Coordenada 2022: Una bocanada de música para la ciudad, un cartel atemporal

Txt por Daniel Solis (@forcis_07).
Ph por Alan Mendo (@nalaodnem).

Escribir esto luego de dos años es raro, se siente con la misma ilusión que si hubiésemos tenido edición 2020 y 2021. Coordenada finalmente regresó, y demostró por qué es el festival más grande del estado.

Con un nuevo cambio de ubicación, la coordenada ahora nos llevó hacia el Valle VFG, que se vistió de gala, y mejoró increíblemente a eventos anteriores en dicha sede. Todo estaba listo para vivir el regreso del festival más endémico de nuestra ciudad.

Una de las críticas más grandes de esta edición fue la locación, porque lxs tapatíxs ya vieron lo distante que es ir hasta la VFG para un evento. Porque sí está lejos. Afortunadamente los shuttles oficiales del evento ayudaron a la movilidad de las decenas de miles de asistentes, y la carretera a Chapala no estaba tan lleno de tráfico como la vez del Corona Capital GDL.

Viernes 07. Nuevxs headliners y agua fría

La cara de ilusión de los fans y asistentes llegó temprano, pues Carlos Sadness se adueñaría del escenario principal, y el tiempo pasó lento, como el mismo lo relata en su tema “ahorita”, vivimos esa línea de espacio-tiempo indefinida, que llegó a su fin más temprano que lo del público quería, un gran show, pero el tiempo y horario no fue de mucha ayuda para el español, quien a pesar de todo mostró su agradecimiento con la perla tapatía.

Inmediatamente terminando, Allison haría encender el ambiente de lado a lado, recordándonos etapas bellas de secundaria y prepa. Me sentí en aquella época, donde no sabía nada de amor, pero cantaba a todo pulmón ‘Baby Please‘, inclusive sentía que las historias de IG se subirían a mi MySpace. Mucha nostalgia, punk y gritos, fue ahí cuando recordé a que se venía a un festival.

Más tarde, de regreso al escenario principal, Camilo VII y su espectacular juego de luces deslumbraría el evento, llevándose el podio como uno de los mejores shows del día. Esto sumado a la conexión que hacen con el público, lo volvieron un set que quedará por siempre en la memoria. Adonde sea que volteara; veía cabezas moviéndose, gente cantando y bailando, algunxs hasta grabando audios para dedicar.

Caos y nostalgia invadirían el segundo escenario principal: Era Love Of Lesbian quienes saldrían al campo de batalla. Lo narro de esta forma porque así lo sentí, mucho poder; la prosa salía en poesía, uno de mis favoritos del día, a pesar de que casi no escuchamos canciones de su nuevo material y el setlist dejó algo que desear por lo corto del set, la magia y la gran mancha de los españoles fue inevitable de admirar.

Además, no hay queja, para lxs fans, hubo un concierto en el Diana en marzo de casi tres horas. Mientras caía la noche, pudimos ver esta puesta en escena que se sintió más como una obra de teatro que como un concierto, dejando con sed de más a todxs lxs presentes.

Una intensa lluvia arrasó con Valle VFG, una que comenzó a las 20:00 horas y no vería fin hasta el cierre del festival. Pero el diluvio no pudo con la emoción del público, y entre medio de la lluvia, aparecería no solo en el cielo, también en el escenario: Un Trueno que dejaría todo de sí en su visita, conectando desde antes de su salida con el público, quien pedía su salida impacientemente en medio de la lluvia.

Entre lluvia, gritos, impermeables y euforia, llegaría uno de los pesos pesados del día: Los Fabulosos Cadillacs dieron lujo y cátedra de cómo cerrar un escenario en festival. La histórica banda recorrió toda su trayectoria en poco más de una hora que hasta nos quitaron el frío poniéndonos a bailar. Algunxs llenan sus vasos con agua de río mezclada con mar, nosotrxs la llenamos con cerveza y agua de lluvia. Casi cerrando anunciaron que habría un invitado, todos dudábamos de quién sería, y pudimos ser testigos de un encuentro generacional entre Trueno y Vicentico y compañía.

Al mismo tiempo, Sen Senra se presentaba en un escenario con poca gente, hay que decirlo. Pero estábamos lxs que necesitábamos ser. El bohemio ibérico dio un show minimalista, porque, como todo en el urbano, es «egocéntrico» y simple. Obviamente el español resaltó en un escenario donde solo se le podía ver a él con luces coloreándolo. Corazón Cromado (2021) nunca había sonado tan bien en vivo.

