Reseña de TANGK (2024) de IDLES, el abrazo en medio de la noche solitaria

El inmenso mundo sonoro de IDLES nos presenta su quinto álbum de estudio, TANGK (2024), producido por Nigel Godrich, Kenny Beats y Mark Bowen. Previamente la banda había anticipado los sencillos ‘DANCER‘, ‘GRACE‘ y ‘GIFT HORSE‘, el primero en orden de publicación fue su primera música nueva desde el álbum CRAWLER (2021), y cuenta con los coros de James Murphy y Nancy Whang de LCD Soundsystem.

TANGK (2024) fue el primer trabajo de IDLES con un productor de renombre como, Nigel Godrich, mejor conocido por su trabajo con Radiohead, y a su vez los miembros de la banda lo veían como parte de un «escalón superior» dentro de los juegos de la industria, propiamente IDLES había asumido que nunca podrían crear algo de su calibre (Godrich).

Como los letristas francos que son, a favor de la reflexión y con exagerada energía en sus puestas en escena, los chicos de IDLES no tienen miedo de mostrarse tal como son, y aunque en apariencia son los clásicos chicos británicos rudos, en realidad están llenos de amor, y TANGK (2024) es una muestra de eso. Para hablar del quinteto de Bristol, primeramente, debemos tener en cuenta su propio contexto: ¿Qué estaba sucediendo con la banda cuando trabajaban en sus álbumes anteriores?

Brutalismo y actos de resistencia

En 2017 cuando se trabajaba en Brutalism (2017), Joe Talbot vivió la agonía de seis años como cuidador principal de su madre afectada por un derrame cerebral y su fallecimiento durante la gestación del álbum. Joy As An Act Of Resistance (2018) del año siguiente y Ultra Mono (2018) dos años después perfeccionaron aún más su sonido brutal a través de temas inquebrantables. En el primero, se expone desde la masculinidad tóxica, el racismo y la locura del Brexit, hasta la muerte fetal que sufrió Joe de su primera hija, un suceso purgante a mitad de la terapia que vivía en rehabilitación en una búsqueda de una identidad curada.

CRAWLER (2021), por su parte, es en donde Talbot se centró en su propio ciclo de adicción de quince años en medio de diferentes paisajes sonoros. Con esto en mente, TANGK (2024) es el quinto capítulo de la saga de IDLES, donde hay mucho más por lo que entusiasmarse y, poner en práctica su palabra principal de moda, amor. ¿Cómo encontrar el amor después de tanto sufrimiento? ¿Cómo encontrar razones para seguir soñando? Serían buenas preguntas que les pudiéramos hacer a la banda en medio de mucha filosofía hiriente.

Sobre este contexto, hay que decir que TANGK (2024) es una apuesta sumamente arriesgada y que quizá nos tome más de una escucha al álbum para abrazarlo, como lo hemos hecho con lo anterior de su discografía. Es aquí cuando descubrimos que, en aquel Corona Capital Guadalajara del 2023, cuando le dije a Joe que CRAWLER (2021) era una celebración, él lo afirmó y quizá ahora entiendo que nos dio una pista, de que pronto venía otra gran celebración.

El camino recorrido

La esencia sonora de TANGK (2024) es seguramente presentar una imagen más equilibrada de altibajos, brutalidad suavizada y un mayor control en la euforia. También me atrevo a decir que IDLES entra a un mundo nuevo que alinea un hip-hop con introspección, la prueba de esto quizá sea la dolorosa balada, ‘A Gospel‘, la quinta canción que describe un rompimiento de Joe alejándose de una vida pasada “Delete my number, Ignore my eyes babe, They’re just sore”.

En cambio, en ‘GIFT HORSE‘ Joe elogia la sabiduría precoz de su hija, admitiendo el soberano dominio que tiene ella sobre su vida, llegando a la conclusión que probablemente se trate de un hilo conductor al final del álbum en ‘MONOLITH‘ cuando canta que por fin ha encontrado su propia motivación, proclamando su recuperación tanto de la adicción como de las desgastantes historias románticas.

Joe Talbot ha encontrado en el perdón un arte, y también hay espacio para hacer mención de su papá en ‘HALL & OATES‘, recordándolo de forma sonriente. Y los contrapuntos no cesan, pues en ‘JUNGLE‘ recuerda como tuvo la bota de un escoces en la cara, haciendo alusión a sus tiempos de adicción, en donde dicha bota probablemente sea de su hermano.

Realmente TANGK (2024) no contiene grandes hits, ni temas por los cuales la banda sea premiada, solamente y de forma valiente. El disco en sí se trata de un hilo conductor a toda la historia que encierra la vida de la propia banda, más en concreto con su vocal.

IDLES nos confirma en TANGK (2024) que son capaces de amar y compartir ese amor con el mundo, se convierten en esa cobija del descobijado, en ese abrazo en medio de la noche solitaria, en esa palmada en la espalda ante una desgracia, afirmándonos que nunca nos van a dejar solxs.

Con este nuevo material, IDLES estará de visita en México tocando en solitario por primera vez en Guadalajara y Monterrey y regresando a la Ciudad de México.