Reseña de Loss Of Life (2024) de MGMT, aprendiendo a amar el vacío y la muerte
Dado el historial del proyecto creado por Andrew VanWyngarden y Ben Goldwasser, mucho podía teorizarse y poco resultaría acertado con respecto a lo que la banda podía presentar en su siguiente producción discográfica.
Aún tras el estreno de los sencillos iniciales –primero ‘Mother Nature’ y después ‘Bubblegum Dog’, un acierto que puso aún más en el misterio la vibra general del futuro material— y de conocer el título del disco –que se traduce, tal cual, a ‘pérdida de vida’, algo leve—, MGMT dejó mucho a la imaginación: en el humor, la atmósfera, las letras y el sonido, preparados para sorprender.
En Loss Of Life (2024), el quinto álbum de la agrupación, MGMT se entrega a la crisis existencial que sin aviso ataca de vez en cuando. Qué, para qué, por qué somos. La vida inicia, avanza, acaba. Dónde está el propósito. A veces el vaso está medio lleno, a veces se ve medio vacío. A veces importa nada. A veces importa todo.
‘Nada de esto parece divertido, pero tal vez ese es el punto’
En la batalla que implica reinventarse, sonar diferente sin perderse a uno mismo, MGMT no salió indemne pero sí victorioso. A lo largo del Loss Of Life (2024) se puede declarar confiadamente ‘Estoy escuchando a MGMT’. Al segundo siguiente las cosas cambian y debe preguntarse ‘¿Estoy escuchando a MGMT?’ La respuesta es siempre sí. El MGMT de ahora ha cambiado un poco, pero más que decepción, es una sorpresa, y para bien.
El álbum, diferenciándose de lo anteriormente hecho por la banda, le apuesta a experimentar y reconstruir sonidos familiares. Mezclando rock, pop y psych, chispazos fugaces de otros géneros y de trabajos atrás, MGMT construye una ambientación a ratos pesada, en su mayoría melancólica y, sobre todo, casi cínica ante los temas que presenta. Chance un disco que para digerirse por completo, necesite más de una sola escucha.
Entre guitarras acústicas, delicados vocales y una batería correteando un ritmo agitado, como a punto de explotar, la banda habla sobre, por supuesto, la vida, el amor, el conformismo, el sinsentido de las cosas, la inevitabilidad de la muerte y la aceptación de la misma.
Loss Of Life (2024) es ese momento en una madrugada cualquiera en la que uno necesita saber el por qué. El arrebato de saber, encontrar, entender. Y posiblemente llegar a la conclusión que todo importa tanto que termina perdiendo sentido. Y justo eso, lo absurdo del viaje, hace que valga la pena.
Rotando humores, géneros y niveles de energía, MGMT se hace de un balance especial. No todo blanco, no todo negro. Un álbum con libertad de ser y sentir. Diez canciones que lo cubren todo: una visita a los años 80s en ‘Dancing in Babylon’, romántica, ensoñadora y cálida, junto a Christine and the Queens. Enseguida, el rock y el inconformismo en ‘Bubblegum Dog’ y una de las líneas que más se quedan adheridas en la memoria: ‘Siento odio hacia el mundo terrenal / Pero odio es una palabra muy fuerte / Y finalmente me ha alcanzado’.
También, la pesadumbre en ‘People In The Streets’ (‘La vida continúa / Mostrándote cosas que no puedes olvidar’). ‘Phradie’s Song’ sombría en lo musical, tierna con locura en su letra. Casi para terminar, la confusión y la dualidad de la vida en ‘I Wish I Was Joking’.
Como en todo, aún en la melancolía puede encontrarse un atisbo de luz: ‘La mitad de amor sigue siendo amor / Le ruegas al amanecer que te alivie / Pasa el tiempo de mil maneras / En la basura encontrarás amor / La mitad del tiempo me siento triste / Y cualquier amor me servirá’.
Porque, en resumen, la muerte es inevitable y lo humano está en decadencia. Pero el amor existe, y basta… ‘Aprendes a amar tu pérdida de vida’.