AXE Ceremonia 2024: Amor, vanguardia y evolución del ecléctico nacional
Texto por Daniel Solis (@danielitomiix) y Andrés Cassini (@nocturnalbadge).
Fotos por Saúl Martínez (@bnsaul).
Durante los últimos meses el fenómeno festival ha empezado a cansar; entre eventos vacíos y carentes de conceptos, curadurías difusas y público cada vez menos aptos para este tipo de eventos, los festivales suelen ser una alternativa poco práctica para quienes disfrutan de música en vivo.
Hay excepciones marcadas que dentro de su propio campo logran hacer cosas muy buenas, como Hipnosis o Skatex que, al centrarse en un solo género, abarcan completamente un solo concepto. Y no solo se trata de bookear artistas de un mismo estilo, el caso de Vaivén, el recién nacido Unts Unts Unts y hasta el Corona Capital logran una curaduría muy propia y con identidad.
Pero luego está el festival que ha logrado diferenciarse en México gracias a su vanguardia y eclecticismo, y lo ha hecho durante los últimos diez años. Ceremonia, ahora con el prefijo AXE de su patrocinio, ha vivido altas y bajas, comenzando como un evento independiente a ser uno de los festivales más esperados por lxs fans de la música en vivo.
Desde 2013, Ceremonia se enfocó en un nicho específico de artistas que no cabrían en los carteles de otros festivales de ese entonces (aunque quizá en un Nrmal o Corona Capital sí), con un apartado hip hop, otro electrónico, otro de pop alternativo iberoamericano y otro de propuestas creativas poco convencionales pero con un corazón enorme.
Con este panorama llegamos a 2024, con Massive Attack, Rosalía, Tyler, The Creator, Björk, Wu-Tang Clan, Animal Collective, Snoop Dogg, Nas, Beck, Travis Scott, A$AP Rocky y Aphex Twin encabezando sus respectivas ediciones. Diez ediciones de memorias y música. Lo mejor de cada época visibilizado en cada cartel. Y para este año no fue nada diferente de ello, y se celebra.
Desde el año pasado era imposible pensar cómo Ceremonia podría seguir creciendo. ¿Cómo superabas un Travis y una Rosalía de headliners? ¿Cómo superas un escenario principal repleto de mujeres? ¿Y cómo superas las decenas de miles de asistentes en un espacio como lo fue el Parque Bicentenario?
Entonces había una tarea enorme, y más porque el público que asistía a Ceremonia previo a la pandemia es probablemente diferente al que asiste desde 2022 para acá. Un nuevo mercado que explorar y satisfacer. ¿El resultado? Un line up 2024 con actos llenos de vanguardia, sonados y aclamados en todo el mundo, con vigencia actual y propuestas performáticas y con propósito artístico y cultural.
Eso sí, como todo, hay algunas que deben mejorarse y otras que se perfeccionaron en los últimos meses. Todos estos cambios afectan, de buena o mala manera, a los asistentes, los verdaderos y más importantes sujetos en toda esta ecuación. Pero vamos por partes, primero con una crónica de cada uno de los días y los actos más importantes, seguido de los puntos buenos y malos del festival, para llegar juntxs a una conclusión de todo este evento.
Sábado 23, el amor es el lenguaje universal
Las puertas abrieron el sábado 23, con una Ciudad de México cada vez más caliente, pero que afortunadamente hizo una tregua brindándonos un viento refrescante. Y es que además el enorme lago dentro del Bicentenario ayuda a este ambiente fresco, algo que ayuda bastante en esta mancha urbana.
Una vez dentro, pudimos observar la distribución del parque, esta vez un poco distinta al año pasado. Al entrar, nos recibía el Club Traición, un espacio conceptual con lo más destacado del ambiente rave, house y toda la cultura del club, además de ser un lugar de convergencia de identidades sin prejuicios y libre expresión con performances, bailes y música sin etiquetas, como deberíamos ser los humanos.
La tarde comenzó con Leisure, un colectivo desde Nueva Zelanda con una sustancia romántica, sensual y ciertamente hipnótica gracias a su dance fusionado con synth-pop, soul, R&B y hasta funk. La plancha del escenario Air Max se tornó llena, y eso que apenas eran las 17:30.
En este mismo escenario, rusowsky sería el encargado de encender los motores del atardecer con un espectáculo explosivo y visuales surreales. La combinación de R&B, producción minimalista y algo de noise y pop nos dejaron impactadxs, además de presenciar mucha energía y soltura en el escenario.
