Desafiar el estatus quo del pop mainstream se volvió de ser una tarea complicada a ser un obligado en las normas del género. Al menos durante el pasado 2024, el pop tuvo tantas vertientes en el mainstream que cuesta identificarlas.
Esto no es malo. El contrario. Nos dio grandes momentos, sonidos y artistas que, hasta el momento, solo existían en el under o en sus respectivos nichos. Ya si esto es blanqueamiento de masas es cosa aparte.
Lo cierto es que además de Charli, quien lideró por completo el pop en 2024, hubo un par de proyectos más que apelaron por la nueva identidad del nuevo pop.
Ya lo había dicho en 2021 durante un apartado de Hyperpop, diciendo que este era el pop del futuro y que todo iba a cambiar próximamente. Así fue. Y personalidades como Chappell Roan, Sabrina Carpenter, hasta Arca, Nilüfer Yanya, The Marías, FKA twigs y más lograron este cambio progresivo en el pop.
Aunque hubo un caso particular. Un dúo estadounidense-argentino que, además de cambiar la norma, replanteó nuestra identidad más allá de lo físico, resignificando el pop como materia de estudio intrapersonal y de exploración motora.
Magdalena Bay, salvaguardas del pop
Para hablar de Magdalena Bay, y comprender cómo es que lograron crear un concepto tan particular como llamativo y ad hoc con la época, es necesario conocer quiénes son y cómo comenzaron.
Mica, su vocalista, dijo que ‘empezamos como un proyecto de pop, y éramos dos personas que no escuchábamos mucho pop; no lo conocíamos mucho y tampoco nunca lo habíamos hecho, así que fue todo un proceso de aprendizaje al principio’.
Para un proyecto pop realmente nuevo, a veces es complicado encontrar su propio camino. Para cualquier género en realidad. Mica cree que, con poco o mucho trayecto recorrido, Magdalena Bay ya tiene algo adelantado:
‘Creo que hoy, más que antes, estamos como más… no sé, acercándonos a—si es que ya no estamos ahí—como a la final form de cierta manera de Magdalena Bay. Al menos a esta combinación de pop sigue siendo pop, pero con todas nuestras influencias, todo el arte que nos gusta, quiénes somos nosotros y qué queremos crear y todo eso’.
Espontaneidad e intensidad
Mica y Matt, quienes fusionan sus mentes para crear este proyecto, lograron comprender que la intensidad de esta época y esta generación es algo propio que no se dará de nueva cuenta. O al menos no de esta forma. Como sea, lo tomaron como influencia, y más grande tapiz:
‘Somos maximalistas, for sure. A nosotros nos gusta la música que está bien cargada, pero también nos gustan cosas más minimalistas. Creo que cada canción y cada proyecto es distinto y que en este momento nos interesó crear música así’, comentó Mica.
Y si algo ha caracterizado a Magdalena Bay es su impulso creativo de crear cuanta cosa les pase por la cabeza: ‘Nosotros no planeamos algo en particular, simplemente creamos música así que yo tampoco sé ahora por qué lo hacemos’.
La identidad visual de Magdalena Bay
Para continuar abordando la naturaleza maximalista de Magdalena Bay es necesario conocer también su identidad visual. Porque resulta que no es un proyecto que tiene su identidad sonora bien definida, también lo visual y conceptual, pero de esto ya vamos enseguida.
Mica dijo que en conjunto con Matt tienen una afición por la estética retro, particularmente en los 70s: ‘nos interesa mucho los visuales y los sonidos del pasado, cuando todo se filmaba sobre film y todos los efectos prácticos que se usaban, así como los colores, eran muy locos y raros.
Pero la interpretación es clave a la hora de crear identidad tomando inspiración de distintos lados: ‘hemos siempre buscado crear algo nuevo siempre interpretando todo lo que vemos con nuestros ojos y oídos».
Los discos imaginativos
Ahora bien, retomemos lo del concepto. Porque si tienes una identidad clara en lo visual y sonoro, lo conceptual es un tema aparte que añade puntos extra a un proyecto artístico. Más en esta época donde todo se vuelve excesivo y ciertamente repetitivo.
¿Cómo lograrlo? Hay varias maneras, pero Magdalena Bay optó por un concepto que desafiaba al espectador y lo ponía como método de estudio. Lo que bien lograron con Mercurial World (2021) lo perfeccionaron en Imaginal Disk (2024), uno de nuestros discos favoritos del año pasado.
El dúo creó uno de esos trabajos discográficos que llegan fuerte y se instauran rápido en la cultura, en este caso, digital. No tanto por el mérito de arriesgarse e innovar en el pop mainstream, también (y más que nada) por el concepto, uno que reta al oyente y lo pone sobre la mesa como materia de estudio.
Aunque el concepto del disco pueda sentirte muy bien definido, Mica cree que este trabajo es uno que, como todo lo que hacen y consumen ellxs, debe disfrutarse a interpretación de cada persona: ‘No fue nuestra intención darle un significado específico, pero es súper interesante que cada escucha le dé su propio valor’.
¿Qué es y qué no es pop?
Ya entendimos que Magdalena Bay es uno de esos casos que se salen de la normativa del pop, teniendo su identidad sonora, visual y conceptual bien definida. Es hasta cierto punto disruptivo y enriquecedor hasta para el propio discurso de la humanidad digital de hoy en día.
Pero, para un proyecto tan camaleónico como este, ¿puede ser fácil perderse entre las delgadas líneas de la experimentación? Mica cree que precisamente ese es el secreto: ‘el pop es súper expansivo en realidad y nunca nos preocupamos por estar adentro del pop o no, porque del pop puede ser casi cualquier cosa’.
‘Nos pasó que cuando terminamos de hacer Imaginal Disk nos sentamos y nos dimos cuenta que no era algo parecido a Mercurial World, era algo distinto’, dijo Mica. ‘No era un simple indie pop, era algo más allá, como más alternativo’.
Entonces Magdalena Bay directamente no está en el pop, está quizá en todas partes: ‘nos ha parecido interesante crear un sonido que es muy Magdalena Bay, algo más nuestro que no necesariamente tiene que encajar en el mainstream o hasta en lo que habíamos hecho anteriormente’, comentó.
La primera vez de Magdalena Bay en México
Como parte de la promoción de Imaginal Disk (2024), y hasta de su propio proyecto generalmente, el dúo visitará por primera vez el país. Nunca han tocado acá, y la racha se rompe en abril, pues serán parte del festival AXE Ceremonia 2025.
‘Estamos muy excited, mi opinión o mi sensación de amigos que han tocado en México y lo que veo es que se tiene muy buen gusto y muy buena energía también, así que me parece que va a estar buenísimo’, afirmó Mica.
Además, para hacerlo aún más especial, es el único show programado de la banda en el país en el año. Al menos hasta ahora.
Resignificando el pop (y al humano)
Estamos ante uno de esos proyectos que desafían el estatus quo del pop mainstream, aunque ya nos ha quedado claro que Magdalena Bay no es solo pop, es algo más.
Puede ser un proyecto artístico que fomenta la identidad de cada obra y de cada persona. Porque eso es lo que nos define. Y más en momentos como los actuales donde todo es cada vez menos propio y más alienado.
Todo está abierto a interpretación, como dijo Mica. Hay influencias de todos lados y de cualquier detalle. La cosa está en interpretar esas influencias y darles un propio significado. Así es como se crean las nuevas formas de ver el mundo.
