Imperial Triumphant: El ritual dorado llega a Guadalajara
Eran las 20:00 en un C3 bastante lleno cuando el intro de ‘Tower of Glory, City of Shame‘ daba inicio a una de los proyectos de metal moderno más interesantes de los últimos años: Imperial Triumphant y su famoso ritual dorado.
La banda originaria de Nueva York que se creó en el 2005 y que no fue hasta el 2012 que sacaron su primer álbum Abomina Centvm (2012), estaba de gira por nuestro país promocionando su último disco Spirit of Ecstasy, un tour de tan solo tres fechas que ya había visitado las ciudades de Monterrey, Ciudad de México y ahora era el turno de Guadalajara.
Enmascarados
Desde los primeros acordes ya se podía sentir la energía que emanaban el trío de enmascarados y que contagiaba a la ya de por sí excitada audiencia que no paraba de mover la cabeza al ritmo de los pesados riffs de Zachary Ilya Ezrin y la brutal batería de Kenny Grohowski. Pero si hubo alguien que conquistaría al público tapatío de esa noche sería el bajista Steve Blanco que nos dio una catedra de cómo se puede ser virtuoso y caótico al mismo tiempo.
‘Tower of Glory, City of Shame‘ fue tan solo una muestra del show que íbamos a presenciar, llegó el turno de Atomic Age del álbum Alphaville (2020), el disco más popular de la banda y que los llevó a una mayor audiencia alrededor del mundo.
Aquí empezamos a notar las excentricidades de Steve en el escenario, moviéndose de un lado al otro y manejando el bajo como si fuera una extensión de su cuerpo, todos y cada uno de los integrantes brillaban por sí solos por su increíble técnica. Los guturales de Zachary y la agresividad de sus acordes eran hipnotizantes y la gente no paraba de aplaudir -me incluyo-.
Con ‘Metrovertigo‘ se mostraría porque la banda es tan querida en sus shows en vivo, ya que en un momento de la canción ‘Zachary‘ sacaría una botella de champagne y la abriría enfrente del escenario haciendo una lluvia de espuma que bañaría a su público y claro está, ofreciéndoles un trago a los afortunados que estuvieran en su camino.
Lo anterior sólo confirmaba la celebración que se estaba llevando a cabo esa noche y de la cual todxs éramos partícipes. La canción continuó y cuando creíamos que quizás ya lo habíamos visto todo, Steve baja del escenario y empieza a caminar entre el público mientras continúa tocando la canción. Las caras de incredulidad y felicidad se veían por todas partes al igual que las cámaras que se veían a su alrededor que estaban buscando ese momento. ‘Transmission to Mercury‘ continuó aquel viaje que estaba sucediendo y que todos estábamos disfrutando.
Consagración
La noche continuaba y ya se vislumbraba el final, pero Imperial Triumphant aún tenía un par de canciones para nosotros y era el turno de ‘Chernobyl Blues‘, un tema bastante único porque la primera parte de la canción se nos muestra en un tono melancólico con una voz gutural sin gritos y con una melodía más cercana al doom para entonces y de un momento a otro explotar en una mezcla de sonidos casi cacofónicos donde podemos ver un Steve golpeando las cuerdas de su bajo mientras este está en el piso y con esto haciendo ver como el caos puede sonar bastante bien.
Ya para la última canción y con un foro que no paraba de gritar «IM-PE-RIAL» al unísono la banda cerró con broche de oro con la canción ‘Swarming Opulence‘, otro de sus éxitos que tan solo con escuchar el sonido de aquellas trompetas hizo de nueva cuenta hacer vibrar a la gente del foro.
Ahí se terminó de consagrar el ritual dorado y después de ofrecernos poco más de una hora de un show que quedará en la memoria de todxs. La banda sencillamente agradeció con las manos y se retiraron del escenario. Ni una palabra necesitaron decir en todo el concierto, la música fue más que suficiente.