AXE Ceremonia se ha encargado de fomentar la divergencia de sonidos y amalgamas, por eso es que ver a Jean Dawson era imprescindible como uno de los nombres más relevantes de los chats en Reddit y los rincones del lo-fi contemporáneo. Y el show fue justamente eso, una combinación de la cultura internauta junto a una performance casi enigmática y poco lúcida.
Un poco más tarde el escenario principal ofrecería una experiencia única con el show del magnífico y encantador Sampha, con un set que supo transportar a lxs oyentes a otra dirección y enfatizó el porqué la música nos mueve. Junto a su increíble disco Lahai (2023) y el ya lejano Process (2017), Sampha elogió su propia voz y la de sus grandiosos músicos a través de un viaje sensorial.
Y como si de una temprana rave se tratase, Romy de los xx llegaba por fin a la Ciudad de México presentando Mid Air (2023), un disco que alude a su propio sentimentalismo en el dance, y precisamente esto fue su show: 45 minutos de música y baile para liberar el alma. Además, nos dejó una parte de sí en el escenario, pero también se notó tanto como un breve recordatorio del legado que ha dejado The xx aunque no se encuentren en activo y como una prueba de que cada miembro del trío, Oliver, Jamie y Romy, son poderosos también en solitario.
Casi en paralelo a Romy, Yves Tumor saldría a escena como uno de los actos más llamativos del día, y no es solo por su caracterización queer y su elocuencia y experimentación, también por lo que representa a nivel musical, además de «reponer» la cuenta pendiente desde 2020 donde aparecía en el cartel que no pudo llevarse a cabo.
El setlist de Yves Tumor mostró canciones prioritariamente de su más reciente disco, Praise a Lord Who Chews but Which Does Not Consume; (Or Simply, Hot Between Worlds) (2023). Y hay que mencionar que apenas una semana antes se presentó en Vive Latino, algo extraño, pues pocas veces se ve el caso de un artista estar en dos festivales en la misma ciudad durante dos fines de semana seguidos. Pero se agradece tener dos oportunidades para ver el exquisito performance de Yves Tumor en la Ciudad de México.
Después de un día que ya comenzaba a traer secuelas en el físico como el dolor de espalda y pies, saldría a escena Álvaro Díaz, artista que siempre es bien recibido por acá. Justamente Alvarito y Ceremonia tienen una historia muy particular desde 2016, donde debutó en el festival, y en México de general; además ha participado en varias otras ediciones como invitado de C. Tangana y Tainy.
Este show en 2024 sería el segundo en una tarima de Ceremonia, dando un salto de las 16:45 a estar antes del headliner del primer día en el escenario principal. Esto sería un gran paso para Díaz y daría vigencia del nivel de artista que es en México y Latinoamérica, además de demostrar que la paciencia, el amor y el cariño por lo que unx hace termina dando buenos frutos.
Álvaro presentó un set que dejó en claro el porqué está donde está, pasando por Felicilandia (2021), sus más recientes sencillos pertenecientes a SAYONARA (2024) y un par de sencillos donde ha participado. Además, por fin dio a conocer de forma exclusiva que su esperado disco SAYONARA (2024) llegará por fin en mayo de este año.
Aunque salida de forma sorpresiva, la aparición de Grimes en el festival dio alegría para lxs seguidorxs del pop, el chamber, la electrónica y el hyperpop. Si bien FKA twigs causaba revuelo por su importancia en el movimiento R&B de los últimos años, Grimes fue un excelente reemplazo.
Pero el set fue algo que generó sentimientos encontrados, pues Grimes presentó un DJ set y no un live act como se esperaba. Sin embargo, esto no fue impedimento para que la enigmática artista mostrara sus dotes en la electrónica, volviendo a traer a México un show que ya había presentado durante el EDC 2022.
Era poco creíble pensar en lo que el festival AXE Ceremonia estaba por presenciar. La ansiedad y el desespero de lxs asistentes se notaba en la espera al acto más grande en legado, en términos mediáticos y en importancia cultural que haya tenido el festival en toda su historia desde 2013.
De hecho ese retraso de veinte minutos que tuvo Mr. Morales para salir nos hizo pensar en que en realidad se trataba de un sueño, pero no: Finalmente en punto de la medianoche, Kendrick Lamar arribaría al escenario principal para dar un potente mensaje.
