Reseña de First Two Pages of Frankenstein (2023) de The National

Texto por Paola Correa (@interpaow).

La melancolía clásica de The National está de regreso con su noveno álbum, First Two Pages of Frankenstein (2023), titulado así por el bloqueo que sufrió Matt Berninger al escribir. «Cuando me siento atascado, a menudo tomo un libro de la estantería solo para tener algunas palabras en mi cabeza, y las dos primeras páginas de Frankenstein terminaron desencadenando la canción ‘Your mind is not your friend‘.

De ahí, todas sus energías se concentraron para congregar once canciones que verían la luz este 2023. 

Con altas expectativas y grandes invitados

Hablar sobre The National es poner sobre la mesa a una de las bandas favoritas de las últimas dos décadas de toda una generación, y misma que, desde su quinto álbum de estudio, High Violet (2010), no han tenido ningún bache en su carrera. Tan solo su antecesor, I Am Easy to Find (2019), sobresalió a sus trabajos anteriores gracias a la adición de voces femeninas diferentes y la creación de un sonido muy bien orquestado. 

Y como es bien sabido, Berninger y compañía han logrado durante su carrera grandes colaboraciones y en esta ocasión, se lucieron con los invitados de honor quienes para sorpresa de muchos fueron Sufjan Stevens, Taylor Swift y Phoebe Bridgers. En el caso de Bridgers ella colabora en dos temas, con apariciones bastante sutiles y limitándose únicamente a ser solo armonías o voces de fondo.

Repletos de gentileza y ternura

La primera parte del álbum está compuesta de canciones que detallan diferentes puntos en el tiempo de una relación en decadencia y recuerdos que no nos dejan soltar, todo esto acompañado de guitarras delicadas y una batería discreta. Y en primera instancia, el disco abre con una balada a piano hermosa, que de inmediato toca nuestras fibras más sensibles.

En la segunda mitad nos encontramos con temas que sacan a la luz nuestros miedos, la disociación y la reconexión con nuestro interior. Resulta ser una producción en la que se respira una atmósfera tenue, que fluye a través de un aura de tristeza esperanzadora. La primera escucha suena muy familiar, como todo lo que ya has escuchado de ellos, pero tienen escondida aún mucha belleza en su música y letras. 

Si bien The National parece continuar en su ‘zona de confort’, eso al final no importa, porque saben convertir el dolor en poesía y en un viaje musical que muchos estamos dispuestos a recorrer, aunque corramos el riesgo de revivir un par de heridas.