#EntrevistaCassini: Él Mató A Un Policía Motorizado, el poder de la nostalgia para el buen futuro y las necesarias visiones de nuevas historias
Un secreto para mí, para todos. ¿Qué es Él Mató A Un Policía Motorizado? Para Santiago, «una banda de pibes que se juntó hace casi veinte años a hacer música que sonara a Sonic Youth y la Velvet Underground». Para nosotros, desde nuestra limitada percepción del cosmos imaginativo que plantea la banda, una fiel representación del soundtrack que acompaña nuestra vida, vista siempre desde el misticismo que esto sugiere.
Pero esto es un misticismo que, lejos de toda pretensión especulativa, motiva al espectador a un replanteamiento de lo que está escuchando, incentivado por la duda y el descubrir no solo a la banda, si no a todo el mundo que tiene por delante, “El Mundo Extraño” dijera Él Mató, pero planteemos esto por partes, desfibrando cada parte de la ecuación que representa el poder descubrirnos a nosotros mismos con el fin de una plenitud, aunque sea momentánea.
Canciones sobre cuatro amigos, una casa y un perro
¿Qué manera hay de ver la nada? Y la pregunta es retórica si esta «nada» está llena de guitarrazos, música espacial y psicodélica. Nostálgica, más que todo. Bajo esta nostalgia, y la visión desoladora de la misma existencia, nace y crece Okupas: «Okupas es una serie marcó a más de una generación de la Argentina», cuenta Santiago. «Narra la historia de cuatro amigos, cuatro reprimidos sociales que encuentran refugio en una casa abandona donde a lo largo de la serie van a vivir y descubrir las maravillas y aberraciones del mundo real».
Santiago se proclamó fanático de Okupas, pues la veía desde joven en los canales televisivos que dieron los primeros pantallazos donde la serie se presentaba. Recientemente, la serie se estrenó internacionalmente en Netflix, un reestreno que necesitó una nueva manera de verla, y escucharla: «Hicimos el soundtrack para Okupas en Netflix, le pusimos Unas Vacaciones Raras (2021) al disco. Si pones la serie, allí vas a escuchar mi voz y nuestros instrumentos». Para Santiago, fue todo un sueño trabajar en este proyecto: «Ahí me ves hace años grabando la serie en VHS, porque yo era molestísimo, ¿viste? A todos mis amigos y gente que conocía les iba diciendo ‘oye, ¿ya viste Okupas?’ Un horror. Y ahora tener la llamada para que mi banda y yo hagamos la banda sonora de la serie fue una maravilla, increíble».
Las canciones que forman parte de este material -puramente recopilatorio- son extraídas de los primeros álbumes de Él Mató, y esto, tanto para los autores como los fans más de antaño, significó una vista al pasado; más que nostalgia, un sentimiento entre desolación y de añoranza: «Fue una odisea revisitar temas de la trilogía, o de La Dinastía Scorpio (2012), y más porque son temas que tenemos años sin tocar en vivo siquiera. Recuerdo que mientras las tocábamos en el estudio para este nuevo disco nos volteábamos a ver con cara de ‘¿recuerdas esto?'».
«Ha pasado bastante desde aquellos días, y este ejercicio nos sirvió para darnos cuenta que la visión que habíamos tenido de la banda se ha distorsionado», comenta Santiago, «no de la mala manera, al contrario. Hemos aprendido a conocernos, a conocer nuestros miedos y nuestras fortalezas, como banda y como personas. Han pasado 18 años desde que nos juntamos y comenzamos a tocar nuestras primeras canciones. Desde el sonido se nota la diferencia».
La otra dimensión
Unas Vacaciones Raras (2021) es el segundo disco de reversiones de Él Mató en los últimos años, luego de La Otra Dimensión (2019), con «lados B» de La Síntesis O’Konnor (2017); esto más que significar una nula creatividad del equipo, nos habla de un multiverso de creaciones que tienen en mente: «Cada canción es una manera lineal de ver y contar una historia», dice Santiago, «la canción que ya está en el disco es, por así decirlo, la versión canónica de la historia contada, ¿pero qué pasa cuando tienes más de una manera de contar la historia? Allí entran las reversiones. Ahorita tenemos un montón aún guardadas; un mundo de posibilidades».
«Nos encanta hacerlo de esta manera. Nos damos una nueva visión a nosotros mismos de cómo pudo haber sido no solo la canción, sino todo lo que conlleva el esfuerzo creativo y artístico», afirma Santiago, quien además nos adelantó que ya se encuentran trabajando en un nuevo material completamente nuevo: «Ya hay varias canciones en camino, pero necesitamos sentarnos a concretar el camino que tomará el que será un nuevo disco».
La trilogía
En una retórica sobre la vida misma, nace la trilogía de álbum de Él Mató: Navidad de Reserva (2004), Un Millón de Euros (2006) y Día de los Muertos (2008), abordando el nacimiento, legado y muerte respectivamente. El paso filosófico de la vida, recordando la importancia de renacer, comprender y crecer. Un consuelo. El soundtrack de toda una vida. En nuestra sección #IntraCassini se encuentra ese pequeño ensayo, mismo que Santiago leyó, y dijo estar impresionado.
