Reseña de CHARM (2024) de Clairo
A veces, de pronto, un punto de inflexión ocurre. Se pierde el sentido. Yo ya no entro en el mundo ni el mundo en mí. Insuficiencia mía y del resto. Quiero más y necesito más. Necesito amar más fuerte y ser amada con más cinismo. Necesito que la vida pase en la vida y no en mi sólo en mi cabeza. Quiero salir de esto. Correr, huir.
¿Un sentir trágico-dramático? Sí. ¿Poco sincero o tal cual irreal? De ninguna forma… Sea en las preguntas, en las respuestas, en el desconcierto; en el amor y la idea (!) de éste, en el tiempo, en las palabras y las caricias perdidas; en la incertidumbre del mañana, en el mundo; en ojos ajenos o dentro de unx mismx… hay cierto encanto en perderse, y en la pelea por (re)encontrarse y (re)acomodarse. Clairo, acaba de presentar el relato del viaje de una forma… encantadora.
Third time’s a charm
El artista encuentra la batalla más grande en contra de su propio trabajo. En el caso de Claire Cottrill, el emocional y aclamado Immunity (2019) y el intenso y personal Sling (2021) venían haciendo sombra y, casi exigiendo, incluso antes de su mera existencia, algo grande del próximo trabajo de la cantante, compositora y productora.
Trabajando de la mano de un solo productor como lo hiciera las pasadas ocasiones, esta vez Leon Michels (productor, músico y líder del proyecto de soul El Michels Affair), Clairo presenta en CHARM (2024) un álbum que se siente y se escucha más desenvuelto que sus antecesores.
Fluido, natural, fresco, el disco aborda un soft-rock que va encontrándose con toques de pop, funk y soul; elegantísimas y cuidadas guitarras, sintetizadores, instrumentos de viento, y la continua presencia de teclados y piano, estos últimos dotándolo todo con una vibra setentera inconfundible y especial.
Grabado en vivo, CHARM (2024) no le apunta a la perfección y es justo en ese proceso más libre, abierto a las posibilidades, donde el disco se echa al hombro un aire rústico y personal. Con la ya conocida, suave entrega en los vocales de Clairo, esa que parece estar cantándote al oído, íntima y exclusiva, las canciones que componen el álbum pasan a ser, de una forma u otra, parte de quien les escucha: un recuento y reconciliación con las propias experiencias, o un emocional testigo de la intensidad de lo humano.
Sea cual sea la forma, es imposible no sentir CHARM (2024). Dejarse envolver por sus ritmos, su aparente sencillez, sus cambios de humor. Introspectivo, sentimental. A veces delicado, a veces teatral. Clairo condensa en 38 minutos el conflicto entre el deseo por sentir todo, y lo pesado que es sentir tanto.
To being different, being young, and wonder why no one knew you at all
‘Correría el riesgo de perderlo todo. Vender todas mis cosas, y convertirme en nómada’ es el agudo primer verso del álbum. Apacible, ‘Nomad’ deja en claro la complejidad en los sentimientos vaciados en el disco. No todo es blanco o negro o siquiera en escala de grises. A pesar de algunas de sus temáticas y planteamientos, Clairo mantiene un disco de atmósfera cálida y acogedora.
‘Nomad’ comparte la cadencia de canciones como ‘Second Nature’, ‘Slow Dance’, ‘Terrapin’ y ‘Juna’, con retazos del lo-fi presente en la discografía y carrera de Claire. Por otro lado, ‘Sexy to Someone’, ‘Add Up My Love’, y particularmente ‘Thank You’, cambian el ritmo y le dan la vuelta a la calma presente en ciertos temas.
Aislada, pero no para mal, ‘Echo’ es la canción más ‘cargada’ del álbum. De tinte psicodélico, un sintetizador ensombrece lo instrumental, una letra que abre con la línea ‘Hay algo que necesito de ti, y tú eres el único que lo sabe’, y la voz de Cottrill en su punto más onírico, casi lúgubre.
CHARM (2024) aborda el amor no cantándole a la existencia de este sino a la experiencia de este. La complicada experiencia de éste. Canciones como ‘Sexy to Someone’, ‘Slow Dance’, cantan sobre el cómo yo amo al otro, y cómo quiero que el otro me ame. Así como el amor me forma a mí, yo lo moldeo a él. Yo lo siento, por tanto yo lo creo. Y por supuesto, lo quiero, pero tampoco lo quiero.
El álbum también habla de feminidad, sensualidad y sexualidad. En ‘Juna’, coqueta y sin timidez, Clairo canta: ‘Me haces querer ir a comprar un nuevo vestido. Me haces querer quitarme un nuevo vestido’. De igual forma, ‘Add Up My Love’ pronuncia: ‘¿Extrañas mi nombre? Dicho entre tu respiración’.
Cerrando está ‘Pier 4’. que, después de un viaje sonoro en el tiempo, uno en general alegre, devuelve a la crudeza y vulnerabilidad lírica de ‘Normad’. Acompañada de guitarras, Clairo llega al punto cumbre. Detenerse y pensar qué vale todo. (‘Playing out moments’). Qué es lo que quiero, qué es lo que espero. La cantante pregunta: ‘¿Cuál es el costo de todo, de ser amado, cuando ‘cerca’, no es lo suficientemente ‘cerca?’ Y la respuesta a ello va más allá del álbum… Cambia y se (re)construye junto a nosotros.
‘Opened my hands and I know I’ve shed some’