A través de canciones potentes del DAMN. (2017), A Pimp To Butterfly (2015), el majestuoso good kid, m.A.A.d city (2013) y el reciente Mr. Morale & The Big Steppers (2022), K.Dot hizo, literalmente, retumbar el suelo del Parque Bicentenario gracias a la locura (no exageramos) de las decenas de asistentes que brincaban con entusiasmo a la par de sus canciones.
Un setlist y performance de en sueño, con un Kendrick completamente desquiciado pero feliz de estar nuevamente en México luego de siete años y por primera vez en la Ciudad de México, resultaron en el mejor show de todo el festival y uno de los conciertos del año.
Algo llamativo fueron los encabezados periodísticos que aparecieron durante toda su presentación, bañando de todavía más sentido su frenética y hasta perfecta presentación. «El amor es el lenguaje universal». Quizá Kendrick nos intentaba decir algo a través de estos carteles, tal vez una desconexión humana a través de la modernidad líquida actual y cómo podemos frenarla, y quién mejor para dictaminarlo y dar el golpe en la mesa que el mejor letrista del hip hop de su generación.
Un repaso sublime por cada punto de Lamar, además de la participación de los cinco Big Steppers, sus bailarines, hicieron que esos siete años de ausencia del artista se sintieran como pocos, marcando un suceso sin precedentes en el país al mostrar un mensaje divergente, poderoso y lleno de significado en una época cada vez más difusa en sentido humano.
¿Cómo analizar y asimilar lo visto? Era la cuestión que comúnmente nos hicimos, porque un show de Kendrick Lamar con un setlist multigeneracional y lleno de mensaje deja qué pensar. Y así se miraban, confundidxs, todxs lxs asistentes que intentaban salir de la franja del escenario principal hacia el final del primer día del AXE Ceremonia, con todo y sus altibajos de energía. Esta es la consecuencia general de un espectáculo que es más que un set de festival, es ese pensamiento crítico de hacia dónde estamos dirigiéndonos como sociedad, y si nos lo preguntan, es el verdadero sentido de Kendrick y su arte. Impresionante.
Domingo 24, un baile para todxs
El segundo día de actividades auguraba un poco más de tranquilidad. Esto se notaba desde la venta de boletos donde el sábado traía todo el atractivo por Kendrick. Pero el domingo tenía varios nombres llamativos en letras medianas y pequeñas, además de dos headliners debutando en el festival: Uno totalmente el corte de Ceremonia previo a pandemia y otro siendo uno de los proyectos referentes del corrido en los últimos años. Pero a eso volvemos más adelante.
Lara Project es uno de los dúos más llamativos actualmente, definiéndose a sí mismos como los creadores de la «super hero music«. El dúo se presentó en el escenario American Eagle, y éste al ser tapado, le dio al show de ambos artistas venezolanos un sentido más íntimo. Con canciones mezcolanza que tocan trap, R&B, pop, pop alternativo y hasta house, el dúo que resulta son hermanos traen una química impresionante más allá de su lazo sanguíneo.
El día continuó con la española BB trickz, quien abarrotó el escenario American Eagle, deslumbrando por completo con su trap y sátira y trap, además de una naturalidad a la hora de cantar. Las pantallas mostraban visuales que cualquier generación Z recordaría, con capítulos enteros de Pucca, Doraemon o hasta partidas de Mario Kart acompañaban canciones como ‘VIVA ESPAÑA !!!‘, ‘Lo siento mamá‘ y el hit ‘Missionsuicida‘.
La más mala de España conectó con cada unx de lxs asistentes a su show y, a pesar de las críticas por sus líricas y su forma de «no» acoplarse a los beats, esto le da un sello distintivo, y no es para malo, pues en vivo suena bastante bien, orgánico. En recientes fechas, se hicieron virales videos de la artista en festivales en Sudamérica donde se le veía inerte solo cantando en el escenario.
Tal parece que los comentarios recibidos por esos shows le hicieron revuelo a ella y su equipo, y para esta fecha en México, su primer concierto en el país, logró concretar un espectáculo que la mostraba confiada y con más energía y sinergia entre ella y el público. Finalmente, la naturalidad es lo que ha caracterizado a la «nueva generación» de artistas, influenciados únicamente por sus propias emociones y su manera tan distinta de ver el mundo a través del internet y los mismos estímulos digitales y humanos.
Después de ver a una estrella en ascenso teníamos que parar a ver a la ya consolidada Bad Gyal, y decimos consolidada porque hace cosa de cinco meses abarrotó por sí sola un Pepsi Center WTC. Ahora la veíamos en un ambiente más relajado luego de demostrar el legado que ha dejado en la música española, mismo que ha resonado de este lado del Pacífico.
