Así vivimos Flow Fest Guadalajara 2022

Texto por Daniel Solis (@forcis_07).
Fotos por Adrián Olveda (@genesis_o.z).

Un género se ha encargado de dominar las listas musicales, y no sólo por el ambiente de fiesta que los sonidos evocan, también por todo el movimiento qué hay detrás, y la gira de Flow Fest es una prueba de ello.

03 de diciembre es la fecha de la cita para despedir la gira de festivales de urbano, con sede en Guadalajara, una que comenzó en CDMX días pasados, esto pone mucho a pensar. Siendo ya el festival más grande del país si contamos sus tres ediciones, entiende perfecto la masificación que ha tenido el género, y la han llevado a todos lados.

Nuevas caras

El día iniciaría con malas noticias, pues Méne y Nsqk no alcanzarían a llegar a su show, retrasando el horario, y en su lugar, saldría Allan Wittles, joven venezolano que trae una propuesta increíble y fresca.
reggaetón fusionado con toques de mambo y funk, algo nuevo, y que se agradece, gran manera de abrir el día.

Más tarde seguiríamos hasta el otro escenario, para presenciar a VF7, una muy joven exponente que conquistó con su primera vez por la ciudad, calentando los ánimos. Más y más gente se acercaba, sabían que la fiesta ya había iniciado y era la de apenas 15 años la que iba con la batuta del ritmo por delante.

A las 3:40 y con el sol pegando duro, Blessd pondría el reggaetón en forma, sin funciones ni variantes, entregó lo más puro que oí hasta ese lapso del festival. Ya con más gente y más ambiente, la cosa fue subiendo de nivel, el público ya entregado al colombiano hicieron ameno el tiempo, al final ese sol tan duro no lo fue tanto como el show.

Todo ese calor aumentaba la tensión, ¿y quién mejor que Tokischa para bajarla? Un show que me dejó sin palabras, tocando todos sus éxitos, incluido combi Versace con Rosalía, quedé perplejo, y realmente me invadía la duda de cómo reseñar esto. Creo que la expresión perfecta es que el show fue muy Tokischa.

Caótico y enérgico, así fue el show de Tiago PZK, fue el primer artista donde sentí la adrenalina de la gente, muchos corriendo para llegar a verlo, y no era para menos. Cuarenta minutos donde nadie dejó de corear brincar y gritar, sin duda se llevó el premio como uno de los mejores shows de la noche.

Energía y solvencia

Y mientras Tiago cerraba su show, nuevamente la gente corrió de escenario a escenario. Mora se robaría el Flow Fest entero, faltando media hora para que saliera ya tenía su lugar listo, no cabía nadie más, también hubo muchos empujones y quejas, todos queríamos ver a Mora.

El puertorriqueño puso a brincar, llorar y gozar a todos, fue el primer artista que hizo uso de los fuegos artificiales cerrando su show. Una actuación increíble y exclusiva, pues hay que recordar que este fue su único show en el país donde presentó su último disco, PARAÍSO (2022).

Ya cansados, me propuse a ver las áreas de actividades, que quedaron de acuerdo al festival, vi muchas zonas que en ningún otro festival vi, como tatuajes gratis o que te leyeran la mano, todo esto mientras la fiesta de fondo seguía y se adueñaba del Valle VFG.

Todos sabíamos que estábamos en el party, pero alguien nos lo tenía que hacer saber. Sech llegó con toda la furia y entregó un show de calidad. El escenario principal se le entregó, y se fue arropado por el público tapatío, quien al saber que justo ese día era cumpleaños de Sech, le cantó las mañanitas, agradeciendo el gesto.

Ya para las 23:30 la presión se sentía, y efectivamente, era Jhayco, Jhay Cortez, como tú lo conozcas, pero uno de los más grandes artistas del género se hacía presente. Abriendo fuerte, con ‘Tarot‘, y repasando toda su discografía y feats en una hora de show, se encargó de ahuyentarnos el cansancio para dar el show más enérgico del festival.

Curioso que abrió y cerró con sus dos más grandes colaboraciones, pues cerró con ‘Dákiti‘. Pero aún después de todo, dejó al público con ganas de más. Todos nos quedamos con el sentimiento de que hicieron falta canciones, pues con Jhayco es hit por hit. Todas las canciones fueron gritadas a todo pulmón, no había quien no disfrutara del show.

Inmediatamente terminando la presión, tuvimos que correr como en maratón, pues el mayor exponente colombiano cerraba el escenario principal. J Balvin entraba al escenario preguntando «¿dónde está mi gente?», acompañado del grito eufórico tapatío. El headline show fue igual que con Jhayco, pues no había manera de que fuese hit tras hit, era raro ver a alguien dejara de corear y perrear.

Retos, pero superables

Aunque Guadalajara y quizá todo Jalisco siga siendo un terreno difícil de conquistar por el reggaetón -al menos en este formato de festival-, hay potencial de sobra. Porque en giras en solitario, Rauw o J Balvin han sido increíbles éxitos. Posiblemente haga falta una mejor curandería del cartel, y temas de ventas, pero ese ya es otro evento.

Un festival primerizo en la ciudad, y se notó, no hay que dejar pasar algunos huecos que había en los shows, que es entendible, a pesar de que sea muy de nicho todo este movimiento, se logró esparcir, pasando de ser un festival en CDMX a ser una gira completa, es la más viva expansión y conquista del reggaetón.

Una que nos puso a bailar, brincar, y querer más y más perreo, tuvo todos los ingredientes para ser un éxito, el frío era totalmente mental, hasta el clima estuvo de nuestro lado. El valle VFG fue testigo de historia pura, una que verdaderamente pinta a repetirse.