoros sin perder su esencia.