Interpretando canciones prioritariamente de La Joia (2024), la del Flow 2000 hacía una performance como pocas dentro del género, cantando y bailando firmemente concentrada, como un robot, pero en el buen sentido. Esto habla de una coordinación y disciplina muy buena, aunque también podría ser que el baile y el canto es vital para la artista. Como sea que sea, dio un show que avivó la tarde y dio inicio al anochecer.
Para nadie es sorpresa que México está haciendo algo nunca visto con el reggaetón; desde el ya reconocido Uzielito Mix o hasta Ugo Angelito crearon un ambiente de crecimiento para los exponentes del género gestados en México, sí, pero no es hasta apenas hace unos meses que la cultura ha alcanzado números inimaginables.
¿A qué se debe esto? Quizá a la proliferación y capitalización de esta subcultura, llegando a un estatus de blanqueamiento al haber alcanzado al estatus quo mexicano. Como sea que sea, no podíamos perder la oportunidad de ver a uno de los nombres más importantes del género actualmente.
Si bien El Bogueto podría considerarse un artista en ascenso, ya es un referente dentro del reggaeton nacional, por lo que darle un escenario tan pequeño y un horario tan poco práctico para el calibre del acto fue algo erróneo.
Estábamos apretadxs, pero juntxs al menos, así que le dimos un nuevo sentido al concierto de El Booo; poco después de las 19:00 comenzó el perreo, y todxs lxs ñerxs demostraron lo dicho previamente: un lleno total y una conexión cultural con el talento nacional. Esto solo engrandece la carrera y futuro de El Bogueto, que deslumbró entonando temas como ‘G Low Kitty‘, ‘Otro Show‘ o ‘Si La Mami‘ y que además tiene mucho por dar.
Acá fue donde los replanteamos lo variado y ecléctico que es hoy en día AXE Ceremonia. ¿Cómo debe ser una curaduría para que James Blake siga después de El Bogueto y que esto funcione? A la mera y habla de la hiperestimulación digital donde ya todxs somos consumidorxs y fácilmente una persona podría escuchar sin problema ambos artistas. Pero preferimos centrar esa idea en algo positivo, abordando una apertura cultural de cada unx de lxs asistentes.
Así fue como luego siete años sin visitar una tarima de Ceremonia, James Blake volvió, de nuevo al escenario principal, pero ahora de noche y casi casi en calidad de headliner. Su show fue, como él mismo suele serlo, minimalista en lo visual pero maximalista en lo sonoro. Canciones como ‘Big Hammer‘ o ‘Voyeur‘ fueron motivo de desconexión con lo material para hacernos unx con la increíble y potente mezcla de sonidos.
Además, la presencia de Blake y sus dos músicos en el escenario es brutal, y eso que estuvieron sentados durante todo el set de una hora. La gente se mostró hipnotizada por cada una de las notas emanadas de los teclados, sintetizadores y pads. Y era imposible no hacerlo con la cátedra de electrónica que hicieron del show de James Blake una experiencia sensorial y ya necesaria en el festival.
El mismo artista se sorprendió de que hubiera tanta gente allí: «No sé qué pasó con mi música durante la pandemia, pero nunca había visto tanta gente en un escenario en México, de verdad muchísimas gracias». Finalmente, James Blake interpretó ‘Retrogade‘, comiéndose por completo el escenario principal, además de soltar que pronto estará de regreso presentando en forma su disco Playing Robots Into Heaven (2023).
Justo después de terminar el acto anterior, la gente corrió (incluyéndonos) hacia el escenario Air Max, pues a las 20:45 Kenia Os arribaría a la capital para hacer dar seguimiento el por qué lleva ya rato siendo una referente del pop nacional. Y no es para menos la afirmación, pues ha demostrado ser una artista completa y una nueva «diva» del pop en México.
Sin importar edad, género o raza, todxs nos unimos para cantar y bailar durante su set, y con una producción que fue un deleite, una performance única que se completó con bailarines impresionantes, visuales de tonalidades rosas, fuego y una especie de conejo metálico adornando el centro del escenario. No cabe duda la potencia e importancia de Kenia en el pop nacional. La próxima (aunque ya actual) headliner femenina de México.
Llegó el momento de reunirse con todxs tus amigxs y bailar como si hubiese una fiesta en nuestra casa. LCD Soundsystem regresaba a la Ciudad de México posterior a seis años de ausencia, y aunque no estuvieran presentando música nueva, la emoción era poco comparable con la de algún otro artista.
