Reseña de No Name (2024) de Jack White

Después de algunos años de inactividad, Anthony Gillis mejor conocido como Jack White nos concede un álbum completo con trece canciones posadas en una sólida base de garage.

Con una portada azul vibrante casi como los sonidos que emiten las cuerdas de su Fender Telecaster y con un nombre un tanto contradictorio; No Name (2024), fue grabado y producido en el sello discográfico del propio White, Third Man Records durante el 2023 y 2024.

El multiinstrumentista y productor globalmente conocido por ser ex miembro de White Stripes, siempre busca maneras inusuales de compartir su música y llegar a diversos públicos que no están previstos. En esta ocasión y como parte previa al lanzamiento de su sexto álbum de estudio, Jack White obsequió los vinilos de No Name (2024) cubiertos por papel, a los clientes de su tienda para que ellos mismos se encargaran de copiar y compartir de manera orgánica el álbum.

A medida que al público le fue gustando y se fue viralizando el disco, es que se planeó con mayor intención el lanzamiento formal en las plataformas digitales y los medios musicales.

Bendecirse a sí mismx

Old Scratch Blues apertura de una manera increíble; con unos riffs que solo el músico de Detroit nos puede dar.  Uno de los highlights del álbum es ‘Archbishop Harold Holmes‘, canción que comparte rasgos del countryhard rock, una mezcla bastante interesante y muy bien apuntada por White, la lírica es un tanto vaga en el significado pero lo que si se puede asegurar es que se trata sobre un diálogo entre él y las pregunta que tiene hacia los asistentes a la iglesia.

Como es normal, White toca diversos temas en sus líricas, ya sea trabajo, amor, religión o situaciones cotidianas como manejar en carretera o beber alcohol.

A diferencia de sus demás álbumes, en No Name (2024) se puede apreciar un proceso de masterización y postproducción distinto, mucho más nítido a diferencia de su Blunderbuss (2012) o Lazaretto (2014) en donde los riffs sonaban contaminados por un fuss muy típico de esos años; pero en estética y concepto Jack White sigue su línea característica.

Virtuosismo y personalidad

A pesar de todo el reconocimiento que ha tenido en la escena artística, el fundador de Third Man Records sigue haciendo música que le complace sonoramente y que le permite experimentar dentro de su espectro tonal, sin arriesgar; es decir,  manteniendo su sello en sus canciones. 

Jack White ha decidido crear su propia atmósfera en donde los fans ingresan y no en donde él se desplaza para encajar en el canon, es por ello que este álbum es bueno si es tu primera interacción con el trabajo del músico, a diferencia si has seguido su trayectoria notarás que tiene muchas similitudes con sus otros álbumes pero que sin dudar éste suena un tanto más virtuoso.