De cielos violetas y caminar por sueños: Foals en CDMX

Mucho hay para hablar y elaborar sobre el público mexa cuando de música se trata; pero entre los varios (d)efectos y virtudes sería insensato ignorar la magia que se crea cuando entre artista y fanaticada se da el clic correcto. Cuando México gusta y adopta de algo (o alguien), lo hace bien, sin tibiezas. Y por esa razón este sábado 20, en contra de lluvia y tráfico, el Pepsi Center WTC comenzó a abarrotarse gradualmente en espera de la visita anhelada.

Después de fechas canceladas en 2020 y una participación en el Corona Capital 2022 que dejó con ganas de algo más, finalmente la Ciudad de México pudo recibir en solitario a FOALS que, en pleno recorrido del Life is Yours Tour como promoción al más reciente álbum, llegó a confirmarse como una de las agrupaciones que ha dejado marca en suelo nacional, y se les quiere con fuerza.

Preparando la noche y avivando energías estuvo Niño Viejo, proyecto creado por Baruch Orozco, originario de Mexicali, que con una mezcla de sonidos y una propuesta fresca con temas como ‘Pocos Huevos’ y ‘fuimos pop’ se asegura que los reflectores le sigan cayendo encima en el futuro.

I FEEL, WELL, I FEEL ALIVE

Poco pasadas las 21:30 hrs, Yannis Philippakis y compañía saltaron al escenario en medio del clamor de cientos de voces y un mar de flashes tratando de capturar el momento. Empezando bien y alto, ‘Wake Me Up’ y ‘The Runner’ hicieron vibrar un venue ya para entonces repleto y en el punto más alto de entusiasmo colectivo.

La noche fue para todxs. Fans desde el Antidotes (2008) o llegados en álbumes posteriores; sin importar la antigüedad la emoción y la euforia fueron compartidas abajo del escenario, y desde arriba se supo corresponder. Con Jimmy Smith en la guitarra, Jack Bevan en la batería y el regreso de Walter Gervers en el bajo, los Foals entregaron algo que bien le tiró al mítico concepto de ‘perfecto’.

Se sacaron del baúl a viejos conocidos como ‘Olympic Airways’, ‘Red Socks Pugie’ y ‘Black Gold’, temas que forman parte de aquellos primeros discos. Se saltó y se bailó con icónicas como ‘My Number’ y ‘Milk & Black Spiders’ (esta última una grata sorpresa), y se cantaron con sentimiento profundo las más suaves como ‘Spanish Sahara’. De lo nuevo se oyó ‘2am’ y ‘2001’, lo favorito del Life is Yours (2022), 

Entre canción y canción Philippakis se tomó el tiempo de agradecer la energía que le estaba siendo entregada a la agrupación; existieron un par de interacciones amistosas entre artista-fan incluyendo dos que tres canciones en las que Yannis bajó del escenario provocando la emoción y por ende la avalancha de gente tratando de acercarse aún más.

El setlist fue clave en el éxito de Foals en su noche en el Pepsi; si bien algo ‘corto’ (hora y media muy bien recibida pero que, revisando la discografía de la banda comandada por Philippakis, podría extenderse al menos un par de minutos), fue conciso. En la gran mayoría de conciertos, sin importar el artista o el género, existen subidas y bajadas.

Hay canciones que sencillamente conectan y pegan más dentro del mismo grupo de fanáticxs en turno. Pero Foals puede presumir que canción que se aventaron, canción que su gente coreó. Literal. De lo reciente a lo de antes, de lo fuerte a lo tranquilo, la gente desquitó lo del boleto y no dio minuto de descanso.

Cayendo en lo repetitivo tal vez, pero es difícil no señalarlo: hay algo entre México y Foals, algo bonito, algo especial, y ojalá continúe hasta dentro de mucho rato.

A modo de encore se escucharon ‘Mountain at My Gates’, ‘What Went Down’ y ‘Two Steps, Twice’, un cierre enérgico e intenso que derivó en aplausos y reconocimiento interminables. Decir que la agrupación británica cumplió con creces es decir muy, pero muy poco.

Porque en hora y media de presentación, los Foals nos hicieron sentir más que vivos. Con un show memorable la banda se despide de CDMX, lugar que los estará esperando con los brazos abiertos siempre que quieran volver.