Opeth en Guadalajara, 30 años de progresivo sueco
Texto por Mateo Galindo (@matt_doomsalyer) y Christopher Ramírez (@chris.an).
Fotos por Alina Rojo (@happymess.media).
Desde Suecia con amor a tierras Tapatías, la banda de death metal melódico y rock progresivo, Opeth, conquistan a sus fanáticos en el Teatro Studio Guanamor. Abriendo con ‘Ghost of Perdition‘, la banda de Mikael Åkerfeldt trajo un repertorio abarcando 30 años de carrera, con clásicos como Black Rose Immortal hasta Sorceress, del álbum del mismo nombre; pasando así por las etapas y géneros en que la banda ha incursionado.
Este año toco a In Cauda Venenum (2019) con la canción ‘Allting tar Slut‘, de sus obras más progresivas hasta la fecha. Con una cálida bienvenida y con un lugar muy lleno para ser martes, resonaron los acordes con su característico sonido melancólico pero llenos de misterio, misticismo y maldad que caracteriza su etapa más deathmetalera.
Regresando a casa
Tuvieron que pasar seis años para que Opeth, volviera a pisar tierras tapatías y fue nada menos que con la gira “By Request, Evolution XXX Tour”, que es la celebración de los 30 años de la agrupación sueca liderada por Mikael Akerfeldt – o Miguelito Piñata Gonzalez que fue como él mismo mencionó que los fans de Latinoamérica le han apodado.
Esta es una de las giras más importantes y especiales de la banda, sobre todo porque originalmente estaba planeada con ocho tours por Europa únicamente y la cual los fans pudieron votar para escoger qué canción de cada uno de los discos que ha tenido Opeth a lo largo de su carrera que va desde el black metal, el death y el progresivo querían escuchar.
El show empezó a tiempo y con los suecos dándolo todo desde un principio con ‘Ghost of Perdition‘, una de sus canciones más famosas del aclamado álbum homónimo de la banda seguida de ‘Demon of the Fall‘, la energía de la banda y los gritos del público se escuchaban hasta afuera del Guanamor donde había un cierto número de personas que no pudieron conseguir boleto pero eso no les impedía disfrutar del espectáculo que estaba ocurriendo.
Llegó el turno de ‘Eternal Rains Will Come‘, una de las canciones del álbum Pale Communion (2014), segundo disco de la etapa progresiva en la que se encuentran actualmente. El cambio de los guturales por las voces limpias es algo que divide opiniones de los fans pero esta noche se tuvo la fortuna de poder disfrutar de ambas: ‘Under the Weeping Moon‘, de su primer álbum, Orchid (1995), fue la cuarta canción de la noche, una canción que nos hace recordar porqué Opeth es una banda única en su estilo, la combinación de una melodía tranquila de guitarra y que es acompañada al mismo tiempo del antiguo sonido black de la banda hace que sea una montaña rusa de emociones de principio a fin.
Los gritos y adulaciones a la banda no dejaban de llegar y es que el amor que le tienen los fans de México a Opeth es innegable, y la banda lo sabe.
Entrega mutua
La noche seguía avanzando y cuando fue el turno de escuchar los primeros arpegios de ‘Windowpane‘ el público estalló en júbilo, y no es para menos, ya que Damnation (2003) es uno de los discos más queridos por todos los fans y esa canción logra definirlo a la perfección.
Cabe destacar que para ser su segundo concierto seguido después de su presentación en Monterrey la energía que traía la banda era la misma, se notaba un Mikael relajado y que estaba disfrutando cada segundo de la presentación.
Continuando con las canciones más melodiosas de la banda tocaba el turno de ‘Harvest‘ del álbum Blackwater Park (2001), la cual sirvió como preámbulo para una de las canciones más esperadas, Black Rose Immortal‘, tema de su segundo disco Morningrise (1996) y posiblemente una de las canciones más complejas de la banda ya que en veinte minutos con quince segundos logra combinar a la perfección el progresivo y el black metal, la verdadera joya de la corona del setlist.
Estábamos ya a más de la mitad de la presentación de Opeth y aunque hubiera transcurrido más de una hora la energía del lugar no cesaba y Burden se hizo presente, Watershed (2008) es el disco que marca el fin de la etapa con guturales de Opeth antes de que dieran el brinco a su sonido más progresivo, y aunque la canción elegida era una balada fue definitivamente una gran elección: ‘The Moor‘ fue la canción final de ese setlist lleno de guturales y black metal y dio paso a ‘The Devil’s Orchard‘ del disco Heritage (2011), primer disco de lo que sería la nueva etapa de la banda.
‘Allting Tar Slut‘ fue la canción con la que cerraron el setlist del concierto y la cual pertenece al último álbum de la banda In Cauda Venenum (2019). Recordemos que sacaron dos versiones de ese disco, una en sueco y otra en inglés y se agradece bastante el poder escuchar a Mikael cantando en su idioma natal.
Para estas alturas ya habían pasado casi dos horas de concierto y llegamos a la parte final de la noche, para el encore la banda nos dio despidió con ‘Sorceress‘, y ‘Deliverance‘, dos grandes canciones que, aunque tienen varios años una de otra, nos hicieron disfrutar de principio a fin y agradecer el increíble show que habíamos presenciado.
Más de dos horas bastaron para repasar de principio a fin la carrera de Opeth y que nos hizo recordar por qué la banda es un estandarte de la escena del metal progresivo sueco, definitivamente fue uno de los mejores conciertos y setlist que pudieron ofrecernos y que puedo asegurar que todos y cada uno de los asistentes disfrutamos. Ojalá sean muchos años más.