«Estoy feliz y algo asustado», dijo Santiago riendo. «Es como si yo mismo hubiese escrito el significado de la trilogía. Concuerdo completamente con tu visión. Y respondiendo la pregunta: Sí, son tres discos con su esencia propia, pero convergen uno con otro. El nacer, el vivir y el morir. Nada más humanamente precioso que eso. El nacer y morir es inevitable, pero lo que hagas en el medio de esos dos parámetros es completamente tu responsabilidad».
Él Mató A Un Policía Motorizado siempre ha mostrado su fascinación por el cine y la televisión; un ente geek de la cultura popular. Desde Star Wars hasta Alejandro Sanz. Todo lo que implique cultura y arte de los 90s y 2000s ha influido de lleno en la banda, aunque particularmente el cine ha entrado más de lleno: «Ya hemos dicho bastante de dónde viene el nombre, es un subtítulo de una película. El cine ha significado tanto para mí en mi vida como mi trabajo, pero solamente la trilogía son los álbumes a los que quisimos hacerlos directamente necesarios entre sí. El resto son independientes y no tienen un significado en conjunto».
Ahora imagino cosas
En distintos foros del fandom de Él Mató se debate muchísimo si hay alguna conexión entre las líricas de distintos álbumes, pues en ciertas partes se encuentran menciones referenciales a otras canciones o discos, pero como ya nos lo dijo Santiago, no es así. Sin embargo, todo esto tiene un fin en particular: «No quisimos hacer que todos los álbumes tuvieran un concepto de facto o que significaran algo entre sí porque creemos que la interpretación es fundamental, que cada uno le dé su propia visión e interpretación a nuestra música es hermoso. Justo como te decía antes con lo de darle visiones diferentes a las canciones».
El imaginario de Él Mató funciona en lo particular como en lo colectivo, lo planteo de esta manera por lo ínfimo de las interpretaciones, así como el potencial interpretativo que cada canción llega a tener, significando distintas cosas dependiendo el contexto en el cual sea escuchado: «Es bonito cuando los fans se me acercan y me dicen ‘hey, Santi, su canción me ayudó a sobrellevar esto, mira, yo lo interpreto de esta manera’, y es motivante comparar los dos puntos de vista y ver que en cierto modo influí en su vida. Ese tipo de detalles me siguen volando la cabeza aún después de tantos años».
Cuesta creer que tanta referencia implícita en distintas canciones no llevan a ninguna parte concisa, pero esto eleva el misticismo de la agrupación misma, al tener significados «ocultos» entre trabajos, significados que no son 100% confirmados por la banda, incentivando muchísimo más la investigación e interpretación por uno mismo. Un ejercicio exquisito, y enriquecedor.
El fuego que hemos construido
A lo largo de la discografía de la banda argentina se han implantado piezas que van conectando con la mente del escucha, tanto así que hay quienes han encontrado factores en común entre álbum y álbum. Simbolismos que parecerían tener un mensaje en conjunto.
En este caso, el término «fuego» se hace presente en todas las producciones de Él Mató, más específicamente, en la última canción de cada disco. ¿Qué simboliza? Queda claro que la pregunta es ambigua teniendo en cuenta que todo es puramente interpretativo, pero la visión del autor es vital para una próxima reinterpretación, porque al fin y al cabo nuestras opiniones son eso, reinterpretaciones: «El fuego es todo calor que da vida, es la llamarada de luz que se mantiene allí y da fulgor a todo el existir. Decidimos poner un fuego en cada disco para hacer notar que la energía de Él Mató sigue allí, firme y sin quebrantar».
«El fuego existe, y existirá siempre, conforme uno lo alimente y motive a seguir encendido», comenta Santiago. «Me gusta verlo como una analogía de la vida misma. La motivación que uno tiene por lo que hace o está dispuesto a hacer es de las cosas que más amo de nuestra especie, y espero que nunca se apague la flama».
El mundo extraño
El miedo por no saber qué está por venir o qué está pasando justo ahora es, a consideración propia, lo que nos hace ser humanos. Incertidumbre le llaman. Santiago me habló del miedo, de las inseguridades, y cómo estas se reflejan con el deseo de existir y mejorar: «El miedo allí está, y no se irá, es algo con lo que tenemos que lidiar y vivir con ello. Jamás se supera o se olvida. Es por eso que en ocasiones la vida se vuelve tan miserable, pero es motivante vivir con ello, con el afán de superarse y ser alguien más».
Todo este carácter intrapersonal viene acompañado de un pasaje de introspección, mismo que está musicalizado por la nostalgia, paraje donde los sentimientos salen de nuestros poros y se conectan con las emociones racionales para encontrar un nuevo camino: «Muchos me han dicho que la música de Él Mató es puramente nostálgica, y lo que más me molesta es que es verdad», comenta Santiago sarcásticamente, «pero la nostalgia es solamente el medio por el cual los pensamientos más tristes y depresivos salen, aunque también los felices. Como quiera que sea, representan una idea por ver hacia atrás o el mismo presente, pero con la mirada fija hacia el futuro».
“La nostalgia, aunque no nos guste, nos hace quienes somos, nos motiva a una nueva realidad, una nueva manera de ver las cosas. Como te dije al principio, una visión distinta de la historia”, afirma Santiago, “es hablar con uno mismo, mirar con añoranza y seguir, un paso a la vez, sin exaltarse. Todo por la afinidad propia, pero humana, siempre humana”.
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