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Dos décadas de nostalgia: Keane en Monterrey
Donde el house y la pasión se encuentran: RÜFÜS DU SOL en Monterrey

Donde el house y la pasión se encuentran: RÜFÜS DU SOL en Monterrey

Un concierto de melodic house siempre promete una experiencia sensorial única para todos los asistentes; es un lugar donde la música, las luces y la energía del público convergen para crear una atmósfera inigualable. Y RÜFÜS DU SOL fue el puente perfecto que nos transportó a esa experiencia.

La banda australiana hizo vibrar el Estadio Banorte el pasado viernes 14 de marzo, en Monterrey, Nuevo León, con un show que llevó a los asistentes a través de un viaje emocional con ritmos envolventes y secuencias hipnóticas. Desde el primer acorde, el trío logró conectar con la multitud, creando una fiesta cargada de euforia y nostalgia que dejó huella en todos los presentes.

El show comenzó con el dúo dinámico basado en Los Ángeles, Neil Frances, que hizo un esfuerzo por guiar a los asistentes a un viaje psicodélico envolvente que destilaba calidez sonora. Tras una hora de calentamiento, RÜFÜS DU SOL tomó el escenario, demandando atención por encima del vitoreo del público.

La energía que RÜFÜS DU SOL trae a la escena es difícil de explicar; es una corriente eléctrica que recorre el aire e hipnotiza a todos a su alcance. Y así dio inicio el espectáculo, con una tríada perfecta que le robó el aire al público e inició con “Inhale” —la apertura indicada para una noche inolvidable—, seguida de una transición casi imperceptible hacia la fusión de “Lately” y “Breathe”, de su último álbum Inhale / Exhale

Sin dar tregua, el grupo se aventuró y puso el mundo en pausa al interpretar “You Were Right”, desatando una oleada de emoción entre los asistentes, que reconocieron la canción al instante. Con un throwback al inicio de su trayectoria, RÜFÜS nos regresó al 2013 con “Sundream”, que fue acompañada por una interpolación de “Make It Happen”.

“On My Knees” llegó con una poderosa presencia, envolviendo el escenario en un cautivador resplandor rojo intenso que acentuaba la intensidad y emoción del momento. Las luces y el ritmo marcado se apoderaron del Estadio Banorte, ganándose un público devoto que vibraba con cada pulsación de la canción. RÜFÜS presentó la primera coreografía de lasers de la noche con “In The Moment”, proyectando luces verdes y azules por todo el recinto.

Pronto se escuchó “The Life” y “New Sky”, sumergiendo a los asistentes en una atmósfera aún más intensa, donde a cada segundo se parecía elevar la energía colectiva a nuevas alturas. Los tambores de James Hunt se robaron el show durante “Levitating”, con una percusión que se fusionó a la perfección con el falsetto de Tyrone Lindqvist. Luego, el escenario se iluminó con colores fríos durante «Next to Me», creando un contraste hipnótico con la cálida voz de Lindqvist, mientras la transición hacia «Surrender» se hacía tan fluida como la melodía misma. Fue entonces cuando, por primera vez en la noche, cayó confetti sobre el público frente al escenario, aumentando la emoción de la gente. Los lasers siguieron haciendo presencia con “Fire / Desire”, esta vez naranjas y apuntando hasta a los puntos más recónditos recinto. 

A pesar de que “Eyes” es una canción que ha sido presentada una y otra vez, su interpretación sigue siendo un momento de éxtasis colectivo. Cada vez que las primeras notas resuenan, dentro del público surge una euforia que conecta a las personas de la cabeza a los pies. La misma emoción se mantuvo presente con “Alive” y “Always”.

Bajando el ritmo por primera vez en la noche, “New York” exigió atención, creando una atmósfera íntima notoria y cautivadora. Las luces de los celulares comenzaron a brillar en la oscuridad, moviéndose suavemente al ritmo de la música, creando un mar de destellos que iluminaban el Estadio Banorte bajo la noche. La vibra se extendió hasta “Treat You Better”, que al igual que su predecesora, era un himno de entrega mutua, donde artista y público colaboraron para crear un momento inolvidable.

Poco después se presenciaron nueve minutos de magia total, pues el grupo siguió con “Innerbloom”. Básicamente, “Innerbloom” fue la oportunidad perfecta para que todos los presentes se perdieran en el momento, sumidos en la combinación de luces y sonidos que llenaban el espacio bajo el canto de más de ocho mil personas. Un refugio sensorial, RÜFÜS DU SOL le hizo justicia al momento más esperado de la noche, ganándose una ronda de aplausos y gritos al finalizar el momento que envolvió a todos en un trance. 

Tras “Exhale”, canción que marca el final de su último álbum, la agrupación bajó a tomar un respiro y prepararse para el encore, entregando un repertorio de tres canciones que encapsulan perfectamente la esencia de RÜFÜS DU SOL.

Primero, “Break My Love”, uno de los sencillos de su último álbum, deslumbró al público con su introducción singular e inolvidable. La energía en el Estadio Banorte se elevó aún más cuando la agrupación dio paso a «No Place», cuyo coro unió al público al cantarlo al unísono, como una comunión colectiva. Para finalizar, “Music Is Better” fue la despedida perfecta para RÜFÜS; divertida, movida y completamente bailable. Tras otro momento de confeti y saltos eufóricos por parte del público, RÜFÜS DU SOL dio por terminado su regreso a Monterrey, dejando a todos con la promesa de que esa noche quedaría grabada en la memoria de los asistentes.

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