El Foro Indie Rocks no estaba al máximo de su capacidad, pero la energía que se respiraba era palpable. No había aglomeraciones, ni empujones, ni esa tensión que suele invadir el lugar cuando hay sold out. En cambio, el ambiente era relajado, casi alegre. Poder encontrar un buen lugar sin tener que pelear por un espacio convirtió la noche en un momento para disfrutar, no para sobrevivir.
King Woman: el huracán de Kristina Esfandiari
El concierto arrancó con el cover de ‘I Wanna Be Adored‘ de The Stone Roses. Desde el primer acorde, el público estalló en gritos y aplausos. Créanme cuando les digo que Kristina Esfandiari es una fuerza de la naturaleza.
Con una presencia escénica que combina carisma, teatralidad y una conexión genuina con el público, Kristina no solo cantó; dominó el escenario. Bajaba constantemente para interactuar con la primera fila: tocando manos, intercambiando miradas y gritándole al rostro a sus fans.
Aunque su set fue corto—solo nueve canciones—, King Woman dejó al público en un estado de agitación total. Canciones como ‘Bury‘ y ‘Morning Star‘ fueron coreadas a gritos, algo que sorprendió incluso a lxs más escépticxs.
Personalmente, no esperaba que tuviera tantxs fans en México, pero Kristina lo hizo evidente: es una estrella en ascenso, y su energía no solo es contagiosa, sino también imparable. El show no fue perfecto técnicamente, pero brilló por su intensidad y empuje.
Ojalá la veamos pronto en festivales y otros eventos, porque, aunque no puedo asegurar que todos los asistentes conocían este proyecto, sí puedo afirmar que todos en el Foro Indie Rocks salieron siendo fans de King Woman.
Earthless, la magia técnica, pero sin chispa
Luego de los gritos, los aplausos y la vorágine que fue King Woman, Earthless tomó el escenario. Aquí las cosas cambiaron radicalmente. Si King Woman fue un huracán emocional, Earthless fue un eclipse: lento, metódico y técnicamente impresionante, pero carente de esa chispa que enciende al público.
El trío instrumental comenzó su set de manera algo floja, y el contraste con el dinamismo de King Woman no ayudó. Earthless no dijo una sola palabra durante todo su show.
No hubo introducciones, ni interacciones, ni siquiera pausas entre canciones. Simplemente tocaron, y lo hicieron con una habilidad que, aunque admirable, no logró conectar con todos. Vi gente irse a la mitad del set, pero también a otrxs acercarse al escenario, fascinadxs por la banda de San Diego.
Con el tiempo, el set de Earthless fue ganando fuerza. Para la segunda mitad, era como presenciar un ritual: los riffs se volvieron más complejos, los ritmos más envolventes, y la atmósfera más hipnótica. Fue un show, una experiencia, más que un concierto. Pero, ¿fue suficiente? Para algunxs, sí. Para otrxs, no.
El cierre de una noche desigual con King Woman y Earthless en el Foro Indie Rocks
Al final de la noche, el público salió satisfecho. Escuché comentarios positivos sobre ambos shows, pero también la sensación de que algo no cuadraba. King Woman y Earthless son dos bandas increíbles, pero juntas crearon una dinámica extraña.
Siempre he abogado por la buena curaduría e Hipnosis suele destacar por su excelente selección de artistas. Esta vez, quizás por agendas, presupuestos o tiempos, la combinación no fue la ideal. No es que una banda fuera mejor que la otra; simplemente, eran demasiado diferentes.
Fotos de Mon de León (@monlikesmusic).
