«Malos Días»: CRYMES y el crudo discurso del bien y el mal; la falsa utopía emocional en un bedroom trap lo-fi

En los últimos años, la tendencia por el trap, lo-fi y R&B en México están cada vez más a la alza entre los jóvenes artistas que salen de diversas partes del país. La atracción de los jóvenes oyentes por este estilo aferrado al aesthetic y el sonido bedroom se desborda gracias a la cultura internauta, donde las subculturas edgy y hyperpop convergen, haciéndose presentes en cientos de fotos o marcos en Instagram con esos efectos.

Toda esta subcultura ha traído sonidos particulares, combinando el ya conocido R&B latino y mexicano, con el trap y dark trap, añadiéndole un toque particular, el lo-fi, pues la mayoría de estas producciones carecen de un equipo profesional para su realización. Esto anterior más que parecer un punto negativo, resulta un distintivo clave para comprender la esencia que se quiere transmitir.

Para adentrarnos a esta rama musical cada vez más creciente, CRYMES postra su dirección hacia un trap lo-fi englobando los aspectos más importantes del bedroom pop, dando pie a una nueva hebra del género que ellos definen como anti-pop en su primer álbum de estudio, «MALOS DÍAS» (2021).

El nacimiento y despegue del colectivo

Para contextualizar antes de reseñar de lleno el trabajo en cuestión, CRYMES es una agrupación con poco menos de dos años de existencia, pues su sencillo debut, Laser, fue lanzado en 2019, dando la bienvenida de lo que sería este proyecto colectivo. Lil Valley, Luuui, Viram, Animau, Don Gefe, Cloud y Voyager son los siete personajes que liberan su mente y sentido artístico sobre este proyecto nacido en la Ciudad de México. La combinación y talento del grupo se nota desde sus inicios, creando poco a poco una identidad colectiva en torno a la banda, evolucionando en lo personal como en conjunto.

Durante 2020, las letras «CRYMES» se vieron en muchos lados, playlist de Spotify, medios importantes y demás, dando el primer vistazo de lo que esta joven promesa tiene por dar, además de preparar el terreno para lo que venía. Con un par de sencillos lanzados, la gente comenzaba a ver a CRYMES como una fiel representación del bedroom trap de México, una muy accesible para el público juvenil al que se dirigen. Ya con cierto fanbase detrás, en febrero lanzan por fin su primer álbum de estudio; «MALOS DÍAS» (2021) presenta una manera purista pero subjetiva de contemplar el bien y el mal, desde el lado filosófico, humano y hasta banal.

La colectividad sonora: Un arma de doble filo

Hablemos de lo musical, lo sonoro: Casi 40 minutos sirven para que CRYMES se presente ante un público que generalmente los tiene dentro de la categoría de desconocidos, pero una vez sumergido completamente en el mar de emociones que representa «MALOS DÍAS» (2021), el espectador difícilmente los dejará ir. El sonido y aura es atrapante, no solo de la letra, también de lo sonoro; un bedroom siempre será hipnótico y relajante, ahora aún más con un flow necesario para la música urbana mexicana con claras influencias del sad-trap.

Siempre he pensado que, al igual que AQUIHAYAQUIHAY, BROCKHAMPTON y A$AP Mob -por poner ejemplos-, la diversidad en este tipo de colectivos hace la fuerza. Al tener distintas voces dentro del conjunto, las melodías se alejan de lo monótono que puede resultar escuchar al mismo vocalista durante tanto tiempo consecutivo, le da frescura y obviamente es un punto a su favor. Sin embargo, lo estilístico de cada partícipe en los versos suele salir a relucir, pues se espera que cada uno tenga su estilo particular a la hora de rimar, cantar o tirar flow; lastimosamente esto es algo que en CRYMES, y en este disco en particular, no sucede.

Bien o mal, el discurso del Tao y la paz intrapersonal

Lo que destaca principalmente de este disco es la crudeza con la que se relata la nostálgica percepción del bien y el mal, claro, bajo un contexto contemporáneo y jovial. Y es que, al ponerse a filosofar sobre la diversidad de opiniones en torno a la pregunta canónica del estudio de la mente humana, el bien es tan subjetivo como el mal. Esto se toca en todo el disco, y es un punto donde convergen y concuerdan las mentes de los siete implicados en el álbum, generando un discurso realista del pensar actual del ser humano, y particularmente los jóvenes, y esto es algo que poco se ha visto.

«MALOS DÍAS» (2021) pone sobre la mesa el ya clásico discurso interno del bien y el mal, un potente y casi indescifrable debate sobre lo que es correcto y lo que no, y digo que es indescifrable en el sentido colectivo de la palabra, pues es un concepto al que cada persona le da su propio sentido conforme a sus acciones y vivencias en primera y tercera persona de la realidad. Es donde entra el Tao, una ideología china que representa la conexión de ambas partes, el bien y el mal, para el necesario equilibrio del universo, un universo que puede reducirse a una sola mente humana.

Siempre he pensado que hay que disfrutar ambos estados por igual. Los extremos siempre son perjudicables, la positividad o negatividad en exceso generan desconcierto al largo pasar del tiempo. Estar triste es tan necesario como estar feliz, no solo para contemplar las notorias diferencias de ambos sentires, también para comprender las debilidades y fortalezas mentales de cada uno para un mejor control sobre nuestras emociones. Considero importantísimo empaparse de lo bueno y lo malo para disfrutar con creces la vida y las sensaciones que se experimentan en el día a día, y es este el mensaje que el álbum quiere dar.

CRYMES aboga sobre la felicidad y la tristeza, del amor y el odio, repasando los pasajes buenos y malos de cada uno como personas para dirigirlas hacia la misma dirección, haciéndose una. Así es esto, no puede sobresalir uno del otro, el bien y el mal son necesarios en la mente de cada individuo, así como en la sociedad. La utopía social e ideológica es tan solo una fantasía de alguien con poca empatía y nula visión sobre el equilibrio emocional.

El álbum debut de CRYMES presenta un digno inicio para una joven promesa de la música mexicana, que, más que instrumentalmente, traen consigo un discurso poco tocado en nuestro país, llevándolo a un espacio de reflexión filosófico en cierto punto nostálgico, donde, de manera colectiva e individual, se concluye que el bien y el mal deben coexistir de la misma manera y en la misma intensidad para el equilibrio mental de quien lo analice.

«MALOS DÍAS» (2021) son las risas con amigos, ese viejo amor que aún no sana, los viajes, la ansiedad y duda por un futuro incierto, las inseguridades que a todos nos atormentan, las noches sin dormir, los días llenos de júbilo y felicidad; representa todo lo bueno y lo malo vivido y por vivir para darnos la enseñanza que no hay un bien ni un mal definitivo en un sonido oscuro pero reflexivo donde la filosofía juega el papel protagónico.

88 respuestas a ««Malos Días»: CRYMES y el crudo discurso del bien y el mal; la falsa utopía emocional en un bedroom trap lo-fi»

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