Aterrorizan jóvenes enmascarados casa en Mixcoac… o King Gizzard en el House of Vans

Txt por Alddo Fernández (@notalddo).
Ph por Paola Baltazar (@jpaobglezz).

Algo tranqui, ¿no? No. Es viernes 13, hay luna llena, alguien cumple años, tenemos altas temperaturas, habrá mucha gente en poco espacio, y King Gizzard & The Lizard Wizard tocará por segunda vez en CDMX en el mismo mes… todo se conjuga para que en el House of Vans se sientan unos ánimos más intensos de lo normal.

Y a las afueras no es diferente, aunque muchos no tenían entradas porque se agotaron en tres minutos, ahí estaban. Con retratos al óleo como ofrenda para Stu, con las máscaras de dinosaurio o de KeMonito, con el lagarto inflable de alberca, vendiendo posters bootleg para pagar los viáticos de regreso a casa, cheleando en la banqueta… el intenso aprecio que la gente siente por esta banda está en todos lados.

La banda seleccionada para abrir el escenario fue The Americo Jones Experience. Los desquiciados jóvenes -así se describen ellos- de CDMX presentaron canciones de su nuevo material Animal del Demonio (2022). En poco menos de una hora tocando lograron honrar su reputación de ser una banda energética, ruidosa y volátil, muy adhoc para la ocasión. Creo que a nadie dejó insatisfecho y a todos listos para lo que seguiría.

King Gizzard & The Lizard Wizard. Foto por Paola Baltazar (@jpaobglezz).

Juegos mentales

Como si no hubieran venido antes, como si no se hubieran mojado en el frío del bosque por verlos en el Hipnosis 2019, como si nunca los hubieran visto, como si no se hubieran empapado bajo el granizo la semana pasada, como si tres horas de maratón no hubieran sido suficientes, no. Para esta King Gizzard, el público mexicano no tiene fondo.

El show que dieron en Frontón México habrá durado tres horas, se habrán dado el lujo de tocar canciones poco habituales de su repertorio, habrá sido épico si quieres, ¿pero sabes qué? No tocaron “la famosa”. ¿Por qué?, no lo sé. Pensé que tal vez era un show para “conocedores” y no hacía falta, igual y ya no les gusta tocarla, ni idea que sería, pero muchos de los que fuimos ese día nos quedamos con ganas de escucharla, y yo me quedé pensando, la tocarán en el House of Vans?

Y sí, exactamente a una hora de haber empezado Stu anunció que tocarían media hora más y después pasó, empezó el crescendo de tarola con el que arranca “Rattlesnake”, de repente y como si no hubieran estado parados por horas todos estaban brincando, empujándose, gritando “rattle, rattle, rattle…” por los más de 10 minutos que duró el jam. Como si se hubiera tratado de un juego de paciencia, se la tenían guardadita casi para el final.

King Gizzard & The Lizard Wizard. Foto por Paola Baltazar (@jpaobglezz).

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Para la recta final la banda se tomó el tiempo de cantarle el “Happy Birthday” al guitarrista Cook Craig, y por supuesto la gente tomó la oportunidad para también cantarle las mañanitas, le regalaron unas flores, le chiflaron y le gritaron la típica felicitación a la mexicana, “que chingue a su madre el cumpleañero!”, que seguramente no entendió literal y solo se la quedó como otra muestra de afecto.

Entre gritos, aplausos, lágrimas, risas y sudor de todos, asistentes, staff y músicos, KG&TLW agradece a su audiencia por la energía, la devoción y los sold-outs. Nosotros le agradecemos a ellos por tocar tanto, a IndieRocks por seguir trayendo a las bandas más chidas y a House of Vans por hacerlo gratis (para los que alcancen boleto).

King Gizzard & The Lizard Wizard. Foto por Paola Baltazar (@jpaobglezz).