La música es una fiesta, y qué mejor manera de cerrar la FIM que con su festival. PortAmérica Latitudes llenó de música y sabor la perla tapatía.
La ausencia de festivales masivos en la ciudad dejó un espacio de oportunidad para nuevos formatos y eventos. Bien lo escuchamos en la propia FIM, y es que Guadalajara vive un buen momento para los festivales boutique, es decir, de aforo limitado. Ejemplos tenemos a Akamba, Echoes o este propio del que hablamos hoy.
La oferta y demanda de conciertos y festivales pesada. Hay muchos y para todxs. De eso no hay queja. Pero quizá si hacía falta un evento con sustancia más enfocada en la multiculturalidad. Porque la música sirve para eso, para unirnos.
Y no digo que los demás conciertos o festivales no lo hagan. Pero no existía uno que fuese directamente enfocado a ese concepto. Con esto, el PortAmérica Latitudes llegó en 2022 a llenar el vacío del formato festival boutique, y más con su idea muy clara de salvaguardar las culturas hispanohablantes.

Cultura, unión y fiesta
PortAmérica Latitudes fue un festejo en grande y diverso. Y tomó la llamada Plaza Bicentario del Centro Cultural Universitario, al norte de la ciudad, el sábado 01 de marzo.
Desde temprano tendríamos la presencia de La Muchacha y Sarria, elegidxs para abrir las actividades de la tarde, y comenzar la representación hispana del festival.

Poco a poco se iban integrando todxs, y Camila Fernández lo sabía. Con una presentación increíble, cargada de sentimiento y representación mexicana, Camila cerraría con un mariachi que nos pondría los pelos de punta.
La cultura y la unión eran la encomienda de la tarde, y toda su odisea generada por la música era la razón de estar ahí. Niños, jóvenes y grandes venían a disfrutar.

Little Jesus se encargó de ver el sol irse, y con una hora de show y sonidos cautivantes, contagiaron a más de uno que jamás los había escuchado. Un repaso grato por su discografía, cerrando con su clásico tema ‘TQM‘, donde ya había lágrimas por algunas partes del festival, mejor cierre imposible.

Nsqk se llevó la noche siendo uno de los favoritos por los asistentes. Saliendo con un tema de José José hizo encender todo el foro, adentrándonos a los nuevos sonidos de nuestro país.
Con una presentación fresca y mucha química con el público, el regiomontano cautivó y se llevó los aplausos. Algo raro verlo ya con banda en vivo, pues lo que lo seguimos desde hace rato estábamos acostumbrados a verlo solo con su sintetizador.

Guadalajara en un mismo ritmo
La representación seguía, y es que la unión que generó Mon Laferte fue única. Al principio del festival creíamos que era la única que quedaba acorde a la curaduría del evento, pero vamos por partes.
Un show espectacular que nos llevó de paseo por todo su sentir. Además, nos dejó en claro que es una de las voces femeninas más importantes de la música en español. Cerrando de una manera muy íntima, solo ella y su guitarra, fue como la despedimos con un mar de aplausos y gritos.

Después vendría una agrupación algo inesperada hasta ese entonces: Los Ángeles Azules demostrarían porque estuvieron ahí. Si algo conecta toda Latinoamérica es la cumbia, todos nos unimos al mismo ritmo, y se demostró que ‘desde Iztapalapa para el mundo’ es más que un lema.
Una hora no fue suficiente para repasar todo el legado de la agrupación, pero sí bastó para ponernos a bailar y querer más. Todos, y lo digo en serio, todos estábamos bailando al ritmo de la unión. Con un cierre de lujo, ‘17 años‘ nos haría sacar los prohibidos y sacarle fuego a la pista, solos o en pareja, todos bailamos.

La fiesta todavía no terminaba. Yo Soy Matt aún nos haría movernos una hora más, con un set bastante latino, movió a los asistentes que aún queríamos más.
Desde techno hasta cumbias, la fiesta no paró, y no pudimos tener mejor cierre: el baile fue lo que definió la presentación.
PortAmérica Latitudes es la conexión musical de Hispanoamérica
El festival que pone fin a la FIM lleva haciéndose en México en cuatro ocasiones. Y aunque la curaduría había sido clave para comprender la música y cultura de Hispanoamérica, hubo muchos comentarios alrededor del cartel.
Más que nada porque un headliner como Los Ángeles Azules sonaba un poco extraño para la esencia del PortAmérica Latitudes. Tuvo otro golpe fuerte al perder a Ca7riel & Paco Amoroso, pero un excelente acierto al sumar a Mon Laferte y Nsqk.
Y es que el cartel resultó ser exacto para coincidir con toda la esencia musical de un continente conectado por el idioma. Y para nada Los Ángeles Azules eran algo fuera del concepto y curaduría. De hecho, fueron los más atinados.
La cumbia define nuestro idioma
Si hay un género musical que compartamos con todo el continente es la cumbia. Argentina tiene su cumbia, Colombia la suya, hasta los más lejanos como España tienen sus rasgos de cumbia en su cultura.
Es por eso que un acto como lo fueron Los Ángeles Azules terminó de musicalizar la propuesta pluricultural del festival.
Y es que PortAmérica Latitudes cumplió con tres cosas distintas: potenciar el formato del festival boutique, necesario en la ciudad, reinvindicar la cumbia como herencia cultural en común con toda Hispanoamérica, y finalmente, su propósito principal, ser un puente pluricultural donde la música y la gastronomía juegan el papel más importante.
Fotos de Erandi Luna (@eranluu).