Increíble lo que diré, pero Moderatto dio uno de los shows más enérgicos que he visto. Una banda de parodia rockstar resultó ser mucho más rockstar que las bandas que se auto-nombran como tal.

Vimos a Jay de la Cueva nadando entre el público, saludando a todxs, e inclusive vimos el típico regalo de guitarra hacía un fan. Pero sobre todo, y a pesar de la lluvia y el cansancio, no había a nadie sin cantar, cerrando con éxito la primera noche de actividades en Valle VFG.

Sábado 08. Energía y un par de sentimientos

Y las acciones comenzaron suaves para el segundo día, pero que daban el inicio hacia la subida de ánimo que tendríamos. Lo primero que vimos fue a División Minúscula. Las playeras de «Make México Emo Again» inundaron uno de los escenarios principales. Los de Tamaulipas celebraron su veinticinco aniversario, y además anunciaron, entre nostalgia y canciones, una nueva fecha en el Diana

El año pasado se presentaron en el teatro, y lo llenaron rapidísimo. No cabe duda que en esta ocasión no será la excepción.

El atardecer nos arrullaba a la voz de Carla Morrison y su sublime melodía. La luna llena acompañaba a varias parejas de enamoradxs que o pedían matrimonio o simplemente se miraban fijamente cantándose ‘Eres Tú’ o ‘Te Regalo’. Impresionante y merecido tener a Morrison considerada ya como una headliner femenina de la nueva generación en el país.

Posterior, y avivando la energía, WOS un show de una hora, siendo uno de los actos estelares del género hip hop del festival. Con la patada de canguro, y deseando que se mejoren, dio un deslumbre de energía, poder y rebelión, buscando la unión del pueblo, como es lo característico de sus letras. Inclusive se tomó el tiempo de improvisar en vivo para recordar sus inicios en el arte.

Apocalyptica representó una inmersión dentro del universo que ellos mismos plantearon. Desde Finlandia, pero radicados mentalmente como si estuvieran en casa, danzaron con sus chelos por todo el escenario. Podrá ser metal, y quizá muy de nicho, pero la propuesta del cuarteto finlandés dio para formar parte firme de un festival cuyas características no albergan este tipo de evento. Sin embargo, lo hicieron increíble.

Y pasemos a hablar de algo que traía atorado en la garganta durante el festival: Mis redes están inundadas de los memes de que Caifanes es viejo, que es para tíos, o señores ya grandes, pero a ver, la historia no se olvida, y el legado jamás se borrará. A lxs mismxs jóvenes que veía burlarse de Caifanes, estaban coreando a todo pulmón cada set del show, dejando claro el por qué son la banda más influyente de México. Atemporales.

Los Caligaris presentaron ‘Veinticirco‘, un show que repasa toda la historia de la banda, con una introducción recordando los inicios de la agrupación. Una de las bandas emblema del ska tanto argentino como de toda la región hispanohablante. El concepto del circo siempre mantiene viva la esencia que expresan los mismos payasos en escena: «Nunca es tarde para ser un niño».

El coro de ‘Seven Nation Army’ le dio la bienvenida al acto estelar de todo el festival: Jack White se postró imponente sobre el escenario principal, cerrando el evento con una postura increíble, colores azules y blancos vivos y eléctricos en juego con el sonido del set.

Deslumbrante y vibrante. El peliazul dio inicio a su paso por México, pues el domingo estuvo en el Pepsi Center de la CDMX, pero estoy seguro que acá en GDL fue más especial, porque fue el primero. Si bien, tenía anunciado un concierto en 2014, éste se canceló debido al deceso de su tecladista. Así que décadas de espera por fin se saldaron.

El festival cerraba sus puertas, y las reflexiones fueron claras. Me hubiera gustado ver a más gente, pero se entiende. El regreso a los eventos aún es complicado, pero con fe de que la edición 2023 nos unirá aún más. Coordenada 2022 nos mostró dos vertientes: Por un lado podría ser el «cartel perfecto» si es de tus primeros festivales o estás en pleno apogeo de música mexicana; increíble y variado, pero por otro lado, si ya eres un viejo lobo de mar, es normal que te resultara un tanto aburrido y repetitivo.

Sin embargo, este festival me hizo recordar lo que nos hace dedicarnos a esto: El divertirme, cantar, bailar y gritar, de sentir la música. La Coordenada nos llevó a esto, a amar la música, a esperar a un artista bajo el sol, bajo la lluvia; todo con tal de cantar y entonar las canciones que cantas con euforia con tus amigxs, o llorar en vivo las canciones que lloras en tu cuarto. Increíble y divertido fin de semana.