Y es que tener a James Murphy, Nancy Whang y compañía es siempre un gozo, pues logran crear una fiesta sonora combinando su característico electro-punk, pop, y hasta rasgos de dream-pop. Por eso es que la platea del escenario principal el domingo a la noche se llenó de amigxs, parejas y unxs más que iban solxs, pero no solxs realmente, pues la magia de LCD nos hizo amigxs a todxs.
Fue entonces como comenzó la fiesta, con un baile para cualquiera que se dejara llevar por la bola disco y la magia de los entes arriba del escenario. Y fue donde pensamos que la música de LCD Soundsystem se presta para interpretar y musicalizar partes importantes de nuestra vida a través del baile: Hubo quienes solo movieron la cabeza, quienes cerraban los ojos y recibían las luces de la bola disco en la cara y otrxs tantxs que se dejaron por completo y bailaron como locxs.
Así es la música, y es el poder de este arte tan hermoso.
LCD tocó canciones que hicieron prender el ambiente como ‘I Can Change‘ o ‘Tribulation‘, pero llegando a momentos de reflexión y un baile más apegado a las emociones con ‘Dance Yrself Clean‘ y el cierre perfecto tocando ‘All My Friends‘, congregando una fiesta de brincos, gritos y llantos en compañía de una comunidad que la misma banda creó en esa hora y media. Algo impresionante y que no habíamos vivido antes.
En cuanto terminó la fiesta de LCD, corrimos de nuevo al escenario Air Max a otra fiesta, pero ahora con sombreros y botecitos rojos. Fuerza Regida se perfiló como el primer headliner de regional en la historia del festival. Si bien ya habíamos tenido shows de Natanael Cano en 2022 o Junior H en 2023, o hasta más temprano ese domingo Justin Morales, el conjunto de San Bernardino aparecieron en letras grandes junto a LCD y Kendrick.
Durante la hora y media de su concierto, Fuerza Regida daría cátedra de cómo consolidar un show de regional mexicano de tal calibre, aunque notamos cosas raras durante su show. Al principio el audio era muy bajo, al punto de escuchar aún las voces de la gente platicando opacando a Jesús Ortiz, vocal de la banda, y a sus tubas y requintos.
Además, no sabemos realmente a qué se debió, pero existió poca o nula conexión entre la banda y el público. El acto de Fuerza Regida en AXE Ceremonia no terminó de cuajar, pero ofreció momentos llenos de emoción al tocar ‘Ch y la Pizza‘, ‘Igualito a mi Apá‘ y finalizando con ‘HARLEY QUINN‘.
Este concierto de Fuerza Regida en AXE Ceremonia fungirá como un punto y aparte para el festival; o seguirán trayendo más artistas del calibre del regional o de plano se relegará a las líneas medianas y chicas del cartel. Aunque a como se mueve el mercado musical, todo indica que será lo primero, y para nada hay queja.
El segundo día comenzaba a llegar a su fin, pero no por eso la energía bajaba. Del otro lado del parque, y nuevamente con un escenario que le quedó pequeño, Arca regresaba por tercera vez a una tarima de Ceremonia. Es quizá la artista que más veces ha aparecido en el festival.
Total que su concierto fue algo extraño, pues la venezolana llegó veinte minutos tarde, pero, al parecer, este retraso fue parte de su show al escuchar durante estos minutos una versión larguísima de su propia música. Finalmente llegó al escenario y presentó una versión live de su set, cantando canciones como ‘Time‘, ‘Rakata‘ ‘Machote‘ y ‘Xen‘.
Rasgos a mejorar
AXE Ceremonia sigue creciendo a pasos acelerados. Ya no es el festival que se realizó en Xochimilco hace diez años ni tampoco el evento multitudinario del Foro Pegaso. Ceremonia mutó y maduró junto a su público, pero arriesgándose a traer nuevo que disfrute de las expresiones artísticas.
Acá abordamos el primer punto, pues el line up fue uno de los más acertados entre sí. La curaduría sigue siendo pulcra y exquisita, con lo mejor del hip hop internacional, actos de electrónica, shows vanguardistas y promesas hispanoamericanas con ganas de comerse al mundo, y ahora también con una vista más prolija al regional mexicano.
