Oda a la inmortalidad de ‘ser’ humano, por Melanie Martinez en Ciudad de México

Fotos por Santiago Covarrubias (@santicovs) / Cortesía de OCESA.

Death is life is death is life is death is life is

A veces el artista firma contrato con la teatralidad. El alma se va en crear, interpretar y actuar. Se moldea algo más grande que el artista mismo. Algo que pareciera abrir portales y crear conexiones entre miles alrededor del mundo.

He aquí el siguiente ejemplo: una década atrás empezó a escucharse el nombre de Melanie Martinez. Y después de Melanie apareció CryBaby. Y ahora CryBaby está muerta y de sus restos nació una criatura de fantasía, un hada de color rosa, alas y cuatro brillantes ojos.

Toda una historia. Toda una trama. Distintas vidas en solo un cuerpo y mente. Ahí descansa la magia de Melanie Martinez, convertida en experiencia comunal: ni Melanie ni sus demás facetas están solas en el viaje por el cosmos. Las arropa un coro formidable de earthlings.

Maquillajes extravagantes, una presencia importante de tonalidades rosa en la vestimenta y orejas de elfo. Desde tempranas horas el Pepsi Center WTC de la Ciudad de México se vio inundado de dichos atuendos en la primera fecha del PORTALS Tour este 16 de octubre. El pop de Melanie Martinez estaba por presentarse en la capital mexicana, y las emociones podían atravesar el cielo.

Puntual, 20:30 hrs, el show inició a cargo de SOFIA ISELLA, cantante con una propuesta que mezcla la electrónica con el alt-pop y que puso a un recinto, para ese entonces ya cercano al lleno total, a bailar y elevar ánimos para lo que estaba por arrancar.

Mi cuerpo ha muerto, pero sigo viva

El programa indicaba que el portal se abriría cuando el reloj marcara las 21:30 hrs. Pero fue minutos antes que los latidos de cierto ser se hicieron escuchar. Melanie Martinez, con la caracterización y atuendo del hada-criatura de esta nueva era, arranca el show interpretando ‘DEATH’, la canción apertura de PORTALS (2023), álbum apegado al synth-pop, el tercero de la cantante donde ahonda en temas como el duelo, la muerte, pero sobre todo, la vida después de la muerte.

El público, compuesto por adolescentes, padres acompañando a los mencionadxs, y fans mayores devotos de eras pasadas, recibió a Martinez en su primera presentación en México con clamor y fervor brutal, una energía que logró mantenerse en los aproximadamente 70 minutos del show.

El setlist fue, si bien no el esperado, uno al que no puede recriminársele gran cosa. En ocasiones pasadas Melanie dejó en claro que tras su álbum y película K-12 (2019), una nueva era daría inicio. Indicado en el nombre, este tour cumple la declaración y ve a la cantante presentando de principio a fin su más reciente disco.

De las más cantadas, ‘VOID’ e ‘EVIL’; ‘LIGHT SHOWER’ regaló un momento íntimo y sentimental; y en ‘SPIDERWEB’ Martinez dejó ver la capacidad de su puesta en escena. Y es que sin escatimar en esfuerzos o recursos Melanie trajo consigo una producción de lujo para darle vida a la etapa recientemente inaugurada.

Plantas colgantes y hongos gigantes, visuales oníricos y coreografías que encajaban a la perfección en cada canción. El Pepsi Center se volvió un mundo de fantasía habitado por una fanaticada que le devolvió el cariño a Martinez coreando cada uno de los temas de un álbum que no tiene ni un año de estrenado. La entrega en ambos bandos fue especial de observar.

Tras un encore compuesto por ‘POWDER’, ‘PLUTO’ y ‘MILK OF THE SIREN’, canciones incluidas en la versión deluxe del reciente álbum, Melanie hizo ‘ondear’ la bandera de la comunidad LGBTQ+, una de la que varios miembros han encontrado en la música de la artista un ‘lugar seguro’. ‘¡Muchísimas gracias, chicxs! ¡Lxs amo, lxs amo, lxs amo! Ustedes han estado increíbles, gracias por estar aquí esta noche’ fueron las palabras finales de una conmovida Melanie.

Con una fecha a reventar, una más en iguales condiciones y la continuación del tour en Jalisco y Nuevo León, el regreso a escena de Martinez llega como confirmación de que sin importar el cambio de personaje, disco, era o lo que sea que venga, Melanie vive, y no lo hace sola.