Álvaro Díaz en el Pepsi Center: Sayonara, Felicilandia
Txt por Sofía Manzano (@__sad_morrita__).
Ph por Vanessa Torres (@esssauroo).
Calculo que ya eran pasaditas de las 17:00. Mientras iba caminando, sentí directamente la luz del sol en la cara. Me deslumbró, y sin poder controlarlo, se me achinaron los ojos como cada vez que sonreímos.
Rápidamente me acostumbré a esa sensación y seguí mi trayecto pensando en las ganas que tenía de estar tomando el mismo sol, pero en alguna playa. Cavilando, recorrí la calle Montecito y doblé en Dakota. Para mí sorpresa ya había demasiado movimiento, al menos, para esa hora. Decidí sentarme en uno de los escalones justo a la entrada del venue y comencé a observar con detenimiento lo que estaba sucediendo.
Corte A: Veo a dos chicas, una de ellas hablando por teléfono, confirmando que ya se encontraban afuera del Pepsi Center. Sin embargo, no éramos las únicas esperando; una fila de morritxs muy muy emocionadxs se comenzaba a formar y varios puestos de merch no oficial ya se estaban colocando. Intempestivamente me comencé a sentir nostálgica.
Corte B: Una vez dentro del recinto, el ambiente se siente caliente y electrizante. No era para menos, Supičić ya había zumba’o y Young Miko prendió los motores.
La espera nos desespera, pero estamos expectantes. Álvaro Díaz sale al stage y nos da la bienvenida, ya estamos en Felicilandia. Lugar ficticio o sólo es ese acontecimiento, no estoy segura. Sólo sé que no pararía el bellaqueo.
Haciendo trampa, tú ‘tas usando nitro…
Atestiguar la evolución de un artista siempre es gratificante y digno de celebrarse. Un storytelling cautivante, colaboraciones interesantes y un sonido apabullante son algunos de los elementos que conforman la propuesta de Álvarito. No obstante, su trayectoria se ha construido bajo un estatuto: Hacer lo que él realmente quiere y le viene en gana. Más allá de esa lucha incesante de ser real o feka.
Es de agradecer cuando un artista comparte sus procesos y decide incrustar referencias y experiencias en cada canción, EP y álbum. Young Luis Miguel lo ha sabido hacer y todxs estxs niñxs tristes que se reunieron en el Pepsi Center lo pueden confirmar.
Se había anunciado desde un principio que esta presentación se centraría en la última producción discográfica lanzada, y así fue. Felicilandia transcurrió cómo se esperaba, y con special guests cómo Bratty y Zizzy. Díaz Antes (2020) y algunos guiños del material venidero se evocaron, pero ‘No te quiero perder’ nos pegó distinto.
Cómo en los tiempos de SoundCloud
No estaba segura de los motivos, pero era evidente que la nostalgia me había invadido, ni sabía por qué iba en aumento conforme el show avanzaba, pero sólo sabía que se había alojado en cada parte de mí.
Algunas canciones y sonidos se perciben muy diferentes después de un tiempo, o posterior a ciertos eventos significativos. La pandemia fue un suceso que nos sacudió a todxs y nos arrebató el tiempo y los planes, pero no las ilusiones ni el ímpetu.
Me vi obligada a rememorar la última presentación de Álvaro Díaz en él, ahora extinto, Plaza Condesa un poquito antes de la contingencia, y me alegró entender que las adversidades también logran catapultar y te incentivan a crecer y a moverse, se quiera o no.
El cantante puertorriqueño nos dirigió unas palabras y nos compartió cómo había sido la primera vez que pisó tierra mexicana y como se dio su recibimiento y sobre todo, agradeció por la aceptación de su proyecto. No sin antes dedicar el concierto a Alex Malverde, pieza clave en toda la jugada.
Cinco años atrás en su presentación en el Foro Indie Rocks! había cantado rolas que se volvieron imprescindibles, y que ahora en 2022 muchas personas esperaban escuchar. Soltó las oldies las que se encuentran en Hato Rey (2015) y las que podías escuchar sólo en SoundCloud: ‘La Milla de Oro‘ ‘Super Exclusivo‘, ‘La Champaña‘, ‘Adiós Afrodita‘ y ‘Las Chicas de la Isla‘ fueron sólo algunas. Los buenos recuerdos no se olvidan y este concierto no sería sólo un Llori Pari.
Todo bien, perreando o llorando):
Después de recordarnos por qué Álvaro fckn Díaz se había posicionado, Papi Sousa nos ayudó a refrendar ese fact y reventaron: ‘OK‘ ‘De Nadie‘ y ‘Uwi‘
La atmósfera, pasado este segmento, se tornó cálida y reconfortante como cuando por fin puedes besar a quien deseabas desde hace mucho o cuando en la peda puedes perrear con quién que te gusta. Todo se sentía suavecito como una nube, una nube en la que se puede construir una casita para estar en el cielo para vivir y ahí morir, enrolla’ita a ti como un gongoli.
Y pensar en alguien, o en varias personas con una u otra canción de Felicilandia (2021), Díaz Antes (2020) o San Juan Grand Prix (2016) es inevitable. Y puede que te alegres porque te encuentras en el momento y lugar con alguien especial a tu lado. No obstante, puede pasar todo lo contrario. Te pones triste porque terminas añorando a esa persona que no se encuentra, pero se le sigue recordando y se agradece su mera existencia aunque no esté contigo viendo a Álvaro Díaz.
Quizá fue una semana complicada para algunos, pero decirle adiós a Felicilandia (2021) nos alivianó; tampoco hay rockstars en cuento de hadas y creo que por eso siempre es bueno dar pie a una nueva etapa. Cargando con cierta nostalgia por lo que pasó y lo que no va a volver, y qué fue fundamental, pero que en algún punto tenemos que dejar ir.
Nos vamos ‘LENTITO‘, pero nos vamos yendo. Eso sí, sin olvidar la felicidad que nos dio el amor. Y al irnos siempre vamos a terminar preguntándonos si pensarán en nosotrxs aún después de decir SAYONARA. Yo espero que sí.
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