AQUIHAYAQUIHAY en Guadalajara: Luces, cámara y anti-boyband
Texto por Erandi Luna (@eran_lunaa).
Fotos por Saúl Martínez (@bnsaul).
En la actualidad el R&B en México poco a poco se va abriendo público y esto genera la posibilidad de escuchar nuevos artistas, y artistas que no necesariamente son de otros países, la cultura mexicana ha llegado a empaparse de tantos géneros sin la necesidad de apropiarse de ellos, es aquí donde empezamos a hablar de AQUIHAYAQUIHAY, una de las propuestas más llamativas de la música independiente mexa.
Jay-lee, Neqer, Phynx, Zizzy y Nehly son los miembros de la anti-boyband que está definiendo el M-Pop (mexican-pop) con sonidos de R&B, beats hiphoperos con efectos y mezclas de trap. El regreso de AQUIHAYAQUIHAY en la Perla Tapatía les tornó satisfacción a sus seguidores, pues tres años fueron distantes para volverlos a ver.
Al remontarnos en el día del concierto, los asistentes ingresaron con tiempo al recinto, faltaban pocos minutos y el C3 estaba en oscuridad, las luces de colores eran las invitadas especiales para recibir a los AHAH que nos pondrían a bailar en una noche calurosa de junio.
Un vuelo con desborde de emociones
A eso de las 21:00, el humo invadió el recinto y las luces se apagaron completamente. Era cuestión de segundos para saber con qué canción iba a comenzar la noche, en la pantalla se visualizaba un avión con un corazón roto, poco después, las imágenes de las nubes nos transportaron al inicio de este viaje.
Los gritos al ver a los AHAH aturdían en un lugar tan limitado, los celulares ya estaban al aire para capturar el momento en las historias de Instagram, dándoles la oportunidad de revivir el momento en un futuro. Un ambiente intimo se gozaba en el C3, el acogimiento y la interacción entre todxs era cosa del amor por la música, misma que llegó a curar nuestros corazones.
Con fuertes bases de R&B, hip-hop y riffs de guitarras hipnotizantes, cada uno de los beats producidos por Phynx instauraron el perfecto balance para que cinco voces con estilos diferentes sobresalieran al momento de repartirse en los tracks, la mezcla de actitudes era tan notoria, pero tan ligera para crear una vibra increíble entre ellos.
Sentimientos en su estado más puro
El mensaje que transmitieron en el transcurso de la noche fue la inclusión y aceptarnos como somos con nuestras diferencias, el amor que transmiten con sus canciones no solo va del enamoramiento hacia el otro, sus canciones son un manual para el amor y todas sus etapas, desde que todo es bonito hasta cuando no quieres saber más del mismo, representando la forma de querer y odiarse, reír o llorar, dualidades de la vida real.
El repertorio no solamente lo cubrió su último álbum, No Me Busques Donde Mismo (2023), canciones de sus inicios nos hicieron recordar a nuestro yo de 2018 y a nuestro yo con el paso de los años. El setlist desmoronó cada sentimiento en nuestro ser, dando fin con la primera canción que compartieron como boyband, ‘Karma’, de su disco debut DROP OUT (2019), un viaje cíclico que tiene camino por delante, pues Zizzy prometió un regreso a la ciudad.
Instaurando un concepto
Con el paso de las canciones me di cuenta de que nunca había visto a una boyband en vivo, ni siquiera recuerdo si me llegó a gustar alguna, así que no tenía punto de comparación. No sabía exactamente de qué iba su vida, o del impacto que tiene desde que están juntos, pero pensar que una amistad los llevó más allá de la música a tal grado de compartir la mayoría de su tiempo juntos, genera un sentimiento real en el espectador.
Al final del día, esto va de crear el concepto de anti-boyband, donde el único objetivo es disfrutar el proceso en compañía de los AQUIHAYAQUIHAY.
Letras llenas de reflexiones y experiencias de vida, es lo que hace que estos chicos sigan conquistando la escena mexa, acompañados de su estilo y su ritmo único. AQUIHAYAQUIHAY está haciendo cosas diferentes, atreviéndose a crear algo integral y realista.
La capacidad de capturar un sentimiento y materializarlo en un coro es sorprendente. Especialmente, tratándose de gente tan joven. El amor por la música y el compromiso por la excelencia se traduce a canciones que están hechas para durar, así que bienvenidas las nuevas propuestas que con autenticidad redefinen la música en México.