‘King’s Disease II’, semblanza de autoaprendizaje, introspección y experiencia con Nas

Dicen que los reyes nunca mueren y Nas se empeña a mantener su legado vigente, para algunos otros es el heredero de esa corona Neoyorkina que lamentablemente The Notorious B.I.G. dejó inconclusa. Lo que sí es certero es que Nasir regresó sorpresivamente con el King’s Disease II (2021), continuación de la parte uno lanzada en el 2020.

Y sí, claro que es una segunda entrega directa, si tuviéramos que poner en una analogía estos dos volúmenes, con King’s Disease (2020) sembró las líneas de una historia que le generó ganar el Grammy a mejor álbum rap y acercar a las nuevas generaciones a su leyenda musical y con King’s Disease II (2021) cultivó dicha bonanza y lo proyectó en un álbum más personal, extenso y fluido.

Se entiende el porqué de estas aseveraciones, Nas volvió a reclutar a Hit Boy, rapero y productor perteneciente a la GOOD Music, la disquera de Kanye West, mente maestra detrás de éxitos para Jay-Z, Drake, Travis Scott, Beyoncé y el propio Kanye, además de algunos featuring de los que ya será el momento para hablar de ellos.

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Historias reveladas

Apenas al segundo track “Death Row East”  Nas lanza la canción más polémica del disco, la misma que ha vuelto locos a los medios especializados de rap al contar detalles sobre el beef con 2Pac, que había tocado desde su perspectiva en “Real Niggaz” track de los 00s que se lanzó recientemente en su versión remasterizada, pero en esta ocasión menciona explicítamente el nombre de Suge Knight, uno de los hombres más temidos del Hip Hop en los 90s y presunto autor intelectual del asesinato de 2Pac y Notorious, provocando más teorías en torno a estos crímenes, tema que relativamente había estado calmado en los últimos años.

Esta canción hace referencias a Las Vegas, lugar donde ocurrió el asesinato de 2Pac y al problema que tuvieron en los MTV Awards 1996 donde 2Pac se negó completamente a entablar conversación con Nas por todos los problemas entre la costa este y oeste, generando un ambiente duro en backstage. Probablemente a forma de disculpa/despedida, Nas lanza la crudísima línea que provoca un nudo en la garganta:

“We didn’t talk, but he was still alive in the hospital. And it rained that day in Vegas. Rest In Power”.

Nas es un tipo que gusta de hacer menciones orgulloso a su ghetto y esta ocasión se ven reflejadas en “40 Side”, un barrio en Queensbridge que ya había mencionado brevemente en su disco debut Illmatic (1994) y lo retoma para hablar de lo cotidiano de los delitos en las esquinas del vecindario, una constante en sus canciones a lo largo de su discografía, podríamos decir que disfrutar de dar a conocer las dificultades en la vida de los ghettos de NY, esas historias que son el día a día aún en la actualidad de muchas personas.

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Pasado, presente y futuro

Una de las colaboraciones más esperadas desde que se anunció el disco fue la de Eminem en “EPMD 2”, canción con todo el toque sarcástico de los primeros álbumes del rapero de Misuri, donde hablan de lo burdo y el lujo de comer en restaurantes premium, un tema que sirve para sobrellevar lo duro del inicio del disco, excelente gesto al rendir tributo a mitad de un verso para todos los raperos que han fallecido recientemente: MF DOOM, DMX, Stezo, Prince Marke Dee entre otros.

Y tocamos el tema de las featuring al inicio, porque fue de los temas que más llamó la atención en el anuncio del tracklist, de cajón Hit Boy repetía en esta segunda entrega, además de Eminem, llegaba estrenándose con Nas el rapero de 25 años A Boogie wit da Hoodie en “YKTV” junto a YG, canción enfocada al presente y futuro, alabada por los fans, tanto por el estilo y beat más hard en los rapeos de Nas, así como los fluidos versos de los raperos invitados.

Para el Tercer gran dueto, tuvieron que pasar 25 años desde el primero y único, en el disco It Was Written (1996), Ms. Lauryn Hill vuelve a unir su voz con Nas en el track “Nobody” versos dedicados a sí mismos, donde Nas busca una introspección al anonimato y Ms. Lauryn Hill debatiendo sobre las estructuras sociales a las cuáles se ha visto expuesta en su carrera, la magia y química de aquel dueto del ‘96 persiste y es uno de los mejores temas del disco.

“Compuse”, “My Bible” y “Nas is Good” le otorgan solidez al final del disco con consistentes secuencias y bases donde juega con esa ambigüedad religiosa y personal, por ejemplo, simulando en la última canción un viaje a Egipto y cruzando el mar rojo pero calzando Nikes y fumando puros de Pablo Escobar. 

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El poeta que rima con la crudeza

Si bien King’s Disease (2020) fue un disco totalmente de temáticas sociales y políticas como la brutalidad policíaca, el racismo además de menciones y orgullo para y por la comunidad negra, King’s Disease II (2021) se vuelve un collage de los temas que mejor domina el rapero de Nueva York como la auto búsqueda y análisis personal, el plasmar sus vivencias, ascenso y dificultades en la vida tal y como lo hace en “Store Run” donde cuestiona cuando un rey no ve su potencial, «¿Qué debe hacer o cuál es su salida?», guiño total al título de esta dupla de entregas, esto a la par de la narrativa de sus inicios en Queensbridge.

En “Moments”, quizá el track más maduro, donde nos expone qué fue lo que provocó que se convirtiera en el hombre que es hoy, con tópicos como lo difícil de crecer en la “jungla” (Nueva York), viviendo “fríos inviernos” y la metamorfosis de sus sueños, en comentarios de foros incluso elevan a Nas a poeta donde deja de ser un rapero para convertirse en la mejor versión de sí mismo, una lírica brutal, para desglosar línea por línea.

A título personal, Nasir bin Olu Dara Jones es uno de mi raperos vivos favoritos y de los mejores MCs de la historia, no solamente por sus extraordinarias líricas y por tener uno de los considerados mejor álbum debut en la historia del Hip Hop, si no porque trasladó toda esa frialdad del East Coast, lo duro y conflictivo de los barrios, además de los anhelos de auto superación a canciones con versos, analogías y pensamientos increíbles, a Nas no le agrada rapear sobre banalidades, adulaciones o exaltación del ego, él rapea sobre los dilemas existenciales que te produce la fama que conlleva ser uno más en el juego.

En King’s Disease II (2021) encuentro el disco más ambicioso que ha sacado en una década, incluso mejor que el parámetro mencionado que es Life is Good (2012). Me atrevo a decir que King’s Disease II (2021) podría ser la continuación ideal de esa sextuple secuencia que fueron los primeros discos de 1994-2002, así de impresionante es el resultado, tomar el estilo de sus inicios con letras introspectivas, beats duros y consistentes, aunado a la estética actual y la diversificación, es como si el Nas noventero escuchara a su propio yo de la actualidad, con experiencia y autoridad, recibir consejos para plasmarlos en un disco, en este disco que tenemos la fortuna de apreciar en su lanzamiento y que seguramente será un suceso en los libros del Hip Hop.