Ceremonia, en cuanto a espacio, es ahora un monstruo, y para nada sorprendería que para próximas ediciones se mudara de nuevo pero ahora al Autódromo Hermanos Rodríguez. Esto lo decimos porque las dimensiones del Parque Bicentenario si bien son idóneas, hay espacios muy reducidos para la cantidad de gente que se congregó, dictando cifras oficiales que rondaron las 107,000 personas durante ambos días.
Quitando lo anterior de lado, las nuevas optimizaciones de espacio resultaron ser buenas, pues la organización aprendió del año pasado; rotaron el escenario Air Max para mayor visibilidad y mayor capacidad de gente, además de poner puntos de hidratación, activaciones y stands de comida, bebida y snacks en puntos estratégicos de flujo de gente entre escenarios.
Otro punto importante fue el preciso lugar de las activaciones, estando en un área que no chocaba con las oleadas de asistentes que se movían de un escenario al otro, haciendo de las experiencias de los patrocinadores un espacio más tranquilo, de diversión y hasta descanso.
Hablando de los escenarios, sí hay algunas cosas que abordar. Por una parte, el escenario principal, homónimo al festival, presenta una enorme superficie, y se puede ver y escuchar claramente a quien esté tocando desde el punto que sea, y eso es bueno. Mismo caso para el Air Max, que aún con la presencia (para algunxs molesta) de árboles, fue un digno espacio.
No fue el mismo caso para el American Eagle. Entendemos que al estar ubicado en el mismo espacio del escenario principal el sonido podía cruzarse, quizá por eso se resguardó en una carpa de plástico. Sin embargo, el espacio era muy reducido, y realmente la entrada a la carpa era imposible si no ibas con tiempo de antelación previo al inicio de cada set. Casos como El Bogueto, Overmono o Arca dieron cuenta de ello.
Además, la vista era reducida en ocasiones y más al contar con una cantidad alta de árboles al menos en los escenarios Air Max y principalmente en el American Eagle. En lo personal, los árboles daban un toque visual muy llamativo a los escenarios, pero sí existieron quejas de lxs asistentes.
Un nuevo mundo
En términos generales, AXE Ceremonia fue una fiesta, un vaivén de sentimientos, donde todxs tuvimos un lugar seguro, y así se ha estado distinguiendo el festival con el paso de los años. Es el único evento de este calibre y naturaleza que no ha tenido problema con utilizar lenguaje inclusivo o albergar propuestas que en otros sitios no tendrían cabida por su excentricidad o filosofía.
Aún nos falta muchísimo por ver por parte de este festival, que ya se lleva el título de ser el más interesante y propositivo entre tanto evento en el panorama. Si bien existen cosas por mejorar como el tema de la paridad de género, sustentabilidad y hasta regularizaciones en el precio de la comida y bebida que rondaba los $200, el espectro de AXE Ceremonia se sigue espandiendo.
Y es de gran agrado saber que el festival está llegando a cada vez más gente sin perder su esencia. Actos como James Blake, Arca, LCD Soundsystem o Peggy Gou recuerdan la primera esencia del festival, mientras que Fuerza Regida, El Bogueto o Kenia Os hablan del nuevo camino que han tomado lxs organizadorxs para apelar a la experimentación de su propio producto ofreciendo nuevas experiencias.
Lxs viejxs asistentes del festival podrán asistir con regularidad mientras que nuevxs asistentes que van introduciéndose al mundo del concierto podrán empezar a conectarse con estas experiencias, así ganamos todxs. Si bien esto es algo que la mayoría de festival logran hacer como Vive Latino o Pa’l Norte, AXE Ceremonia sigue consintiendo a ese nicho de personas a las que ha sido fiel dese 2013.
Ahora toca preguntarnos, ¿qué sigue? Tan solo en los últimos años el festival ha ido mejorándose a sí mismo en cuanto a los nombres de sus carteles. Pero esto mismo muestra una duda y hasta una preocupación con ansiedad. ¿Qué podría venir para seguir levantando la bara que el mismo AXE Ceremonia ha dejado? ¿Qué podríamos esperar en 2025 o 2026?
La respuesta que podemos brindar es simple, quizá aburrida para algunxs, pero esperanzadora en esencia. Pero estamos en un mundo que ha ido en constante cambio, polarizando culturas y viendo cada vez más frecuentemente nuevas maneras de ver el mundo. Esto nos traerá el AXE Ceremonia en un futuro: La vanguardia humana arraigada al arte y la expresión artística. El humano sigue evolucionando, al igual que su música, y esto lo visibilizaremos, aunque concretado, en el futuro del festival.