Feid en Guadalajara

Feid en Guadalajara: Apocalipsis del reggaetón: Un nuevo (y verde) comienzo

Fotos por Julio del Toro (@juliodtc).

La conversación que inunda el tópico del «reggaetón» ha estado plagada de rumores, peleas y nuevos sonidos en los últimos meses. Pero más en particular hay una constante duda que bota de boca en boca: ¿Quién será el próximo Bad Bunny y Karol G? Quizá no sea necesario que exista una «nueva versión» de ellxs, pero sí es necesaria una nueva generación de ídolos latinoamericanos. Entonces llegó el concierto de Feid en Guadalajara y tuve un panorama distinto.

Y es que con festivales que ya abordan el género y le dan su respectiva cabida quizá estemos en un momento de sobresaturación de éste. Como ejemplo tenemos el Flow Fest o el reciente Dale Mixx en Monterrey, además de los inmensos shows particulares que ha habido en México de Ozuna, Myke Towers, Young Miko.

Además de la exposición masiva y mediática del género, es posible que el reggaetón no pueda ir más allá. Desde el concierto de Bad Bunny en el Azteca, el caso del mismo conejo encabezando Coachella o Karol G como la primera mujer en llenar un estadio puramente con reggaetón en el país es probable que ya hayamos llegado a un punto demasiado álgido como para rebasarlo.

Pero creo que después del concierto de Feid en Guadalajara me di cuenta que no era necesario alzar y alzar más la vara. Tal vez lo que se tenía que hacer era comenzar de cero o de un camino ya comenzado y seguir por allí. Precisamente ese fue el trayecto que tomó el colombiano Ferxxo para llegar al lugar donde está, un nuevo trono del reggaetón internacional.

Así me quedé roto, de esta fiesta en Zapopan

Que el reggaetón llene estadios no es sorpresa. Lo fue cuando pasó fuera del Choli de Puerto Rico, o hasta con la gira de BadBo en Estados Unidos. Ahora es algo bastante normal, pero no por eso menos sorprendente. Desde el anuncio del concierto de Feid en Guadalajara presentando FERXXOCALIPSIS (2023) en el Estadio 03 de Marzo ya se veía venir lo que pasaría.

Era domingo, un domingo previo a un lunes laboral. Ni a lxs estudiantes de la Autónoma de Guadalajara ni a quienes trabajaban al día siguiente les importó. Multitudes se congregaron hasta tres horas antes del show, y hubo quienes durmieron a las afueras del estadio. Algo normal para el calibre del artista.

Lo que me sigo preguntando es cómo Feid logró hacer tan propio algo tan universal como el color verde. Esto se veía en la indumentaria del estadio, como las proyecciones de las pantallas, las pasarelas y plataformas donde Feid y sus músicxs se pasearon sobre el escenario.

Fue así como comenzó el apocalipsis, con todxs eufóricos por la invasión verde. Y sucedió. Feid deleitó en Guadalajara con un set de casi 40 canciones, 38 exactas. Sin invitadxs ni una producción de otro planeta. Realmente se trató de un show sencillo dentro de la amalgama de un concierto en un estadio. Y no lo digo para mal, al contrario.

Solo constó de Feid, sus músicxs, un par de visuales uno muy distinto del otro y una conexión impresionante para dar un concierto masivo en domingo que desembocaría con un increíble sabor de boca.

El apocalipsis de Feid en Guadalajara

El concierto de Feid en Guadalajara se trató de un espectáculo de dos tiempos: uno donde presentó sus canciones más conocidas y representativas, y otro donde presentó su posterior apocalipsis, uno que tiene un sentido de ser más que una simple palabra para llamar al disco y la gira.

La segunda parte es la más inquietante e interesante, pues hasta los visuales y la presencia en el escenario de Feid fueron distintas. Durante las demás canciones, Ferxxo se mostraba suelto, brincando y corriendo por toda la tarima, pero para el momento del apocalipsis, se le miró encerrado en un cubo de luces y proyección de monstruos.

Quizá y esto ni siquiera tenía la intención de significar algo, pero no pude evitar pensar que este apocalipsis de Feid en Guadalajara simbolizaba el fin de una era y el inicio de otra nueva. ¿Pero de qué? Fácil: del reggaetón.

Un nuevo mundo verde

Retomemos lo que escribí al principio de este texto: El reggaetón no está buscando alzar la vara nuevamente, sino encontrar nuevos caminos. O bien, nuevas maneras de contar historias a través de las mismas rítmicas y, claro está, seguir siendo un lugar de baile, disfrute y desconexión de sus oyentes.

Feid logró esto enfocando su atención en una temática que, al parecer, conecta tan bien con su fanaticada. La juventud estamos fraguados por el desamor, la pasión y el sexo, todas emociones cargadísimas de intensidad. Y no está mal, son las nuevas maneras de ver las relaciones sentimentales, amorosas y sexuales.

¿Cómo lograr entonces reflejar esta nueva emotividad? Con un reggaetón como el de Feid. Emotivo, discursivo, triste, feliz, sensual. Ponle los adjetivos que quieras. Pero siempre la intensidad emocional de la nueva generación es la que caracteriza a la música que está llenando estadios hoy en día.

El concierto de Feid en Guadalajara fue apenas el segundo del artista en la ciudad, y de hecho apenas su segunda gira en México. Es impresionante ver cómo ya en su segunda visita ya está a nivel de estadios. No es para menos, pues abandera la nueva premisa del género.

Comienza un nuevo mundo, uno verde, dentro del reggaetón. Y quién sabe, quizá pronto hasta de más colores.